EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

sábado, 23 de diciembre de 2017

JUAN ES SU NOMBRE

“El Evangelio de Hoy”: Lc 1,57-66

Lectura del santo evangelio según san Lucas:

A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y la felicitaban. A los ocho días fueron a circuncidar al niño, y lo llamaban Zacarías, como a su padre. La madre intervino diciendo: "¡No! Se va a llamar Juan." Le replicaron: "Ninguno de tus parientes se llama así." Entonces preguntaban por señas al padre cómo quería que se llamase. Él pidió una tablilla y escribió: "Juan es su nombre." Todos se quedaron extrañados. Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios. Los vecinos quedaron sobrecogidos, y corrió la noticia por toda la montaña de Judea. Y todos los que lo oían reflexionaban diciendo: "¿Qué va a ser este niño?" Porque la mano del Señor estaba con él. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN


Bien cerca de la celebración de la Navidad, de nacimiento de Jesús, “El Evangelio de Hoy” nos trae el Nacimiento de Juan Bautista. Juan Bautista era pariente cercano de Jesús. Nació cuando sus padres eran mayores. Tan mayores que, Isabel y Zacarías, creían imposible tener descendencia. Sin embargo se vieron sorprendidos con el embarazo de Isabel. El nombre del niño le eligieron entre los dos, de acuerdo: Su nombre es Juan. Juan fue un hombre sencillo, sincero, y de palabra. Por todo esto tenía un grupo grande de discípulos y seguidores que le querían mucho. Cuando vio a Jesús que se acercaba a él, les dijo: Este es el Mesías. Síganle. Yo no soy nada, comparado con él, no soy digno de desatarle los cordones de sus sandalias. Jesús también hizo buenos comentarios sobre Juan Bautista, su primo: De todos los nacidos de mujer, nadie más grande que Juan. Qué será de este niño, decía la gente. Seguimos asistiendo a la confirmación de que para Dios nada es imposible. Así que acojamos con humildad, alegría, fe y confianza la presencia de Jesús entre nosotros, como Zacarías, dejemos que nuestra lengua se suelte y bendiga a Dios; y vivamos de acuerdo a las inspiraciones del Espíritu.

viernes, 22 de diciembre de 2017

EL MAGNÍFICA

“El Evangelio de Hoy”: Lc 1, 46-56

Lectura del santo evangelio según san Lucas:

En aquel tiempo, María dijo: "Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia por siempre." María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa. Palabra del Señor.

Reflexión

María proclama la grandeza de Dios que consiste en ser clemente y misericordioso; él es salvador, es poderoso, fuerte, compasivo con los empobrecidos y hambrientos; pero su fortaleza no es como la de los imperios; su fortaleza consiste en el amor y en socorrer a su pueblo y cumplir sus promesas. Aunque el cántico no haya sido compuesto literalmente por María, sí expresa con toda claridad la experiencia de Dios que acontece en su corazón. Sólo los pobres y los pequeños, libres de tantas ataduras producidas por el poder y la riqueza, son capaces de percibir con facilidad la actuación liberadora de Dios, aun en las cosas pequeñas e invisibles a los ojos de los soberbios y autosuficientes.

No es solo una oración de María, el Magníficat es, ante todo, un programa de vida para el creyente. Nos impulsa a hacer visibles los valores del Reino de Dios en medio de la historia. Todo lo que le atribuimos a Dios a favor de los pobres y necesitados, se convierte en una tarea a realizar por nosotros hoy en un mundo que sigue organizado de manera contraria a como creemos que lo organizaría Dios. Hagamos de este hermoso canto un motivo de meditación para afirmar una vez más nuestro compromiso como seguidores de Jesús al estilo de María y comprometernos de manera concreta a servir a los necesitados de nuestro entorno.

jueves, 21 de diciembre de 2017

MARÍA SALE AL ENCUENTRO DE LA VIDA

“El Evangelio de Hoy”: Lc 1,39-45

Lectura del santo evangelio según san Lucas:

Unos días después, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: "¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá."  Palabra del Señor.

Reflexión.

La Virgen sale rápidamente para ir a casa de Zacarías e Isabel a comunicar la buena noticia, cuyo gozo desborda su corazón. Ella ha escuchado la Palaba del ángel, ha aceptado la misión, y engendra la misma “Palabra” en sus entrañas. Pero su elección no es sólo para ser madre pasiva del Salvador, sino que se siente enviada a comunicar la Palabra al pueblo que espera ansioso al Mesías liberador. Por eso el encuentro de María con Isabel es un encuentro maravilloso, que el evangelista ilustra magistralmente con el “salto de gozo” de la criatura en las entrañas de Isabel.

Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá. María es proclamada como la gran bienaventurada por Isabel, a causa de su plena confianza y disposición para realizar la voluntad de Dios y cooperar en la Historia de Salvación. Por eso María es modelo de creyente, de discípula y de misionera. Abrir el corazón a la Palabra y dejarla crecer en el interior impulsa al creyente a salir a anunciarla por todas las montañas escabrosas del mundo entero. Nosotros podemos vivir la misma experiencia de fe y de compromiso con Dios si nos  dejamos llenar del Espíritu de Dios y responder con gozo a su llamado. Aprovechemos este tiempo de fiestas navideñas para creer verdaderamente en la Palabra hecha carne y compartir alegremente nuestra vida con los que nos rodean.

miércoles, 20 de diciembre de 2017

LA VOCACIÓN DE MARÍA

“El Evangelio de Hoy”: Lc 1, 26-38

Lectura del santo evangelio según san Lucas:

A los seis meses, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo." Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo: "No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin." Y María dijo al ángel: "¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?" El ángel le contestó: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible." María contestó: "Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra." Y la dejó el ángel. Palabra del Señor.

