EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

miércoles, 31 de octubre de 2018

LOS ÚLTIMOS SERÁN LOS PRIMEROS


“El Evangelio de Hoy”: Lc 13, 22-30

Lectura del santo evangelio según San Lucas

En aquel tiempo, Jesús, de camino hacia Jerusalén, recorría ciudades y aldeas enseñando. Uno le preguntó: "Señor, ¿serán pocos los que se salven?" Jesús les dijo: "Esfuércense en entrar por la puerta estrecha. Les digo que muchos intentarán entrar y no podrán. Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, se quedarán fuera y llamarán a la puerta, diciendo: "Señor, ábrenos"; y él les replicará: "No sé quiénes son." Entonces comenzarán a decir. "Hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas." Pero él les replicará: "No sé quiénes son. Aléjense de mí, malvados." Entonces será el llanto y el rechinar de dientes, cuando vean a Abrahán, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y ustedes se vean echados fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios. Miren: hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

El evangelio de hoy es un grito que resume la manera de Jesús ver la realidad: «Los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos». Para Jesús las cosas no son lo que deben ser, no se ajustan a la verdad de Dios.

Nosotros contemplamos la realidad, jerarquizada según nuestros criterios y valoraciones. Hay un Primer Mundo y un Mundo último. Hay personas con papeles y derechos, y otras sin derechos ni papeles. Hay rangos de orden social y religioso. Hay personas respetables y gentes despreciables. También ante Dios ha de ocupar cada persona su lugar. Uno está  en el centro presidiendo la liturgia, otros están más abajo; los mendigos se quedan fuera, junto a la puerta. Un día será al revés.

La sentencia de Jesús sacude nuestra rutina y nos urge a buscar el reino de Dios y su justicia. Los que brillan tanto, un día se apagarán en la oscuridad. Los que parecen algo, desaparecerán. Cada uno ocupará su lugar. Se hará justicia. Dios impondrá su verdad. Así pensaba Jesús.

martes, 30 de octubre de 2018

Crece


“El Evangelio de Hoy”: Lc 13, 18-21

Lectura del santo evangelio según san Lucas: 

En aquel tiempo, decía Jesús: "¿A qué se parece el reino de Dios? ¿A qué lo compararé? Se parece a un grano de mostaza que un hombre toma y siembra en su huerto; crece, se hace un arbusto y los pájaros anidan en sus ramas." Y añadió: "¿A qué compararé el reino de Dios? Se parece a la levadura que una mujer toma y mete en tres medidas de harina, hasta que todo fermenta." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

El Evangelio de Hoy nos presenta la realidad del Reino de Dios con elementos sencillos y cotidianos como una semillita pequeña que un agricultor planta y que da origen a un arbusto capaz de hacer anidar las aves en él; y de la levadura que permite a una mujer fabricar panes con poca cantidad. La complicación nos viene porque estamos mal acostumbrados a esperar signos extraordinarios de la presencia de Dios. Dios nos llega en lo sencillo de cada día: trabajar el campo, cocinar el pan. ¿Cómo vamos a ver que Dios actúa salvándonos si lo buscamos en las nubes, mientras que él está entre nosotros? Otra invitación a mirar bien a nuestro alrededor y encontrar motivos de esperanza. Dios se sirve de lo cotidiano para manifestarse y hacer crecer su Reino. Vivamos conscientes de la presencia de Jesús en lo cotidiano. 

sábado, 27 de octubre de 2018

ARREPENTIRNOS


“El Evangelio de Hoy”: Lc 13, 1-9

Lectura del santo evangelio según san Lucas:

En una ocasión, se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos cuya sangre vertió Pilato con la de los sacrificios que ofrecían. Jesús contestó:
"¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos, porque acabaron así? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis lo mismo. Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé, ¿pensáis que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera." Y les dijo esta parábola: "Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: "Ya ves: tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a ocupar terreno en balde? Pero el viñador contestó: "Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto. Si no, la cortas". Palabra del Señor.

