EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

sábado, 31 de enero de 2015

¡HASTA EL VIENTO Y LAS AGUAS LE OBEDECEN!

«El Evangelio de Hoy»:  Mc 4, 35-41"

Lectura del santo evangelio según san Marcos:
Un día, al atardecer, dijo Jesús a sus discípulos: «Vamos a la otra orilla.»
Dejando a la gente, se lo llevaron en barca, como estaba; otras barcas lo acompañaban. Se levantó un fuerte huracán, y las olas rompían contra la barca hasta casi llenarla de agua. Él estaba a popa, dormido sobre un almohadón. 
Lo despertaron, diciéndole: «Maestro, ¿no te importa que nos hundamos?»
Se puso en pie, increpó al viento y dijo al lago: «¡Silencio, cállate!»
El viento cesó y vino una gran calma. Él les dijo: «¿Por qué sois tan cobardes? ¿Aún no tenéis fe?» 
Se quedaron espantados y se decían unos a otros: «¿Pero quién es éste? ¡Hasta el viento y las aguas le obedecen!»
Palabra del Señor

Reflexión
El Evangelio de hoy nos ofrece una escena que bien conoce la gente del mar: la dificultad de atravesar las aguas cuando el oleaje es violento, cuando el viento está en contra. En la escena el evangelista contrasta la reacción de Jesús con la de sus discípulos.
La pregunta a Jesús tiene de fondo la confianza en Él. Los discípulos son testigos de la actividad de Jesús. Han visto su cercanía compasiva, su capacidad de escucha y empatía con los más débiles y necesitados, su presencia sanadora que reconcilia y acoge. Así que esperan que Jesús haga algo por ellos.
Este texto tiene muchas lecturas iluminadoras, muchas referencias a la historia de salvación de este pueblo al que Dios ha elegido y con él, a todas las naciones de la tierra. Por eso sugiere una reflexión de nosotros como discípulos, y de la Iglesia en la misión que le corresponde realizar en el mundo. 
También nosotros hemos navegado con viento contrario, en situaciones adversas y peligrosas. También nosotros clamamos a lo alto para sentir la ternura y la seguridad de la presencia del Señor. Incluso en el silencio cuando no sentimos que llega la respuesta, hay una confianza que nos da la sensación de esa presencia que no nos abandona, que cuida de nosotros.
La misma Iglesia ha sufrido muchas sacudidas en su paso por la historia. Ante sus propias imperfecciones e infidelidades, ante el rechazo o persecución del mundo, no vale caer en la desesperanza. En toda situación, como Iglesia nosotros también, somos llamados a la esperanza, a caminar, a no dejarnos vencer por las dificultades, que a veces parecen superarnos. Con nosotros está el Señor, la fe nos da una manera de atravesar esta vida sin dejarnos hundir o derrumbar, pero sí humildes, confiados, de la mano en la comunión de los hijos e hijas de Dios.

viernes, 30 de enero de 2015

COMO UN GRANO DE MOSTAZA

« El Evangelio de Hoy »: Mc 4,26-34
Lectura del Santo Evangelio según San Marcos
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: "El reino de Dios se parece a un hombre que echa simiente en la tierra. Él duerme de noche y se levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra va produciendo la cosecha ella sola: primero los tallos, luego la espiga, después el grano. Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque ha llegado la siega."

Dijo también: "¿Con qué podemos comparar el reino de Dios? ¿Qué parábola usaremos? Con un grano de mostaza: al sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, pero después brota, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan grandes que los pájaros pueden cobijarse y anidar en ellas." Con muchas parábolas parecidas les exponía la palabra, acomodándose a su entender. Todo se lo exponía con parábolas, pero a sus discípulos se lo explicaba todo en privado. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN :

Después de casi 2000 años de la ausencia física de Jesús y de esfuerzos constantes por hacer enraizar el evangelio en la sociedad, sin muchos resultados, ¿Cómo seguir haciéndolo sin perder la esperanza? ¿Dónde poner el empeño a la hora de responder al llamado de Jesús para seguirle continuando su misión?  El Evangelio de Hoy nos dice que somos invitados a sembrar la semilla del Reino, la semilla plantada seguirá su propio proceso y Dios se ocupará de hacerla producir.

La fuerza del Evangelio no es algo espectacular o clamoroso. Según Jesús, es como sembrar algo tan pequeño e insignificante como “un grano de mostaza” que germina secretamente en el corazón de las personas. El Evangelio solo se puede sembrar con fe. Es lo que Jesús quiere hacerles ver con sus pequeñas parábolas. El Proyecto de Dios de hacer un mundo más humano lleva dentro una fuerza salvadora y transformadora que ya no depende del sembrador. Nadie sabe exactamente lo que hay que hacer. Lo que necesitamos es buscar caminos nuevos con la humildad y la confianza de Jesús.