Reflexión.

¿Qué podrá Dios estarnos pidiendo hoy a ti y a mí? María, termina afirmando, "Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra." Ella ha escuchado la palabra de Dios y se pone a sus órdenes. ¿Cuál es la palabra que Dios te dice a ti hoy?  No es nada fácil el ejercicio de discernir cuál es la voluntad de Dios para cada persona, pero es  una experiencia  que debemos buscar si queremos vivir nuestra vocación humana y cristiana adecuadamente. Fijémonos que si es voluntad de Dios siempre apuntará hacia la vida, anunciará la mejoría, cumplirá la promesa de Dios de salvar y alegrar. Todo lo que promueve a las personas y la Creación integral de Dios, forma parte de su voluntad.

María se convierte en auténtica creyente, que espera que Dios realice sus promesas, se constituye en modelo y paradigma de creyente porque, como Abrahán, confía plenamente en la promesa de Dios y coloca todas sus posibilidades y cualidades al servicio de esta causa. Nosotros estamos invitados hoy por este evangelio, a descubrir el anuncio de Dios hoy. ¿Qué es lo que Dios nos está anunciando hoy como salvación para  todo su pueblo?. Dios nos llama, nos elige, nos propone, pero espera nuestra respuesta libre y voluntaria. Luchemos contra la desesperación, la indiferencia y el desinterés. Impliquémonos como María en los proyectos de Dios. Demos nosotros también nuestro sí a Dios.

martes, 19 de diciembre de 2017

DIOS CUMPLE SU PROMESA

“El Evangelio de Hoy”: Lc 1,5-25

Lectura del santo evangelio según san Lucas:

En tiempos de Herodes, rey de Judea, había un sacerdote llamado Zacarías, del turno de Abías, casado con una descendiente de Aarón llamada Isabel. Los dos eran justos ante Dios, y caminaban sin falta según los mandamientos y leyes del Señor. No tenían hijos, porque Isabel era estéril, y los dos eran de edad avanzada.
Una vez que oficiaba delante de Dios con el grupo de su turno, según el ritual de los sacerdotes, le tocó a él entrar en el santuario del Señor a ofrecer el incienso; la muchedumbre del pueblo estaba fuera rezando durante la ofrenda del incienso. Y se le apareció el ángel del Señor, de pie a la derecha del altar del incienso. Al verlo, Zacarías se sobresaltó y quedó sobrecogido de temor. Pero el ángel le dijo: "No temas, Zacarías, porque tu ruego ha sido escuchado: tu mujer Isabel te dará un hijo, y le pondrás por nombre Juan. Te llenarás de alegría, y muchos se alegrarán de su nacimiento. Pues será grande a los ojos del Señor: no beberá vino ni licor; se llenará de Espíritu Santo ya en el vientre materno, y convertirá muchos israelitas al Señor, su Dios. Irá delante del Señor, con el espíritu y poder de Elías, para convertir los corazones de los padres hacia los hijos, y a los desobedientes, a la sensatez de los justos, preparando para el Señor un pueblo bien dispuesto."
Zacarías replicó al ángel: "¿Cómo estaré seguro de eso? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad avanzada." El ángel le contestó: "Yo soy Gabriel, que sirvo en presencia de Dios; he sido enviado a hablarte para darte esta buena noticia. Pero mira: te quedarás mudo, sin poder hablar, hasta el día en que esto suceda, porque no has dado fe a mis palabras, que se cumplirán en su momento."
El pueblo estaba aguardando a Zacarías, sorprendido de que tardase tanto en el santuario. Al salir no podía hablarles, y ellos comprendieron que había tenido una visión en el santuario. Él les hablaba por señas, porque seguía mudo. Al cumplirse los días de su servicio en el templo volvió a casa. Días después concibió Isabel, su mujer, y estuvo sin salir cinco meses, diciendo: "Así me ha tratado el Señor cuando se ha dignado quitar mi afrenta ante los hombres." Palabra del Señor.

Reflexión


El relato del Evangelio de Hoy solo lo encontramos en el Evangelio de San Lucas. El anuncio del ángel deja a Zacarías mudo hasta el nacimiento de Juan, porque el silencio es la actitud reverencial y de expectativa frente a Dios. Silencio, esterilidad, ancianidad, son símbolos de un pueblo que a pesar de todo confía enteramente en las promesas de Dios.  Los pocos que continúan atentos y atentas al cumplimiento de las promesas del Señor. Se alegrarán de los signos que comienzan a verse de la presencia del Dios de la Alianza. Abramos el corazón para que podamos percibir la presencia fascinante de Dios que viene a anunciarnos buenas y grandes noticias de liberación para nuestro pueblo.

lunes, 18 de diciembre de 2017

JOSÉ SE ADHIERE A LOS PLANES DE DIOS

“El Evangelio de Hoy”: Mt 1,18-24

Lectura del santo evangelio según san Mateo:

El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: "José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados." Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho el Señor por el Profeta: "Miren: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa "Dios-con-nosotros". Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y se llevó a casa a su mujer. Palabra del Señor.