Reflexión

No hay otra manera de avanzar si no es cambiando, actuando de manera nueva, poniendo en práctica los conocimientos que se van adquiriendo. Dejar atrás todo aquello que limita el alcance de la vida plena. El evangelio de hoy nos habla de la capacidad de arrepentirse, de volver a pensar en lo que se ha hecho, dicho o pensado, para confrontarlo con la enseñanza de Jesús. Arrepentirse no es sólo una cuestión intimista de considerar que la propia historia personal es un continuo error, ni tampoco un sometimiento a los patrones y valores con los que la cultura dominante evalúa a todos los que se someten a ella. Nosotros hoy podemos ser inmensamente más felices si sentimos que no estamos estancados en prácticas estériles y vamos dando pasos claros de cambio y de  crecimiento. Jesús nos llama al arrepentimiento, que se confronta en primer lugar con su palabra y que es crítica frente a los prejuicios sociales y políticos.

viernes, 26 de octubre de 2018

PONERSE DE ACUERDO


“El Evangelio de Hoy”: Lc 12, 54-59

Lectura del santo evangelio según san Lucas:

En aquel tiempo, decía Jesús a la gente: "Cuando ven subir una nube por el poniente, dicen en seguida: "Chaparrón tenemos", y así sucede. Cuando sopla el sur dicen: "Va a hacer bochorno", y lo hace. Hipócritas: si saben interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no saben interpretar el tiempo presente? ¿Cómo no saben juzgar ustedes mismos lo que se debe hacer?
Cuando te diriges al tribunal con el que te pone pleito, haz lo posible por llegar a un acuerdo con él, mientras van de camino; no sea que te arrastre ante el juez, y el juez te entregue al guardia, y el guardia te meta en la cárcel. Te digo que no saldrás de allí hasta que no pagues el último céntimo."  Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

¿Qué es lo que sabemos y qué es lo que nos hace falta saber? Jesús intenta ayudarnos a centrarnos en lo importante. De nada sirve saber cositas sobre el estado del tiempo. Lo importante es saber descubrir en el día a día, la manifestación, la presencia de Dios actuando para salvarnos. Dios presente en Jesús mejorando la vida y acompañándola. Contamos con la palabra de Jesús en sus evangelios, seríamos sabios si viviéramos lo que leemos y escucháramos su mensaje de vida.

El Reino de Dios se ha iniciado, ¿qué es lo que nos enseña Jesús con su vida y sus señales? ¿Cuál es nuestra interpretación? Somos llamados a resolver nuestros problemas a través del diálogo fraterno, antes que irnos a la justicia ordinaria, la cual puede aprovecharse de nosotros y entonces perdemos lo más por lo menos. Señor enséñanos a dialogar, enséñanos a amar. Que el padre Julio Chevalier, nuestro fundador, quien murió un día como hoy, nos inspire a encontrar remedios a los males de nuestro tiempo en el Corazón de Jesús.

miércoles, 24 de octubre de 2018

!ATENCIÓN!


“El Evangelio de Hoy”: Lc 12, 39-48

Lectura del santo evangelio según san Lucas:

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Comprendan que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, no le dejaría abrir un boquete. Lo mismo ustedes, estén preparados, porque a la hora que menos piensan viene el Hijo del hombre." Pedro le preguntó: "Señor, ¿has dicho esa parábola por nosotros o por todos?" El Señor le respondió: "¿Quién es el administrador fiel y solícito a quien el amo ha puesto al frente de su servidumbre para que les reparta la ración a sus horas? Dichoso el criado a quien su amo, al llegar, lo encuentre portándose así. Les aseguro que lo pondrá al frente de todos sus bienes. Pero si el empleado piensa: "Mi amo tarda al llegar", y empieza a pegarles a los mozos y a las muchachas, a comer y deber y emborracharse, llegará el amo de ese criado el día y la hora que menos lo espera y lo despedirá, condenándolo a la pena de los que no son fieles. El criado que sabe lo que su amo quiere y no está dispuesto a ponerlo por obra recibirá muchos azotes; el que no lo sabe, pero hace algo digno de castigo, recibirá pocos. Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá; al que mucho se le confió, más se le exigirá."  Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

¿Nosotros o los otros? Estamos acostumbrados a aplicar la palabra de Dios leída o escuchada a los demás. Fácilmente le encontramos una aplicación, casi siempre negativa a personas concretas de las que nos rodean.  Pedro se inquieta al escuchar a Jesús y le pregunta: “Señor, ¿has dicho esa parábola por nosotros o por todos? No estamos a la altura de juzgar a los demás sino de dejarnos enriquecer por el Evangelio. La llamada de Jesús es a mantenernos vigilantes, preparados para la responder cristianamente a las provocaciones de la vida, obrando conforme a su voluntad.