Los proyectos y planes pastorales no buscan una eficacia puntual para la Iglesia sino, estrategias posibles para vivir la misión encomendada, pues solo la fuerza de Jesús puede regenerar la fe en la sociedad descristianizada de nuestros días. Entonces aprenderemos a sembrar con humildad el Evangelio como inicio de una fe renovada, no transmitida por nuestros esfuerzos pastorales, sino engendrada por él. Así que podemos continuar  implementando la nueva evangelización desde una actitud confiada y humilde. El Reino es de Dios, solo él sabe cómo hacerlo crecer y lo hace sin que nos demos cuenta. Ceo que a esto nos ha estado invitando en estos meses el Papa Francisco.

jueves, 29 de enero de 2015

"ATENCION A LO QUE ESTAN OYENDO"

“El Evangelio de Hoy”: Mc 4,21-25
Lectura del santo evangelio según san Marcos
En aquel tiempo, dijo Jesús a la muchedumbre: « ¿Se trae el candil para meterlo debajo del celemín o debajo de la cama, o para ponerlo en el candelero? Si se esconde algo, es para que se descubra; si algo se hace a ocultas, es para que salga a la luz. El que tenga oídos para oír, que oiga.» Les dijo también: «Atención a lo que están oyendo: la medida que usen la usarán con ustedes, y con creces. Porque al que tiene se le dará, y al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene.» Palabra del Señor.


REFLEXIÓN:

 
Los seguidores de Jesús, para poder hacer honor al calificativo de cristianos tenemos que ser reales. Ser reales, en este sentido, significa responder a los criterios que Jesús nos ha enseñado, como él, iluminar la vida de quienes nos quedan cerca. Jesús es la luz pues al entrar en contacto con las personas éstas se iluminan y se renuevan. Por lo tanto todo creyente en Jesús puede irradiar su  luz. La luz de un seguidor de Jesús tiene que estar en continuo crecimiento, al estilo de los Apóstoles que vivieron un ascendente crecimiento y compromiso, aunque no sin resistencias y dificultades de todo tipo.

Ninguna realidad de la fe es mágica, automática o impuesta. Si escondemos la luz, ésta no iluminará, si nos dejamos degradar por las sombras de la vida y nos acomodamos ahí, aprovechando el frescor y el descanso y evitando la claridad y el riesgo a la transparencia, entonces permanecemos opacos e insignificantes. La fe es la luz, lo contrario es incredulidad. ¿Cuáles realidades de nuestra vida política, social, religiosa y cultural crees tú que debieran ser iluminadas con nuestra fe cristiana? ¿Qué estamos aportando los seguidores de Jesús hoy a nuestra sociedad?

miércoles, 28 de enero de 2015

SEMBRAR CONFIANDO EN DIOS


“El Evangelio de Hoy”: Mc 4,1-20
Lectura del santo evangelio según san Marcos:
En aquel tiempo, Jesús se puso a enseñar otra vez junto al lago. Acudió un gentío tan enorme que tuvo que subirse a una barca; se sentó, y el gentío se quedó en la orilla. Les enseñó mucho rato con parábolas, como él solía enseñar: "Escuchad: Salió el sembrador a sembrar; al sembrar, algo cayó al borde del camino, vinieron los pájaros y se lo comieron. Otro poco cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra; como la tierra no era profunda, brotó en seguida; pero, en cuanto salió el sol, se abrasó y, por falta de raíz, se secó. Otro poco cayó entre zarzas; las zarzas crecieron, lo ahogaron, y no dio grano. El resto cayó en tierra buena: nació, creció y dio grano; y la cosecha fue del treinta o del sesenta o del ciento por uno." Y añadió: "El que tenga oídos para oír, que oiga."

Cuando se quedó solo, los que estaban alrededor y los Doce le preguntaban el sentido de las parábolas. Él les dijo: "A vosotros se os han comunicado los secretos del reino de Dios; en cambio, a los de fuera todo se les presenta en parábolas, para que "por más que miren, no vean, por más que oigan, no entiendan, no sea que se conviertan y los perdonen."

Y añadió: "¿No entendéis esta parábola? ¿Pues, cómo vais a entender las demás? El sembrador siembra la palabra. Hay unos que están al borde del camino donde se siembra la palabra; pero, en cuanto la escuchan, viene Satanás y se lleva la palabra sembrada en ellos. Hay otros que reciben la simiente como terreno pedregoso; al escucharla, la acogen con alegría, pero no tienen raíces, son inconstantes y, cuando viene una dificultad o persecución por la palabra, en seguida sucumben. Hay otros que reciben la simiente entre zarzas; éstos son los que escuchan la palabra, pero los afanes de la vida, la seducción de las riquezas y el deseo de todo lo demás los invaden, ahogan la palabra, y se queda estéril. Los otros son los que reciben la simiente en tierra buena; escuchan la palabra, la aceptan y dan una cosecha del treinta o del sesenta o del ciento por uno." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

No podemos forzar la producción hombres y mujeres para el Reino de Dios. La parábola del sembrador viene con todo y explicación. Nos quedaría a nosotros pensar si tenemos una actitud de sembrador o de terreno sembrado, o si actuamos en los dos campos. Si somos sembradores no podemos elegir el terreno dónde sembrar, hay que lanzar la semilla y confiar  en que Dios hará fructificar a su modo lo sembrado. Eso hace Jesús y constata el fracaso de su trabajo. Lo mismo sucede a las primeras comunidades. Ni Jesús ni sus primeros seguidores perdieron la esperanza. Confiaron y continuaron.