Reflexión

El texto nos dice que José decidió abandonarla en secreto, tal vez alejándose de ella sin que nadie se diera cuenta. Posiblemente las críticas recaerían sobre él por ser un padre irresponsable, pero no pasaría de ahí. Sin embargo, el amor tan grande por la joven María le lleva a escuchar en su conciencia recta y justa la voz de Dios, que le indica el origen y el destino de aquel niño. Será el EMANUEL, el Dios-con-nosotros, “Dios en persona que viene a salvarnos”. El amor es siempre portador de soluciones de vida y no de muerte.

A partir de su amor por María, José se da cuenta de que él mismo tiene una misión en el plan de salvación de Dios. Su amor, su rectitud, su libertad responsable, se ven compensadas de alguna manera por la maravillosa misión que Dios confía en sus manos: ser el rostro paterno para este niño en quien, humanamente, Jesús va descubriendo el rostro misericordioso y bondadoso del Padre Dios. No sabemos mucho más sobre José y su vida, pero queda en nosotros la imagen de un hombre profundamente creyente en el cumplimiento de las promesas de Dios a favor de su pueblo. 

sábado, 16 de diciembre de 2017

JESÚS, JUAN BAUTISTA, ELÍAS...

“El Evangelio de Hoy”: Mt 17, 10-13.

Lectura del santo evangelio según san Mateo.

Cuando bajaban de la montaña, los discípulos preguntaron a Jesús: "¿Por qué dicen los escribas que primero tiene que venir Elías?" Él les contestó: "Elías vendrá y lo renovará todo. Pero les digo que Elías ya ha venido, y no lo reconocieron, sino que lo trataron a su antojo. Así también el Hijo del hombre va a padecer a manos de ellos." Entonces entendieron los discípulos que se refería a Juan, el Bautista. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

No hay que confundir a Jesús con ningún otro personaje del pasado ni del presente. Jesús nos muestra en el momento actual cómo avanzar en nuestra relación con Dios y con nuestros hermanos y hermanas. Su evangelio despierta acciones de bondad. Seguirlo a él de corazón nos hace creativos y nos lanza a la aventura de seguir la tarea de construcción de su reino con alegría y confianza. En vez de pensar en el pasado, en lugar de avaluar si estamos cumpliendo los antiguos mandamientos, abramos bien nuestro corazón, nuestros oídos y nuestra mente para discernir lo que Dios nos revela hoy y realizarlo con mucha humildad, como nuestra colaboración en la construcción del Reinado de Dios.

Los cristianos de hoy necesitamos urgentemente "interiorizar" nuestra religión si queremos reavivar nuestra fe. No basta oír el Evangelio de manera distraída, rutinaria y gastada, sin deseo alguno de escuchar y vivir lo creído. No basta tampoco una escucha inteligente preocupada solo de entender. Necesitamos escuchar a Jesús vivo en lo más íntimo de nuestro ser. Todos, predicadores y pueblo fiel, necesitamos escuchar su Buena Noticia de Dios, no desde fuera sino desde dentro. Dejar que sus palabras desciendan de nuestras cabezas hasta el corazón. Nuestra fe sería más fuerte, más gozosa, más contagiosa.

viernes, 15 de diciembre de 2017

REACCIONAR ANTE JESÚS

“El Evangelio de Hoy”: Mt 11, 16-19

Lectura del santo evangelio según san Mateo:

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: "¿A quién se parece esta generación? Se parece a los niños sentados en la plaza, que gritan a otros: "Hemos tocado la flauta, y no han bailado; hemos cantado lamentaciones, y no han llorado." Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: "Tiene un demonio." Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: "Ahí tienen a un comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores." Pero los hechos dan razón a la sabiduría de Dios." Palabra del Señor.

Reflexión

Nuestra vida no puede constituirse de una eterna rebeldía sin causa, tenemos que superar la adolescencia espiritual para dirigirnos hacia la madurez, inquieta, pero pedagógica y saludable. Nos toca definirnos ante la propuesta de Jesús. Estos versículos del evangelio de Mateo contienen una fuente inmensa de cuestionamientos que pueden ayudarnos a reflexionar y a crecer en la práctica de fe. Sin encerrarnos en concepciones fundamentalistas tenemos que aprender a disfrutar la vida y avanzar paulatinamente en la búsqueda de nuestros objetivos y metas esenciales. Aprendamos a no amargarnos ni llenarnos de odios y rencores frente a lo diferente a nosotros. Nuestra identidad cristiana no debe llevarnos aislarnos de los demás, pero tampoco a dejarnos llevar por las corrientes sociales desprovistas de significación y trascendencia.

