EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

viernes, 17 de junio de 2016

DONDE ESTE TU TESORO, ALLÍ ESTARA TU CORAZÓN

“El Evangelio de Hoy”: Mt 6, 19-23

Lectura del santo evangelio según san Mateo:

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "No atesoren tesoros en la tierra, donde la polilla y la carcoma los roen, donde los ladrones abren boquetes y los roban. Atesoren tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni carcoma que se los coman, ni ladrones que abran boquetes y roben. Porque donde está tu tesoro, allí está tu corazón.
La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo está sano, tu cuerpo entero tendrá luz; si tu ojo está enfermo, tu cuerpo entero estará a oscuras. Y si la única luz que tienes está oscura, ¡cuánta será la oscuridad!" Palabra del Señor.

Reflexión

Nadie puede decir que los bienes son dañinos para los seres humanos o que haya que rechazarlos de plano para poder vivir la fe cristiana. Lo que el Sermón de la montaña nos recomienda es no acumular estos bienes como si fueran nuestra salvación. Es una invitación directa a no poner nuestra fe, nuestra esperanza en los bienes materiales, pues son pasajeros. Nuestra fe está puesta en los valores vividos y enseñados por Jesús y orientada hacia el servicio a nuestros hermanos y hermanas. Nuestra fe se vive desde el amor al prójimo, practicando la compasión y la solidaridad hacia los que viven situaciones inhumanas. De lo contrario, nos distanciamos de Jesús el Maestro al que seguimos.

Somos invitados a valorar estas actitudes y estilo  de vida de Jesús como un tesoro, como algo esencial. Esta es la manera de resistir a la tentación de contentarnos con placeres efímeros y satisfacciones pasajeras. ¿Cuál es nuestra valoración y utilización de los bienes? ¿Qué es lo que constituye nuestra mayor fuente de preocupación? ¿Qué tenemos y qué sentimos que nos falta? Pidámosle a Jesús que refuerce nuestra coherencia y nuestra adhesión a su persona y a su proyecto de Reino de Dios. Y no olvidemos que donde esta nuestro tesoro ahí está nuestro corazón. 

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