Dios sigue llamando a muchos hombres y mujeres para sembrar; sigue insistiendo a tiempo y a destiempo; él sabe que aun en medio de la dureza y la aridez del terreno, en algún rinconcito algo nuevo tendrá que suceder. ¡Dios no falla! Una invitación a tomar conciencia de que el Reino es de Dios, él es quien se ocupa y nosotros somos invitados a compartir la misión de regar la semilla siguiendo a Jesús, sin centrarnos en el rendimiento. Por lo pronto, acojamos con alegría la semilla, la palabra sembrada en nosotros y dejemos al Espíritu fructificarla.

martes, 27 de enero de 2015

LA FAMILIA DE JESUS


“El Evangelio de Hoy”: Mc 3, 31-35
Lectura del santo evangelio según san Marcos:
En aquel tiempo, llegaron la madre y los hermanos de Jesús y desde fuera lo mandaron llamar. La gente que tenía sentada alrededor le dijo: "Mira, tu madre y tus hermanos están fuera y te buscan." Les contestó: "¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?" Y, paseando la mirada por el corro, dijo: "Éstos son mi madre y mis hermanos. El que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre." Palabra del Señor.

Reflexión

Una cosa es clara, para Jesús la prioridad de la voluntad de Dios por encima de todo. Su familia la forman todos los que de una manera sincera buscan lo que Dios quiere y hacen esfuerzos por vivirlo. No podemos entretenernos con discusiones estériles sobre la posibilidad de que Jesús tuviera más hermanos o que si María haya tenido más hijos. Para los cristianos y cristianas esto no tiene trascendencia. Lo que si trasciende es hacer la voluntad de Dios. Escuchar su Palabra y vivirla. El evangelista dice que los parientes están fuera. Los parientes están fuera, pero están invitados “a pasar”, es decir, a acoger el mensaje de Jesús y asumir la causa del Reino de Dios. Nosotros, creyendo e involucrándonos en nuestras comunidades, afianzamos nuestra pertenencia a la familia de Jesús.  Todos son invitados y nadie queda excluido, pues el Reino de Dios es oferta para todos. Pero la condición es hacer la voluntad de Dios. Aquí no valen privilegios de ninguna especie. Demos gracias a Dios que nos permite ser de los suyos sin imponernos nada. Sigamos escuchando su invitación al Reino y respondiendo positivamente a sus requerimientos.
 

PONGANSE EN CAMINO


 “El Evangelio de Hoy”: Lc 10,1-9
Lectura del santo evangelio según san Lucas.
En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: "La mies es abundante y los obreros pocos; rueguen, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Pónganse en camino! Miren que los mando como corderos en medio de lobos. No lleven talega, ni alforja, ni sandalias; y no se detengan a saludar a nadie por el camino. Cuando entren en una casa, digan primero: "Paz a esta casa." Y, si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos su paz; si no volverá a ustedes. Quédense en la misma casa, coman y beban de lo que tengan, por que el obrero merece su salario. No anden cambiando de casa. Si entran en un pueblo y les reciben bien, coman lo que les pongan, curen a los enfermos que haya, y digan: "Está cerca de ustedes el reino de Dios." Palabra del Señor.

Reflexión

Hoy celebramos la fiesta de los santos Timoteo y Tito, dos obispos  de los orígenes del cristianismo, colaboradores de San Pablo. Como casi todos los que se comprometían en ese tiempo, puede ser que hayan muerto mártires por su fe. Las características del envío misionero que Jesús hace a sus discípulos son muy particulares. Implica ir “ligeros de equipaje”. Se trata de despojarse de todo lo que sobra e impide que el mensaje evangélico sea creíble. La misión implica sencillez. Jesús quiere discípulos misioneros que puedan moverse libremente en todos los espacios, sin anquilosarse en métodos, costumbres, lugares, personas e instituciones. ¿Cuál es nuestra manera de anunciar el evangelio hoy, como Iglesia, como comunidades y nosotros, particularmente? Hoy somos llamados a ser libres, a depender solo de Dios, a amar y hacer todo lo que queramos como Jesús.

domingo, 25 de enero de 2015

"SE HA CUMPLIDO EL PLAZO"

« El Evangelio de Hoy » :  Mc 1,14-20
Lectura del santo evangelio según san Marcos:
Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía: "Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: conviertanse  y crean en el Evangelio." Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando el copo en el lago. Jesús les dijo: "Vengan conmigo y los haré pescadores de hombres." Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco más adelante vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon con él. Palabra del Señor.

REFLEXION

Jesús anuncia el cumplimiento del tiempo. Ya es hora de ver la salvación de Dios. Muchas personas cuando escuchamos hablar del fin de los tiempos, nos llenamos de inquietudes y de temores. Pensamos que es tiempo de morir, que todo terminará así. Pero no, Jesús anuncia el fin de la maldad y la necesidad de unirse al bien representado por el Reino de Dios. Todo lo que hace sufrir a la humanidad, todo lo que disminuye la dignidad humana, llega a su fin. Está cerca el Reino de Dios. Es un Reino de amor, hecho de fraternidad, de solidaridad, de justicia y compasión.