La fe consiste en vivir en esperanza y ya todo lo que esperamos para después. Si esperamos la salvación, entonces intentamos por todos los medios vivir esa salvación, aunque sea en pequeño. Nuestra responsabilidad consiste en vivir lo que creemos y esperamos, aquí y ahora. Somos privilegiados al conocer el amor y la voluntad de vida del Señor, por eso se nos exigirá más. Nuestra riqueza, nuestro Bien es la fe. Vivámosla llenos de confianza y de alegría en medio de las dificultades encontradas en el camino. Jesús nos acompaña, nos anima y nos sostiene.

lunes, 22 de octubre de 2018

LOS OTROS SON NUESTRA GARANTÍA


“El Evangelio de Hoy”: Lc 12, 13-21

Lectura del santo evangelio según san Lucas:

En aquel tiempo, dijo uno del público a Jesús: "Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia."
Él le contestó: "Hombre, ¿quién me ha nombrado juez o árbitro entre vosotros?"
Y dijo a la gente: "Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes."
Y les propuso una parábola: "Un hombre rico tuvo una gran cosecha. Y empezó a echar cálculos:
¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha."
Y se dijo: "Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el grano y el resto de mi cosecha. Y entonces me diré a mí mismo: hombre, tienes bienes acumulados para muchos años; túmbate, come, bebe y date buena vida."
Pero Dios le dijo: "Necio, esta noche te van a exigir la vida. Lo que has acumulado, ¿de quién será? "
Así será el que amasa riquezas para sí y no es rico ante Dios." Palabra del Señor.

Reflexión

Jesús revela qué piensa de la situación económica y social de su tiempo tan contraria al proyecto querido por Dios, de un mundo más humano para todos. No narra esta parábola para denunciar los abusos y atropellos que cometen los terratenientes, sino para desenmascarar la insensatez en que viven instalados. Un rico terrateniente se ve sorprendido por una gran cosecha. No sabe cómo gestionar tanta abundancia. “¿Qué haré?”. Su monólogo nos descubre la lógica insensata de los poderosos que solo viven para acaparar riqueza y bienestar, excluyendo de su horizonte a los necesitados.

El rico de la parábola planifica su vida y toma decisiones. Destruirá los viejos graneros y construirá otros más grandes. Almacenará allí toda su cosecha. Puede acumular bienes para muchos años. En adelante, solo vivirá para disfrutar: “túmbate, come, bebe y date buena vida”. De forma inesperada, Dios interrumpe sus proyectos: “Imbécil, esta misma noche, te van a exigir tu vida. Lo que has acumulado, ¿de quién será?”. Este hombre reduce su existencia a disfrutar de la abundancia de sus bienes. En el centro de su vida está solo él y su bienestar. Dios, sus trabajadores y las familias que luchan por mejor e igualitaria, o no existen o no son tomadas en cuenta para nada. A esto Jesús le llama necedad e insensatez.

En nuestros tiempos la práctica es la misma, en todo el mundo está aumentando de manera alarmante la desigualdad. Un uno por ciento de la humanidad tiene más que los 99 por cientos restantes. Esto no es normal. Es la última consecuencia de la insensatez más grave que estamos cometiendo los humanos: sustituir la cooperación amistosa, la solidaridad y la búsqueda del bien común de la Humanidad por la competición, la rivalidad y el acaparamiento de bienes en manos de unos pocos y anulando el compartir que dignifica, humaniza y permite la equidad.

domingo, 21 de octubre de 2018

EL SERVICIO DIFERENCIA


“El Evangelio de Hoy”, Mc 10, 35-45

Lectura del santo evangelio según san Marcos

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron: «Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a pedir». Les preguntó: «¿Qué quieren que haga por ustedes?». Contestaron: «Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda». Jesús replicó: «No saben lo que piden, ¿son capaces de beber el cáliz que yo he de beber, o de bautizarse con el bautismo con que yo me voy a bautizar?». Contestaron: «Lo somos». Jesús les dijo: «El cáliz que yo voy a beberlo beberán, y se bautizarán con el bautismo con que yo me voy a bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; está ya reservado». Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan. Jesús, reuniéndolos, les dijo: «Saben que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. Ustedes, nada de eso: el que quiera ser grande, sea su servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos». Palabra del Señor.