Es particularmente interesante el final de este texto: “Pero los hechos dan razón a la sabiduría de Dios." Con frecuencia damos la espalda al plan de Dios: la fraternidad, la justicia, el amor mutuo, el compromiso a favor del bien común… pero en el fondo, nos damos cuenta que es eso lo que verdaderamente nos realiza como persona y como humanidad. Este Adviento será significativo para nosotros en la medida en que crezcamos en confianza hacia Dios y nuestros semejantes. Esta confianza nos permitirá vivir con esperanza activa, en un proceso permanente de búsqueda y encuentro.

jueves, 14 de diciembre de 2017

JUAN BAUTISTA Y JESÚS

“El Evangelio de Hoy”: Mt 11, 11-15

Lectura del santo evangelio según san Mateo:

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: "Les aseguro que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan, el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él. Desde los días de Juan, el Bautista, hasta ahora se hace violencia contra el reino de Dios, y gente violenta quiere arrebatárselo. Los profetas y la Ley han profetizado hasta que vino Juan; él es Elías, el que tenía que venir, con tal que quieran admitirlo. El que tenga oídos que escuche." Palabra del Señor.

Reflexión

En el Evangelio de Hoy Jesús resalta la figura de Juan el Bautista; es el gran profeta, Elías, a quien los judíos esperaban con ansiedad. Elías debería venir antes que el Mesías de Dios como una señal de la inminente llegada del Salvador. Pero probablemente la imagen del profeta que ellos esperaban no coincide con el estilo de Juan el Bautista. Sin embargo, en la nueva propuesta de Jesús Juan no será más grande que los demás. Todos gozan equitativamente del amor y de la misericordia de Dios. Este texto del evangelio según San Mateo nos puede ayudar a preguntarnos sobre nuestra esperanza. ¿Qué esperamos nosotros hoy y cómo lo hacemos? ¿Cuáles son las características que le atribuimos al Jesús que nosotros esperamos?

Las comunidades cristianas debemos encarnar los valores proféticos de la misericordia y la compasión, antesala de la reconciliación y de la solidaridad fraterna. Cada comunidad de creyentes deberá simbolizar la figura de Juan el Bautista, el profeta capaz de denunciar abiertamente la maldad del pueblo y de sus gobernantes, invitar con insistencia a la conversión y anunciar la salvación integral de Dios para todos. No se trata de hacer justicia al estilo civil, por nuestras propias manos, sino de tomar postura pública como comunidad que tiene los pies sobre la tierra y que se preocupa por ir instaurando en nuestra historia el Reino de Dios.

martes, 12 de diciembre de 2017

GUADALUPE

“El Evangelio de Hoy”: Lc 1, 39-45

Lectura del santo evangelio según san Lucas: 

Unos días después, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: "¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

Hoy celebramos la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de Las Américas. El Evangelio de Hoy nos recuerda la importancia de María y su fe para nosotros en todo tiempo: María es esa mujer abierta al proyecto de salvación que tiene Dios para la humanidad. Su apertura le hace escuchar positivamente el llamado de Dios y aceptar comprometerse en su causa. Sin dejar de ser una mujer común y corriente como todas las mujeres de todos los tiempos, es capaz de sintonizar profundamente con el plan de Dios. Todo lo vivido por María puede ser vivido por nosotros, ella pertenece a nuestra raza humana.

La dicha de María es la de ser creyente, como se lo dice Isabel, “Dichosa tú que has creído”. Al mismo tiempo, tanto María como Isabel se sienten hondamente agradecidas de Dios por sus atenciones hacia ellas. Estamos acostumbrados a reclamarle a Dios la paga por nuestras obras y obediencia como si tuviéramos méritos. Somos invitados a descubrir lo que Dios hace por nosotros en medio de nuestra realidad, a veces duras e insostenibles, y agradecerle. “Quien soy yo”, dice Isabel.

Como María se pone en camino y va a ver a Isabel, como ha venido a nuestro Continente y acompaña discreta y maternalmente nuestras comunidades, así estamos nosotros llamados hoy a  ser misioneros del amor de Dios en nuestro mundo necesitado de paz y de justicia. Como “Pueblo de Dios”, inspirémonos en María de Guadalupe y continuemos nuestra misión con alegría sabiéndonos bien acompañados por ella en la tarea de seguir a su Hijo.

lunes, 11 de diciembre de 2017

JESÚS ES PRESENCIA DE DIOS SALVANDO

“El Evangelio de Hoy”: Lc 5,17-26

Lectura del santo evangelio según san Lucas: 

Un día estaba Jesús enseñando, y estaban sentados unos fariseos y maestros de la ley, venidos de todas las aldeas de Galilea, Judea y Jerusalén. Y el poder del Señor lo impulsaba a curar.
Llegaron unos hombres que traían en una camilla a un paralítico y trataban de introducirlo para colocarlo delante de él. No encontrando por donde introducirlo, a causa del gentío, subieron a la azotea y, separando las losetas, lo descolgaron con la camilla hasta el centro, delante de Jesús. Él, viendo la fe que tenían, dijo: "Hombre, tus pecados están perdonados."
Los escribas y los fariseos se pusieron a pensar: "¿Quién es éste que dice blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados más que Dios?" Pero Jesús, leyendo sus pensamientos, les replicó: "¿Qué piensan en su interior? ¿Qué es más fácil: decir "tus pecados quedan perdonados", o decir "levántate y anda"? Pues para que vean que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar pecados -dijo al paralítico-: A ti te lo digo, ponte en pie, toma tu camilla y vete a tu casa." Él, levantándose al punto, a la vista de ellos, tomó la camilla donde estaba tendido y se marchó a su casa dando gloria a Dios.
Todos quedaron asombrados, y daban gloria a Dios, diciendo llenos de temor: "Hoy hemos visto cosas admirables." Palabra del señor.