Ser cristiano es estar atentos a este momento en el que se realiza la presencia del Reino. Saber descubrir las manifestaciones de Dios en nuestro presente. Pero para poder descubrir el Reino y disfrutar de sus beneficios hay que cambiar, convertirse. Si el Reino de Dios es el final de lo que maltrata la vida, tengo que asumir un comportamiento dador de vida. Por eso el anuncio de Jesús suena urgente : "Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: conviértanse  y créan en el Evangelio." El Reino es una Gracia de Dios, pero también es una tarea para nosotros, una exigencia de cambio radical. Por eso Jesús comienza inmediatamente a buscar colaboradores para que le acompañen en su tarea de anunciar y testimoniar el Reino de Dios. Los primeros discípulos escucharon la Buena Noticia y fueron llamados a asociarse a la tarea de Jesús. El evangelio marcó sus vidas y debe también marcar la nuestra.

sábado, 24 de enero de 2015

"DECÍAN QUE NO ESTABA EN SUS CABALES"

"El Evangelio de hoy"  Mc 3,20-21
Lectura del santo evangelio según san Marcos:
En aquel tiempo, Jesús fue a casa con sus discípulos y se juntó de nuevo tanta gente que no los dejaban ni comer. Al enterarse su familia, vinieron a llevárselo, porque decían que no estaba en sus cabales.
Palabra del Señor

Reflexión
"Seamos realistas, pidamos lo imposible", es una expresión provocativa lanzada en la primavera francesa de mayo de 1968, con las manifestaciones estudiantiles que estremecieron la conciencia del mundo. La recordamos de tiempo en tiempo, cuando la situación misma nos exige soñar, indignarnos, pedir más de esta realidad que se vuelve contra la vida. 
Que bien le hubiera ido a Jesús, con los resultados de la "primavera de Galilea", si fuera el joven judío más, piadoso, atractivo para las masas, estandarte del poder político religioso que tenía bien organizado el orden, las normas, el culto, todo el entramado del Dios todopoderoso que premia al bueno y castiga al malo.
Pero Jesús era muy humano, muy profeta, muy Hijo de Dios. Y, como luego anunciara Pablo, "los judíos exigen signos, los griegos buscan sabiduría" mientras se proclama la "locura" de la Cruz.
Habría que saber todo lo que se dice de Jesús. Especialmente cuando estamos tan preocupados por lo que se dice de nosotros y pretendemos ser razonables, políticamente correctos, saludados y respetados incluso por quienes no saludan ni respetan a los "insignificantes".
Los gestos de Jesús, su manera de comportarse ante las "autoridades" y ante los sencillos y desamparados, son una locura en un mundo que establece los grados de razonabilidad y comportamiento. La fe cristiana tiene que aceptar con gozo el rechazo y la persecución, hasta de los suyos, cuando se trata de ir más allá, de superar los límites del buen decir y el buen hacer. 

viernes, 23 de enero de 2015

A LOS DOCE LOS HIZO SUS COMPAñEROS

« El Evangelio de Hoy »  Mc 3,13-19
 
Lectura del santo evangelio según san Marcos:
 
En aquel tiempo, Jesús, mientras subía a la montaña, fue llamando a los que él quiso, y se fueron con él. A doce los hizo sus compañeros, para enviarlos a predicar, con poder para expulsar demonios. Así constituyó el grupo de los Doce: Simón, a quien dio el sobrenombre de Pedro, Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan, a quienes dio el sobrenombre de Boanerges -Los Truenos-, Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el Celotes y Judas Iscariote, que lo entregó. Palabra del Senor.
 
REFLEXIÓN
 
Leemos el texto de la elección de los 12 Apóstoles por parte de Jesús. Jesús los elige mientras suben a la montaña. Ahí comenzó una gran historia de amor, de compromiso  y colaboracion entre Jesús y sus discípulos. Estos vivirán con Jesús y aprenderán con él a responder  con el  corazón a escuchar la voz de Dios y  las necesidades de la gente. Hoy somos dichosos de contar con médicos, instalaciones  hospitalarias y medicamentos casi para todas las enfermedades; pero en el tiempo en el que se nos narra este evangelio, los médicos eran pocos y rudimentarios. Los doce son « enviaos a predicar con poder para expulsar demonios »  Lo que falta hoy es más equidad en el acceso a los cuidados médicos y una  regulación adecuada a los precios de los medicamentos. La gente anda detrás de Jesús buscando mejorías de sus miserias y la curación de sus enfermedades. ¿Cuáles son hoy nuestras precariedades? No tengamos miedo de ir a Jesús por medio de la oración, él tiene palabras y acciones de vida eterna. Dejémonos ayudar y ayudemos nosotros también a los demás. La vocación humana y cristiana es la de aportar mejorías, alegría, Buena Noticia.

