EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

domingo, 15 de diciembre de 2019

DIOS VIENE A SALVARNOS




“El Evangelio de Hoy” Mt 11,2-11

Lectura del santo evangelio según san Mateo

En aquel tiempo, Juan, que había oído en la cárcel las obras de Cristo, le mandó a preguntar por medio de dos de sus discípulos: - ¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro? Jesús les respondió: - Vayan a anunciar a Juan lo que están viendo y oyendo: los ciegos ven y los inválidos andan; los leprosos quedan limpios y los sordos oyen; los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia la Buena Noticia. ¡Y dichoso el que no se sienta defraudado por mí! Al irse ellos, Jesús se puso a hablar a la gente sobre Juan: - ¿Qué salieron a contemplar en el desierto, una caña sacudida por el viento? O qué fueron a ver, ¿un hombre vestido con lujo? Los que visten con lujo habitan en los palacios. Entonces, ¿a qué salieron a ver a un profeta? Sí, les digo, y más que profeta; él es de quien está escrito: «Yo envío mi mensajero delante de ti, para que prepare el camino ante ti». Les aseguro que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan el Bautista, aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él. Palabra del Señor.
  
REFLEXIÓN

Hasta la prisión de Maqueronte donde está encerrado por Herodes Antipas, le llegan al Bautista noticias de Jesús. Lo que oye lo deja desconcertado. No responde a sus expectativas. Él espera un Mesías que se imponga con la fuerza terrible del juicio de Dios, salvando a quienes han acogido su bautismo y condenando a quienes lo han rechazado.  Para salir de dudas, el Bautista encarga a dos discípulos que pregunten a Jesús sobre su verdadera identidad: «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?». La pregunta era decisiva en los primeros momentos del cristianismo.
La respuesta de Jesús no es teórica, sino muy concreta y precisa: comunicarle a Juan «lo que estáis viendo y oyendo». Le preguntan por su identidad, y Jesús les responde con su actuación curadora al servicio de los enfermos, los pobres y desgraciados que encuentra por las aldeas de Galilea, sin recursos ni esperanza para una vida mejor: «los ciegos ven y los inválidos andan; los leprosos quedan limpios y los sordos oyen; los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia la Buena Noticia».

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