Reflexión

“Hoy hemos visto cosas admirables.” La capacidad de admiración frente a la actuación de Dios en nuestra vida está estrechamente ligada a nuestra capacidad de discernimiento de los signos realizados, también hoy, por Jesús. Los escribas y fariseos solo vieron blasfemias pero los que esperaban ver realizadas las promesas de Dios, vieron en Jesús su salvación, y daban gloria a Dios.

La presencia de Dios en nuestra vida nos impulsa a hacer el bien. En ese sentido ese bien que hacemos se convierte en glorificación de Dios pues la Gloria de Dios es la vida de las personas, (como decía San Ireneo) Este evangelio sobre la curación de un paralítico deja ver claro que Dios actúa en Jesús. El poder de Dios lo impulsaba a curar a los afectados por los males de la sociedad, que impedían a los pobres poder caminar y asumir su propia historia. Por eso Jesús confronta a los representantes del sistema religioso, que tienen paralizado al pueblo, y ordena al paralítico que se ponga en pie. Somos urgentemente invitados por Jesús a mostrar nuestra sensibilidad frente a las necesidades de quienes nos rodean.

Salgamos de nuestras parálisis. Que nadie nos impida acceder a Jesús. Forcemos las barreras de quienes se resisten a la justicia y a la fraternidad. Muchos son los factores que nos impiden caminar y nos mantienen postrados, rendidos, oprimidos. Nosotros, seguidores de Jesús, tenemos la misión del mismo Maestro de levantar a todos los que están postrados por múltiples parálisis que les impiden recobrar su dignidad. Pero para ello necesitamos llenarnos de la fuerza de Dios. Esta fuerza nos impulsará hacia nuestros hermanos para servirles con cariño.

domingo, 10 de diciembre de 2017

PREPARAR LOS CAMINOS DEL SEÑOR

“El Evangelio de Hoy”: Mc 1, 1-8.

Lectura del santo evangelio según san Marcos

Comienza el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Está escrito en el profeta Isaías: - Yo envío mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino. Una voz grita en el desierto: «Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos». Juan bautizaba en el desierto; predicaba que se convirtieran y se bautizaran, para que se les perdonasen los pecados. Acudía la gente de Judea y de Jerusalén, confesaban sus pecados, y él los bautizaba en el Jordán. Juan iba vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y proclamaba: - Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias. Yo los he bautizado con agua, pero él los bautizará con Espíritu Santo. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

Éste es el inicio solemne y gozoso del evangelio de Marcos. Pero, a continuación, de manera abrupta y sin advertencia alguna, comienza a hablar de la urgente conversión que necesita vivir todo el pueblo para acoger a su Mesías y Señor. En el desierto aparece un profeta Juan Bautista. Viene a «preparar el camino del Señor». Lo que busca Juan va más allá de la conversión moral de cada persona. Se trata de «preparar el camino del Señor», un camino concreto y bien definido, el camino que va a seguir Jesús.
Según Marcos, «confesaban sus pecados» y Juan «los bautizaba». La conversión que necesita nuestro modo de vivir el cristianismo requiere un tiempo largo de recogimiento y trabajo interior. Somos llamados a la conversión que necesitamos para acoger más fielmente a Jesucristo en el centro de nuestro cristianismo. También nosotros necesitamos confesar y abandonar nuestros pecados. Sin reconocer los errores no es posible preparar los caminos del Señor.


sábado, 9 de diciembre de 2017

PROCLAMEN EL REYNO

“El Evangelio de Hoy”: Mt 9,35-10,1.6-8 Lectura del santo evangelio según san Mateo: En aquel tiempo, Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, anunciando el Evangelio del reino y curando todas las enfermedades y todas las dolencias. Al ver a las gentes, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: "La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rueguen, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies." Y llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y dolencia. A estos doce los envió con estas instrucciones: "Vayan a las ovejas descarriadas de Israel. Vayan y proclamen que el reino de los cielos está cerca. Curen enfermos, resuciten muertos, limpien leprosos, echen demonios. Lo que han recibido gratis, denlo gratis." Palabra del Señor. Reflexión El reino de Dios está ha sido evidenciado por Jesús y su práctica fraternal y compasiva. A nosotros nos toca, ahora, seguir impulsándolo con nuestra vida de fe. No muchos se interesan por esto pues estamos distraídos y dedicados a temas más inmediatos y prácticos que ganan nuestra atención y consagración. Jesús nos enseña a pedir por las vocaciones. Pedirle a Dios que despierte personas que se consagren a trabajar por su pueblo, sirviéndole no por lo que le paguen sino por el gusto que sientan al dar de lo que son y tienen. Creo que sin ser un religioso ni un sacerdote, Nelson Mandela ha sido uno de estos que nos enseña con su vida, que lo más importante es dedicarse al servicio de los demás en ramas concretas del diario vivir. Así que no nos hagamos los sordos a la llamada que nos hace Jesús y sintámonos enviados hoy a compartir nuestra vida con personas ajenas hasta ahora, a nuestro universo habitual. Se nos pide salir de la comodidad y la seguridad de la comunidad para ir más allá. Es un buen ejercicio para este Adviento: Celebrar con otros que casi nunca están en nuestras celebraciones, ir más allá de los límites de siempre, arriesguémonos a ello. Convertirnos en misioneras y misioneros del amor compasivo de Dios. Intentar ser medicina contra los males de nuestro tiempo.

viernes, 8 de diciembre de 2017

LA INMACULADA ANUNCIA EL FUTURO DE LA HUMANIDAD

“El Evangelio de Hoy”: Lc 1, 26-38

Lectura del santo evangelio según san Lucas:

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo." Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo: "No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin." Y María dijo al ángel: "¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?" El ángel le contestó: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible." María contestó: "Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra." Y la dejó el ángel. Palabra del Señor.