jueves, 22 de enero de 2015

JESUS Y LAS MUCHEDUMBRES


 “El Evangelio de Hoy”: Mc 3,7-12
Lectura del santo evangelio según san Marcos:
En aquel tiempo, Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del lago, y lo siguió una muchedumbre de Galilea. Al enterarse de las cosas que hacía, acudía mucha gente de Judea, de Jerusalén y de Idumea, de la Transjordania, de las cercanías de Tiro y Sidón. Encargó a sus discípulos que le tuviesen preparada una lancha, no lo fuera a estrujar el gentío. Como había curado a muchos, todos los que sufrían de algo se le echaban encima para tocarlo. Cuando lo veían, hasta los espíritus inmundos se postraban ante él, gritando: "Tú eres el Hijo de Dios." Pero él les prohibía severamente que lo diesen a conocer. Palabra del Señor.
Reflexión
El relato del Evangelio de Hoy es una síntesis de la actividad misionera de Jesús. San Marcos resume en algunas líneas los acontecimientos que hemos venido leyendo la última semana. Anuncia el desarrollo que seguirá en su misión y el ambiente reinante en medio de todos esos acontecimientos. A partir de los conflictos vividos con las autoridades políticas y religiosas Jesús se retira a la orilla del lago de Galilea. Pero si en los textos anteriores lo encontramos sólo caminando e invitando a seguirlo a sus primeros discípulos, ahora Jesús está rodeado de una muchedumbre venida de una variedad de naciones y pueblos, de cerca y de lejos. No vienen para escuchar el discurso liberador de la Buena Noticia de Jesús sino buscando sanación.
Son tantos y tantas los que le siguen que Jesús teme por su integridad y se aparta un poco en una barca para hablarles desde el lago. Aunque lo parezca, no podemos decir que Jesús sienta que finalmente está logrando su objetivo de despertar la fe de estas personas. Este resumen nos está anunciando un cambio de estrategia de Jesús quien en lo adelante, sabiendo la trama de los fariseos y los herodianos para hacerlo morir, se dedicará a la formación de sus discípulos y discípulas y a la enseñanza de la muchedumbre sobre el sentido de su misión. Consciente de la composición de la muchedumbre y  del odio que le tienen los jefes religiosos se dedicará, en lo adelante, a estructurar el grupo de sus discípulos y a instruirlos para su futura misión.
 





miércoles, 21 de enero de 2015

FIESTA DE NUESTRA SEÑORA DE LA ALTAGRACIA

 “El Evangelio de Hoy”: Mc 3,1-6

Lectura del Santo Evangelio según San Marcos:

En aquel tiempo, entró Jesús otra vez en la sinagoga, y había allí un hombre con parálisis en un brazo. Estaban al acecho, para ver si curaba en sábado y acusarlo. Jesús le dijo al que tenía la parálisis: "Levántate y ponte ahí en medio." Y a ellos les preguntó: "¿Qué está permitido en sábado?, ¿hacer lo bueno o lo malo?, ¿salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir?" Se quedaron callados. Echando en torno una mirada de ira, y dolido de su obstinación, le dijo al hombre: "Extiende el brazo." Lo extendió y quedó restablecido. En cuanto salieron de la sinagoga, los fariseos se pusieron a planear con los herodianos el modo de acabar con él. Palabra del Señor.

Reflexión

Aunque los dominicanos y dominicanas celebramos hoy la Fiesta de Nuestra Señora de la Altagracia, he publicado el el vangelio del Tiempo Ordinario. El Evangelio de Hoy nos sigue mostrando a Jesús entrando en conflicto te con el poder religioso y político de su tiempo. La causa de estos encontronazos sigue siendo la misma: la opción de Jesús por la vida, por las personas, por los necesitados, empobrecidos y excluidos aún por encima o en contra de la ley y de las instituciones religiosas. El hombre de la mano paralizada simboliza la “parálisis” de las sinagogas que no promueve a las personas ni las impulsa hacia la salud, la alegría y la realización como personas y comunidades. La sinagoga es el lugar de la oración y de la instrucción de los Rabinos al pueblo.


Cuando a las leyes, normas y ritos les damos más importancia que a las personas estamos perdiendo el sentido de la vida y olvidando la práctica y la enseñanza de Jesús. El día de reposo, sábado para los judíos y domingo para los cristianos, es para servir a la vida, hacer memoria de lo que somos y retomar fuerzas para seguir adelante en medio de las dificultades y las realizaciones. Es para vivir nuestra relación con Dios y con nuestros hermanos, renovando la alegría y la esperanza. No olvidemos nunca que la mejor manera de servirle a Dios es asistiendo a nuestros hermanos y procurando mejor vida para todos y todas. Amén.

martes, 20 de enero de 2015

"AMA Y HAZ LO QUE QUIERAS"

 “El Evangelio de Hoy”: Mc 2,23-28

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

Un sábado, atravesaba el Señor un sembrado; mientras andaban, los discípulos iban arrancando espigas. Los fariseos le dijeron: "Oye, ¿por qué hacen en sábado lo que no está permitido?" Él les respondió: "¿No han leído nunca lo que hizo David, cuando él y sus hombres se vieron faltos y con hambre? Entró en la casa de Dios, en tiempo del sumo sacerdote Abiatar, comió de los panes presentados, que sólo pueden comer los sacerdotes, y les dio también a sus compañeros." Y añadió: "El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado; así que el Hijo del hombre es señor también del sábado." Palabra del Señor.