Reflexión

Santiago y Juan hacen una petición extraña: ocupar los puestos de honor junto a él. «No saben lo que piden». Así les dice Jesús. No han entendido nada de su proyecto al servicio del reino de Dios y su justicia. No piensan en «seguirle», sino en «sentarse» en los primeros puestos. Al ver su postura, los otros diez «se indignan». También ellos alimentan sueños ambiciosos. Todos buscan obtener algún poder, honor o prestigio. La escena es escandalosa. Jesús no puede acoger a un Dios Padre y trabajar por un mundo más fraterno con un grupo de discípulos animados por este espíritu avaricioso.

El pensamiento de Jesús es claro. «No ha de ser así». Hay que ir exactamente en la dirección opuesta. Hay que arrancar de su movimiento de seguidores esa «enfermedad» del poder que todos conocen en el imperio de Tiberio y el gobierno de Antipas. Un poder que no hace sino «tiranizar» y «oprimir». Entre los suyos no ha de existir esa jerarquía de poder. Nadie está por encima de los demás. No hay amos ni dueños. La parroquia no es del párroco. La iglesia no es de los obispos y cardenales. El pueblo no es de los teólogos. El que quiera ser grande, que se ponga a servir a todos.

El verdadero modelo es Jesús. No gobierna, no impone, no domina ni controla. No ambiciona ningún poder. No se arroga títulos honoríficos. No busca su propio interés. Lo suyo es «servir» y «dar la vida». Por eso es el primero y más grande. Necesitamos en la Iglesia cristianos dispuestos a gastar su vida por el proyecto de Jesús, no por otros intereses. Creyentes sin ambiciones personales, que trabajen de manera callada por un mundo más humano y una iglesia más evangélica. Seguidores de Jesús que «se impongan» por la calidad de su vida de servicio. Padres que se desviven por sus hijos, educadores entregados día a día a su difícil tarea, hombres y mujeres que han hecho de su vida un servicio a los necesitados. Son lo mejor que tenemos en la Iglesia. Los más «grandes» a los ojos de Jesús.

sábado, 20 de octubre de 2018

UTILIZAR BIEN LAS PALABRAS


“El Evangelio de hoy”: Lc 12, 8-12

Lectura del santo evangelio según san Lucas:

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "Si uno se pone de mi parte ante los hombres, también el Hijo del hombre se pondrá de su parte ante los ángeles de Dios. Y si uno me reniega ante los hombres, lo renegarán a él ante los ángeles de Dios. Al que hable contra el Hijo del hombre se le podrá perdonar, pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo no se le perdonará. Cuando les conduzcan a la sinagoga, ante los magistrados y las autoridades, no se preocupen de lo que van a decir, o de cómo se van a defender. Porque el Espíritu Santo les enseñará en aquel momento lo que tienen que decir". Palabra del señor.

Reflexión

En el Evangelio de Hoy Jesús exhorta a la comunidad a aprender sobre el buen uso del discurso. El discurso a favor de Cristo no tiene límites. El testimonio es, en este sentido, una narración de la acción de Dios en el mundo por medio de las personas que Dios llama a vivir su palabra, los discípulos de Jesús, con el fin de fortalecer el Reino de Dios en la vida de su pueblo. Este discurso también ayuda a los creyentes a descubrir cómo Dios actúa, salvando a su pueblo en lo cotidiano.

El discurso de la comunidad y de la iglesia no debe caer en la tentación de descalificar lo bueno que otras personas hacen, sin importar si son de otras creencias o si no creen en nada. El bien tiene un valor propio, por encima de las buenas o malas opiniones, y el cristianismo reconoce que el bien es obra del Espíritu Santo. Por último, el evangelio nos recuerda que somos testigos de la resurrección, es decir, de la acción vivificadora de Dios en el mundo y fundamentalmente no debemos polemizar con quienes no estén de acuerdo con algunos aspectos particulares de nuestra doctrina religiosa. Vivamos nuestra fe.

martes, 2 de octubre de 2018

NO VIOLENCIA Y PLURALIDAD


“El Evangelio de Hoy”: Lc 9, 51-56

Lectura del santo evangelio según san Lucas:

Cuando se iba cumpliendo el tiempo de ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros por delante. De camino, entraron en una aldea de Samaria para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron, porque se dirigía a Jerusalén. Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le preguntaron: "Señor, ¿quieres que mandemos bajar fuego del cielo que acabe con ellos?" Él se volvió y les regañó. Y se marcharon a otra aldea. Palabra del Señor.