Reflexión

La Iglesia celebra con gozo y alegría desbordantes la fiesta de la Inmaculada Concepción de María. Esa humilde, sencilla y pequeña aldeana de Nazaret ha sido elegida por Dios para realizar su plan de salvación encarnado en la historia, en la cultura, en la realidad del pueblo. El anuncio no llega a una gran señora de Jerusalén ni al Templo de Jerusalén, centro de peregrinación de la época. Las cosas de Dios siempre son así.

Dios se dispone a cumplir la promesa hecha a su pueblo de enviarle un Mesías, un Salvador. En María y por medio de ella Dios asume plenamente nuestra condición humana para redimirla. La fe popular y la tradición de la Iglesia han dado un significado mayor a este acontecimiento salvífico. Es la fe del pueblo la que declara que María ha sido “capacitada” por Dios para no consentir con el pecado. La declaración del dogma (enseñanza) de la Inmaculada Concepción data del 8 de diciembre de 1854, realizada por el Papa Pío IX mediante la bula (documento papal) “Innefabilis Deus”. Venerar a María como “libre de pecado” es señalar el anticipo del futuro de la humanidad. Los seres humanos estamos llamados, por iniciativa divina, para alcanzar la perfección en la fe (madurez en la fe) como la alcanzó María. Pero es sólo el amor el que nos puede transformar en libres de pecado como María. La vida, la muerte y la resurrección de Jesús nos han perfeccionado. Somos llamados a asumir esa perfección con humildad y confianza.

El mismo día de la declaración del dogma o enseñanza sobre la Inmaculada concepción, 8-12-1854, nacimos los Misioneros del Sagrado  Corazón de Jesús en  Francia, con la encomienda  de ser en el mundo el Corazón de Dios, evidenciando con la vida fraterna, el amor del Corazón de Dios por la humanidad y muy especialmente por los menos favorecidos de nuestra sociedad. Nos felicitamos los MSC del mundo al celebrar 163 aniversarios de fundados y nos animamos mutuamente a seguir viviendo nuestro Carisma, nuestra Espiritualidad del Corazón y nuestra Misión que es la misma de Jesús.

miércoles, 6 de diciembre de 2017

COMIERON TODOS

“El Evangelio de Hoy”: Mt 15, 29-37

Lectura del santo evangelio según san Mateo:

En aquel tiempo, Jesús, bordeando el lago de Galilea, subió al monte y se sentó en él. Acudió a él mucha gente llevando tullidos, ciegos, lisiados, sordomudos y muchos otros; los echaban a sus pies, y él los curaba. La gente se admiraba al ver hablar a los mudos, sanos a los lisiados, andar a los tullidos y con vista a los ciegos, y dieron gloria al Dios de Israel. Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: "Me da lástima de la gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen qué comer. Y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que se desmayen en el camino." Los discípulos le preguntaron: "¿De dónde vamos a sacar en un despoblado panes suficientes para saciar a tanta gente?" Jesús les preguntó: "¿Cuántos panes tienen?" Ellos contestaron: "Siete y unos pocos peces." Él mandó que la gente se sentara en el suelo. Tomó los siete panes y los peces, dijo la acción de gracias, los partió y los fue dando a los discípulos, y los discípulos a la gente. Comieron todos hasta saciarse y recogieron las sobras: siete cestas llenas. Palabra del Señor.

Reflexión

En el Evangelio de Hoy encontramos a Jesús mostrando a la gente el inicio del cumplimiento de la promesa de Dios. Dios está presente en medio de su pueblo y realiza signos de salvación. Aquello que limita su felicidad, todo lo que empequeñece a las personas comienza a ser vencido. La gente experimenta razones para alegrarse y compartir la vida y la comida. El Reino no está presente en su plenitud, pero muestra signos de que crece y se instala entre los pobres y necesitados.

El texto del evangelista San Mateo integra por una parte el relato de la acción sanadora de Jesús, devolviendo la salud, la dignidad y la vida al pueblo, enfermo y desesperanzado por tantos males que le afectaban, y, Por otra parte, Jesús muestra la base compasiva y misericordiosa que marca su acción liberadora a través de los milagros. Jesús se hace alimento que sacia el hambre de todos los que se acercan a él. Siete panes y siete canastas de sobras significan la plenitud de los bienes mesiánicos. Nadie está salvo porque coma y tenga con qué afrontar las enfermedades pero es un buen estímulo para seguir trabajando por un bienestar más pleno y duradero, por el Reino definitivo.

martes, 5 de diciembre de 2017

LLENO DE LA ALEGRÍA DEL ESPÍRITU

“El Evangelio de Hoy”: Lc 10, 21-24

Lectura del santo evangelio según san Lucas: 

En aquel tiempo, lleno de la alegría del Espíritu Santo, exclamó Jesús: "Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos, y las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, porque así te ha parecido bien. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo, sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiere revelar."
Y volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: "¡Dichosos los ojos que ven lo que ustedes ven! Porque les digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que ven ustedes, y no lo vieron; y oír lo que oyen, y no lo oyeron." Palabra del Señor.