Reflexión


Los fariseos son un grupo de practicantes, formales, radicales de su religión, están atentos a que la ley se cumpla al pie de la letra. Es tal su apego a la ley que el carácter liberador que ésta tuvo en sus orígenes se ha convertido en un yugo opresor, que esclaviza y mata el espíritu. Jesús, por el contrario, se muestra como el ser humano libre frente a la ley, las tradiciones e instituciones religiosas. Para Jesús está sumamente claro que la ley tiene la función de garantizar la vida, la dignidad y la libertad del ser humano. Por eso asegura Jesús que "El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado; así que el Hijo del hombre es señor también del sábado." La ley y las instituciones deben estar al servicio del ser humano. Somos llamados a estar atentos para que nuestras comunidades ni nosotros cada cual se vean afectados por las normas y la organización integral de nuestra religión. Todo debe ayudarnos dignamente a glorificar a Dios. Y recordamos a San Ireneo quien nos aseguró que “la gloria de Dios es nuestra vida”.

lunes, 19 de enero de 2015

AQUEL DIA AYUNARAN

 "El Evangelio de Hoy": Mc 2,18-22

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo, los discípulos de Juan y los fariseos estaban de ayuno. Vinieron unos y le preguntaron a Jesús: "Los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan. ¿Por qué los tuyos no?" Jesús les contestó: "¿Es que pueden ayunar los amigos del novio, mientras el novio está con ellos? Mientras tienen al novio con ellos, no pueden ayunar. Llegará un día en que se lleven al novio; aquel día sí que ayunarán. Nadie le echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado; porque la pieza tira del manto, lo nuevo de lo viejo, y deja un roto peor. Nadie echa vino nuevo en odres viejos; porque revienta los odres, y se pierden el vino y los odres; a vino nuevo, odres nuevos." Palabra del Señor.

RÉFLEXION

El Evangelio de Hoy nos plantea unas temáticas que han estado presente en toda la historia de salvación y en la historia de la Iglesia y de todas las tradiciones religiosas. Los discípulos de Jesús y Él mismo tienen una manera diferente de actuar. Viven con libertad frente a las leyes, prácticas y tradiciones de su pueblo. En el fondo está el asunto del por qué. Por qué ayunar, cuándo hacerlo. Todo depende, también de la imagen que nos hemos hecho de Dios. El Dios que Jesús nos revela es un Dios compasivo, misericordioso, Padre Bueno. Ha descendido hasta nosotros en su Hijo para salvarnos, esa es la Nueva Alianza. La práctica de Jesús ha sido la oración confiada, la acogida y comprensión de los otros, la atención a los más débiles y marginados, la ternura y la misericordia frente a los casos concretos de cada persona...


El es amor y el único sacrificio que nos pide es el de amar a nuestros hermanos como Él nos ama a nosotros. Nuestro ayuno han de ser el dejar de maltratar, el dejar de mentir, el dejar de criticar a los demás, ayuno del egoísmo estéril que nos impiden vivir orientados hacia Dios y hacia nuestros hermanos y hermanas. Hasta que no entendamos la grandeza del amor de Dios para con nosotros seguiremos creyendo que vamos a ganarnos la salvación de Dios a base de ayunos y otras prácticas piadosas mal orientadas. La respuesta que cabe de nuestra parte es una respuesta de amor, de fraternidad de ayuda mutua. Esa práctica no puede ser expresada con leyes, tradiciones o prohivisiones. El amor brota de dentro, del corazón y se dirige a los demás. Es el Éspíritu Santo quien nos irá orientando en la vivencia de nuestra fe, en las respuestas a dar a las situaciones reales de cada época. Estemos abiertos a sus inspiraciones.

domingo, 18 de enero de 2015

DAR TESTIMONIO DE NUESTRO ENCUENTRO CON JESUS

"El Evangelio de Hoy": Jn 1,35-42

Lectura del santo evangelio según san Juan:

En aquel tiempo, estaba Juan con dos de sus discípulos y, fijándose en Jesús que pasaba, dice: "Éste es el Cordero de Dios." Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta: "¿Qué buscan?" Ellos le contestaron: "Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives?" Él les dijo: "Vengan y lo verán." Entonces fueron, y vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; serían las cuatro de la tarde. Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; encuentra primero a su hermano Simón y le dice: "Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo)." Y lo llevó a Jesús. Jesús se le quedó mirando y le dijo: "Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que se traduce Pedro)." Palabra del Señor.