Reflexión.

El Evangelio de Hoy nos presenta a Jesús en camino hacia Jerusalén. La  teología del evangelio según San Lucas nos lleva de Galilea a Jerusalén y de Jerusalén a la eternidad pasando por el tiempo de la Iglesia, tiempo de acogida de la Buena Noticia y de testimoniar la fe.  Jesús aprovecha el viaje, la vida, para instruir a sus seguidores. Les enseña la Buena Noticia como una propuesta salvífica libremente acogida o rechazada por quienes la reciben. En su largo camino hacia Jerusalén van pasando por los pueblos y pidiendo posada.  A los samaritanos les molesta que se dirijan a Jerusalén y por eso deciden negarles hospedaje. Juan y Santiago, molestos por la actitud poco acogedora en aquel pueblo, reaccionan con violencia, invocando poderes superiores para que acaben con quienes se negaron a acogerles.

Consultan a Jesús sobre sus intenciones, pero él les reprende, enseñándoles que la violencia, que tiende a destruir a las personas que piensan o actúan de modo diferente, no forma parte de su Buena Noticia. Somos dados a buscar privilegios ante las dificultades. A nosotros nos corresponde, como comunidad creyente, seguir decididamente a Jesús, en actitud abierta, comprensiva y dialogante con quienes piensan diferente, forman parte de culturas diferentes y hasta carentes de hospitalidad. Como Iglesia no siempre hemos tenido en cuenta esta enseñanza de Jesús. En nuestra historia eclesial tenemos episodios vergonzantes, pero seguimos en camino y contamos con la compañía de Jesús, con su amor misericordioso. Avancemos con el corazón y la mente puestos en Jesús y su práctica, así viviremos en fidelidad evangélica. 

lunes, 1 de octubre de 2018

SERVIR ES LO IMPORTANTE


“El Evangelio de Hoy”: Lc 9, 46-50

Lectura del santo evangelio según san Lucas

En aquel tiempo, los discípulos se pusieron a discutir quién era el más importante. Jesús, adivinando lo que pensaban, cogió de la mano a un niño, lo puso a su lado y les dijo: "El que acoge a este niño en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí acoge al que me ha enviado. El más pequeño de ustedes es el más importante."
Juan tomó la palabra y dijo: "Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre y, como no es de los nuestros, se lo hemos querido impedir." Jesús le respondió: "No se lo impidan; el que no está contra ustedes, está a su favor."  Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

Hoy es la fiesta de Santa Teresa del Niño Jesús. El evangelio de Hoy nos recuerda los conflictos entre los discípulos sobre la grandeza de cada uno y  los puestos de importancia. Jesús siempre les bajaba los zumos recordándole que entre hermanos y hermanas, el importante es el que sirve a los demás sin buscar grandezas. Eso es lo que podemos hacer en nombre de Jesús y siempre estará bien: Hacer el bien, liberar a los otros con nuestro servicio oportuno y efectivo. La autoridad no debe entenderse como dominación, sino como servicio. El hacerse como un niño supone renunciar a las seguridades que da el prestigio, para asumir la gratuidad del servicio y la alegría de vivir.

Nada que esté mal hecho, que maltrate la vida de alguien, que desanime, enferme, mate o disminuya la vida de la creación de Dios podrá justificarse bajo el nombre de Jesús. Lo que nos justificará ante la historia y ante Dios es nuestro aporte a la vida, nuestro servicio a la vida concreta de las personas con las que convivimos. Que hoy y siempre nos dejemos inspirar por Jesús y su práctica. No impidamos lo bueno, lo constructivo, lo que anima a las personas… todo lo contrario, descubramos la presencia de Dios salvando y acompañando a su pueblo a través de quienes viven sirviendo a los demás. ¿Qué puedes hacer tú hoy como muestra de que estamos con Jesús?