Reflexión

Este texto nos revela la capacidad de Jesús para admirarse, agradecer a Dios por sus acciones a favor de las personas y glorificarlo al descubrir su grandeza.  Esta capacidad le viene a Jesús del Espíritu Santo quien le llena de sabiduría para discernir o descubrir la presencia de Dios obrando a favor del necesitado. El evangelio de san Lucas señala que Jesús está lleno del Espíritu de Dios. Generalmente se suele confundir la sabiduría con la acumulación de conocimientos, o la memorización de datos que producen poder y prestigio.

Una vez más se hace necesario tener la sensibilidad del Espíritu para descubrir en nuestro entorno la sabiduría de Dios. Tal vez no sea en los grandes centros de formación teológica, sino en las pequeñas comunidades cristianas o en grupos de oración, y en los sectores parroquiales donde se muestra la revelación de Dios. Oremos al Señor para que nos conceda la sabiduría del Espíritu para descubrir la presencia del Reino en lo sencillo y pequeño de este mundo. Dios nos acompañe en nuestras luchas cotidianas.

lunes, 4 de diciembre de 2017

NO HE ENCONTRADO A NADIE CON TANTA FE

“El Evangelio de Hoy”: Mt 8, 5-11

Lectura del santo evangelio según san Mateo:

En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó rogándole: "Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho." Jesús le contestó: "Voy yo a curarlo." Pero el centurión le replicó: "Señor, no soy quien para que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; y le digo a uno: "Ve", y va; al otro: "Ven", y viene; a mi criado: "Haz esto", y lo hace." Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían: "Les aseguro que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe. Les digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los cielos." Palabra del Señor.

Reflexión

Ayer iniciamos un nuevo Año Litúrgico, con el   Adviento.  Recordemos que durante el Año Litúrgico leemos en los acontecimientos y enseñanzas más importantes de la vida y la misión de Jesús. En el Evangelio de Hoy, Jesús anuncia el evangelio al pueblo de Israel, pero éste no acepta la propuesta salvífica de Dios. Su apego a la ley, al templo, a las tradiciones y a las instituciones le impide ver la novedad de la Buena Nueva. Las prácticas como expresión de la fe es organizada por la Iglesia pero tenemos que continuar escuchando a Jesús en nuestros corazones y aceptando su palabra.

Este episodio que quiere llamar a la atención a los miembros del pueblo elegido y acompañado por Dios. Un centurión romano -militar, invasor, impuro, pecador- descubre la autoridad de Jesús sobre los males y dolencias que aquejan al pueblo. Por eso le pide a Jesús que sane a su criado, porque tiene autoridad sobre la enfermedad y la muerte, que marginan y aniquilan a la persona humana. Jesús alaba abiertamente la fe del pagano, en contraste con la falta de fe de sus paisanos judíos. ¡Qué difícil es ver más allá de las estructuras de la legalidad y la tradición! La fe, en este caso, es la capacidad de ver la profundidad de la persona de Jesús y aferrarse a él como fuente de vida y esperanza.

domingo, 3 de diciembre de 2017

VELAR ES VIVIR CONSCIENTES

“El Evangelio de Hoy”: Mc 13, 33-37.

Lectura del santo evangelio según san Marcos

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: - Miren, vigilen: pues no saben cuándo es el momento. Es igual que un hombre que se fue de viaje, y dejó su casa y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara. Velen entonces, pues no saben cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer: no sea que venga inesperadamente y los encuentre dormidos. Lo que les digo a ustedes, lo digo a todos: ¡velen!  Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

Iniciamos el Tiempo de Adviento. Hay un grito que se repite en el mensaje evangélico y se condensa en una sola palabra: «Velen!». Es una invitación a vivir de manera lúcida, sin dejarnos arrastrar por la insensatez que parece invadirlo casi todo. Una invitación a mantener despierta nuestra resistencia y rebeldía, a no actuar como todo el mundo, a ser diferentes, a no identificamos con tal mediocridad. Para eso lo primero es aprender a mirar la realidad con ojos nuevos. Las cosas no son sólo como aparecen en los medios de comunicación. En el corazón de las personas hay más bondad y ternura que lo que captamos a primera vista. Todo cambia cuando miramos a las personas con más simpatía, tratando de comprender sus limitaciones y sus posibilidades.