REFLEXION

 Hoy celebramos en segundo domingo del Tiempo Ordinario. Es tiempo de dar testimonio como Iglesia ante la revelación del amor de Dios. Conociendo de boca y de la prác tica de Jesús, el verdadero rostro de Dios, somos llamados a vivir siguiendo su ejemplo y enseñanza. Por eso nos encontramos a Juan Bautista dando testimonio de Jesús como Hijo de Dios, como salvador que viene a aportar el amor y a quitar el pecado del mundo. Le Jesús mostrando su realidad sencilla y transparente a los discípulos de Juan que le siguen entusiasmados por el testimonio de Juan. A partir de ahí es Andrés quien da testimonio de Jesús... Hoy somos nosotros quienes tenemos la oportunidad de descubrir el amor que Dios nos tiene revelado en la persona de Jesús y de responder como Juan, Jesús y Andrés, dando testimonio de nuestra experiencia de Dios.


Jesús nos invita a seguirlo fijándonos bien en él, en su manera de vivir y de tratar a la gente, en su forma de hablar de Dios y con Dios, en su acogida a los hombres y mujeres que va encontrando en los caminos de Galiléa hasta llegar a Jerusalén y siguiendo hasta hoy a nosotros.. Es nuestra oportunidad de decir como María de La Altagracia, cuya novena estamos celebrando, yo soy la servidora, el servidor del Señor, hágase en mi según tu Palabra. Si buscamos a Jesús él se deja encontrar. Nada podemos hacer sin un encuentro personal con él donde nos muestre su amor y su trato y su invitación a continuar su propia misión. Buen domingo. Enriquecedora Fiesta de La Altagracia el próximo miércoles.  

sábado, 17 de enero de 2015

"No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores"

"El Evangelio de hoy": 2,13-17.

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo, Jesús salió de nuevo a la orilla del lago; la gente acudía a él, y les enseñaba.
Al pasar, vio a Leví, el de Alfeo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: «Sígueme.»
Se levantó y lo siguió. Estando Jesús a la mesa en su casa, de entre los muchos que lo seguían un grupo de publicanos y pecadores se sentaron con Jesús y sus discípulos.
Algunos escribas fariseos, al ver que comía con publicanos y pecadores, les dijeron a los discípulos: «¡De modo que come con publicanos y pecadores!»
Jesús lo oyó y les dijo: «No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.»
Palabra de Dios

Reflexión
El modo de proceder Jesús ante el pecador provoca el cuestionamiento de la gente religiosa de su tiempo. En este relato del Evangelio de Marcos son los fariseos que, como acostumbran, no son capaces de convertirse al modo como Jesús se relaciona y ofrece la salvación a los considerados malos, fuera de la gracia de Dios. Y cuestionan a Jesús porque come con publicanos y pecadores, quienes son favorecidos por la acción salvífica de Jesús.
Mateo ha sido llamado y dejándolo todo sigue a Jesús. De ahí pasan a la mesa, donde están muchos publicanos y pecadores. Algo nuevo está comenzando cuando los pecadores y los marginados son convidados a sentarse a la mesa juntos con los que anuncian un Dios de vida y amor. Ellos son los que necesitan al médico que pasó sanando y haciendo el bien. Una nueva realidad de fe se abre en el horizonte de la vida, porque en Jesús el Dios compasivo y misericordioso es buena noticia para los pobres, para los pecadores, para los marginados de la sociedad.
Durante toda la semana, después del bautizo del Señor, Marcos nos ha mostrado cómo se está haciendo presente el Reino de Dios que Jesús anuncia como Buena Noticia para todos. El Evangelio se hace realidad palpable en la situación concreta de la persona. Y, como nos decía Puebla, se pasa de situaciones menos humanas a situaciones más humanas. Humanizar es amar, perdonar, ofrecer una posibilidad de vivir dignamente, de abrazar unas relaciones humanas en reconciliación y esperanza. 
Nosotros somos pecadores perdonados. Hemos sido llamados como Mateo. El Señor nos ha sentado a su mesa. Nosotros queremos que habite en nuestra casa, en nuestra historia, en nuestras vidas. A nosotros también nos toca seguirle, acoger no rechazar, comprender no juzgar, hacer presente tanta vida del Reino de Dios entre nosotros.

jueves, 15 de enero de 2015

QUEDA LIMPIO

“El Evangelio de Hoy”: Mc 1, 40-45. Lectura del santo evangelio según san Marcos: En aquel tiempo se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas: "Si quieres, puedes limpiarme". Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó diciendo: "Quiero: queda limpio". La lepra se le quitó inmediatamente y quedó limpio. Él lo despidió, encargándoles severamente: "No se lo digas a nadie; pero para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés. Pero cuando se fue, empezó a divulgar el hecho con grandes ponderaciones, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en descampado; y aun así acudían a él de todas partes. Reflexión. Hoy contemplamos, una vez más, los elementos centrales de la manifestación o revelación de Dios a la humanidad a través de Jesús. Jesús no vino a decir lo que estaba mal y a condenarlo, vino a aportar la fuerza curativa del problema. El principal problema no era la lepra de los enfermos sino la condición marginal en que la sociedad y sus instituciones tenían a los empobrecidos. Jesús siente por este enfermo, se emociona al ver su situación y quiere y decide ayudarlo. La fuerza del sentimiento y la decisión salvan aquel hombre y lo reintegran a su comunidad humana. Esta experiencia de cercanía y atención que vive el leproso con Jesús es de tal grandeza o magnitud que no lo puede callar por más que Jesús se lo pida. La emoción le hace gritar por todas partes que finalmente él ha sido liberado de la marginalidad, que alguien le ha prestado atención, se ha fijado en él y le ha mostrado su cariño y su respeto. El milagro no se opera solamente en la piel del enfermo sino en su corazón, en su estado de ánimo y en sus relaciones con los demás.

miércoles, 14 de enero de 2015

(...) SE ACERCÓ, LA COGIÓ DE LA MANO Y LA LEVANTÓ.

