EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

lunes, 12 de marzo de 2012

JESUS, DE TODOS Y PARA TODOS


“El Evangelio de Hoy”: Lucas 4,24-30

Lectura del santo evangelio según san Lucas:

En aquel tiempo, dijo Jesús al pueblo en la sinagoga de Nazaret: "Les aseguro que ningún profeta es bien mirado en su tierra. Les garantizo que en Israel había muchas viudas en tiempos de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, más que a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo; sin embargo, ninguno de ellos fue curado, más que Naamán, el sirio."
Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo empujaron fuera del pueblo hasta un barranco del monte en donde se alzaba su pueblo, con intención de despeñarlo. Pero Jesús se abrió paso entre ellos y se alejaba. Palabra del señor.
Reflexión.
Este texto viene a recordarnos que Dios no es propiedad privada de un pueblo, ni de un grupo humano, ni de una Iglesia o una persona, es el Creador y salvador de todo el Universo. Por eso, su Hijo Jesús aporta también un mensaje universal de salvación. Su misión, Buena Noticia para todos y todas, se revela a las naciones.  En él se cumplen las promesas del Señor. Con Jesús se ha inaugurado el tiempo de la liberación y de la salvación para el pueblo. Jesús denuncia la ceguedad de los dirigentes religiosos del pueblo, a quienes cuesta reconocer su mesianismo, y anuncia que los paganos, excluidos y marginados son también destinatarios del evangelio.
Por eso tenemos que continuar creciendo en la fe. Saber adherirnos a Jesús y su mensaje. Asimilar en nuestra propia vida la fuerza de su evangelio para que produzca  frutos reales de salvación. No habremos sacado provecho de la misión de Jesús hasta no ser personas abiertas a los demás y reconocedores y reconocedoras de sus opciones personales y comunitarias. Nuestro mundo necesita personas y comunidades solidarias y dialogantes, capaces de crear ambientes de paz y comprensión.
En el fondo, el “Evangelio de Hoy” es un fuerte llamado a la colaboración interdisciplinaria y plural. En medio de crisis de todo tipo que no dan indicios de terminar, somos invitados a ofrecer soluciones  compartidas. De nada sirve asumir cada sector sus propias convicciones aisladas. El diálogo puede llevarnos, sin perder nuestra identidad, a reconocer de manera más efectiva y afectiva, la presencia del Espíritu salvando y animando la historia de acuerdo al plan de salvación de Dios. Demos gracias a Dios por incluirnos en su proyecto amoroso de salvación. Amén.

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