Es importante no dejar que se apague en nosotros el gusto por la vida y el deseo de lo bueno. Aprender a vivir con corazón y querer a las personas buscando su bien. No ceder a la indiferencia. Vivir con pasión la pequeña aventura de cada día. No desentendernos de los problemas de la gente: sufrir con los que sufren y gozar con los que gozan. Las comunidades cristianas deberían ser un lugar para aprender a vivir despiertos, sin cerrar los ojos, sin escapar del mundo, sin pretender amar a Dios de espaldas a los que sufren. Vigilar es ser conscientes de lo que pasa y apostar a lo que Jesús nos muestra con su vida y su palabra.

viernes, 1 de diciembre de 2017

HACER VISIBLE LA SALVACIÓN

“El Evangelio de Hoy”: Lc 21,29-33 Lectura del santo evangelio según san Lucas En aquel tiempo, puso Jesús una parábola a sus discípulos: "Fíjense en la higuera o en cualquier árbol: cuando echan brotes, les basta verlos para saber que el verano está cerca. Pues, cuando vean que suceden estas cosas, sepan que está cerca el reino de Dios. Les aseguro que antes que pase esta generación todo eso se cumplirá. El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán." Palabra del Señor. Reflexión Jesús nos enseña que es necesario leer los signos de los tiempos, los signos de la historia, los signos de la presencia del reino de Dios creciendo en medio de nuestras labores cotidianas. Los evangelios han recogido de diversas formas la llamada insistente de Jesús a vivir despiertos y vigilantes, muy atentos a los signos de los tiempos. Nuestra tarea o misión para hoy es hacer visible el reino que Jesús instauró. Lo haremos visible viviendo lo enseñado por Jesús, la fraternidad, la justicia, la igualdad… si esto no está el reino no se verá. Al principio, los cristianos dieron mucha importancia a esta “vigilancia” para estar preparados ante la venida inminente del Señor. Más tarde, se tomó conciencia de que vivir con lucidez, atentos a los signos de cada época, es imprescindible para mantenernos fieles a Jesús a lo largo de la historia. La luz para poder interpretar de manera cristiana los signos son los evangelios que nos muestran a Jesús haciendo presente el reino a través de su vida y su trato a la gente que encuentra día a día.

jueves, 30 de noviembre de 2017

JESÚS LLAMA A SEGUIRLE

 “El Evangelio de Hoy”: Mt 4,18-22

Lectura del santo evangelio según san Mateo:

En aquel tiempo, pasando Jesús ante el lago de Galilea, vio a dos hermanos, a Simón, al que llaman Pedro, y a Andrés, su hermano, que estaban echando el copo en el lago, pues eran pescadores. Les dijo: "Vengan y síganme, y los haré pescadores de hombres." Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Y, pasando adelante, vio a otros dos hermanos, a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan, que estaban en la barca repasando las redes con Zebedeo, su padre. Jesús los llamó también. Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron. Palabra del Señor.

Reflexión.

Celebramos la fiesta del Apóstol San Andrés.  En El Evangelio de Hoy Jesús hace un llamado a sus primeros 4 discípulos y estos le siguen sin tardar. Les llama allí donde ellos están, en medio de sus afanes cotidianos. Primero, un encuentro con Jesús, quien, mientras ellos se ocupan de su sustento, él se consagra a la predicación del evangelio. Segundo, después del encuentro viene la invitación para que lo acompañen y algún día se conviertan en pescadores de la nueva humanidad.

El camino que él les propone tiene un comienzo, pero es una incógnita todavía su final. El tercer momento es la respuesta, que implica dejarlo todo, romper con la vida anterior y lanzarse hacia lo desconocido. Cuando Dios llama, nuestra respuesta nos moviliza. Muestra de ello es el testimonio bíblico de Abrahán, Moisés, Jacob, los profetas, María, Jesús mismos a partir de su bautismo… El compromiso de fe se vive como un desplazamiento, un cambio de vida, una respuesta a la llamada de Dios.

miércoles, 29 de noviembre de 2017

PERSEVERANCIA

“El Evangelio de Hoy”: Lc 21, 12-19

Lectura del santo evangelio según san Lucas:

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "Les echarán mano, los perseguirán, estregándolos a los tribunales y a la cárcel, y los harán comparecer ante reyes y gobernadores por causa de mi nombre: así tendrán ocasión de dar testimonio. Hagan propósito de no preparar su defensa, porque yo les daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario de ustedes. Y hasta sus padres, y parientes, y hermanos, y amigos los traicionarán, y matarán a algunos de ustedes, y todos los odiarán por causa de mi nombre. Pero ni un cabello de su cabeza perecerá; con su perseverancia salvarán sus vidas". Palabra del Señor.

Reflexión

San Lucas nos recuerda que ese riesgo es un elemento constitutivo del evangelio. No se puede pretender cambiar el mundo, sin que al mismo tiempo ese mundo se vuelva en contra.  Vivir la verdad, buscar esta verdad dignificante y humanizante, choca frontalmente contra una clase social poderosa que se alimenta de las injusticias y de los abusos contra todo un pueblo. La respuesta de la institución es radical y genocida: odio, persecución, encarcelamiento y muerte.

El mérito del cristianismo, en sus primeros siglos fue servir de levadura para transformar la situación de millones de personas marginadas. Para ser verdaderamente cristianos necesitamos vivir siguiendo la enseñanza del Maestro, vivir de su Palabra. Volver una y otra vez a la fuente, vivir la perseverancia de manera serena como quienes vivimos en Cristo para siempre. Pero no siempre creemos en las Palabras y en las prácticas de Jesús y terminamos convirtiéndonos nosotros a la cultura y a la práctica de nuestra sociedad en vez de buscar cambiar esa cultura de muerte y esa práctica injusta de nuestra sociedad. Cuando peor nos sintamos recordemos estas palabras del Señor: “Pero ni un cabello de su cabeza perecerá; con su perseverancia salvarán sus vidas".