“El Evangelio de Hoy”: Mc 1,29-39

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y se lo dijeron. Jesús se acercó, la cogió de la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles. Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos los enfermos y endemoniados. La población entera se agolpaba a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios; y como los demonios lo conocían, no les permitía hablar.
Se levantó de madrugada, se marchó al descampado y allí se puso a orar. Simón y sus compañeros fueron y, al encontrarlo, le dijeron: "Todo el mundo te busca." Él les respondió: "Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí; que para eso he salido." Así recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando los demonios. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

Jesús ama la vida y por eso, al ir a la casa de la suegra de Pedro la sana de su fiebre como signo del Reino de vida que ha venido a anunciar. La respuesta de la mujer al don recibido es el servicio. Este comportamiento debe ser imitado por todos los seguidores de Jesús: se acoge verdaderamente el Reino cuando ponemos nuestras vidas al servicio de los demás. Jesús continúa su misión y sus signos de vida a cercándose a los enfermos y acogiéndolos con misericordia. No debemos olvidar que en ese tiempo los enfermos eran considerados, con frecuencia, como pecadores. Las multitudes que se acercan a Jesús están sin dudas formadas por los débiles y marginados. Jesús se aparta para orar y discernir cómo avanzar en la realización de su misión en diversas oportunidades los evangelios señalan estos momentos de oración que nos invitan a comulgar con el Señor en la meditación y la contemplación. Vayamos a otra parte, dice Jesús a sus discípulos, la evangelización es una actividad comunitaria e intensa, por eso se van a recorrer todas las aldeas de la Galilea.

martes, 13 de enero de 2015

LA ENSEÑANZA DE JESÚS



“El Evangelio de Hoy”: Mc 1, 21-28.


Lectura del santo evangelio según san Marcos

Llego Jesús a Cafarnaúm y cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su enseñanza, porque no enseñaba como los letrados, sino con autoridad. Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar: "¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios". Jesús lo increpó: "Cállate y sal de él". El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió. Todos se preguntaron estupefactos: "¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen". Su fama se extendió en seguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea. Palabra del Señor

Reflexión.

La enseñanza no es una tarea fácil. Todos y todas tenemos nuestros conocimientos ya acumulados. Nuestra historia personal se va configurando día a día con las distintas experiencias que vamos viviendo. Recibir una enseñanza y asumirla se vuelve un ejercicio arduo y crítico para que pueda ayudarnos a crecer y madurar. Jesús enseña con autoridad. Su enseñanza y la manera de hacerlo son nuevas. Su novedad consiste en su cercanía a la gente, su acogida y comprensión de su realidad. Los recursos utilizados por Jesús son del conocimiento de todos sus auditores. Sus fundamentos son extraídos de las escrituras y de la tradición popular. La gente que acude a escuchar a Jesús se siente identificada con él. Sus preocupaciones son enfocadas por Jesús de manera directa, y las soluciones propuestas son eficaces e incluyentes. Quienes le escuchan sienten que Él está de su parte. Esto despierta y llama a la conversión y al seguimiento. 
Todos nosotros, seguidores de Jesús contamos con su autoridad para vivir nuestra fe y comunicarla a los demás. Somos invitados e invitadas a continuar la misión de Jesús. El anuncio de la Buena Noticia es hoy más necesario que nunca en una sociedad plagada de situaciones lacerantes que matan, desaniman y enfrían a cualquier ser humano. Los espíritus inmundos de las injusticias sociales, de la desigualdad vergonzante en que vivimos, de la corrupción galopante y penetrante, de las enfermedades incurables por falta de recursos y el negocio inhumano de la medicina, de la búsqueda de riquezas a como dé lugar, del egoísmo personal,… tiene que ser expulsado con autoridad, la autoridad del amor fraterno y la justicia social. La autoridad del servicio desinteresado. La autoridad de la entrega mutua a favor del bien que humaniza. Dios nos acompañe con su fuerza espiritual, con su autoridad dadora de vida y nos anime en nuestra misión de seguidores de Jesús

lunes, 12 de enero de 2015

SE HA CUMPLIDO EL TIEMPO

“El Evangelio de Hoy”: Mc 1,14-20

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía: "Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio." Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando el copo en el lago. Jesús les dijo: "Vengan conmigo y los haré pescadores de hombres." Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco más adelante vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon con él. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

Estamos iniciando el Tiempo Ordinario dentro de nuestra liturgia eclesial. Jesús comienza a predicar El Evangelio y a invitar a discípulos a seguirlo en esta tarea. Lo hace en Galilea, una región despreciada y sospechosa, para quienes pensaban que de Galilea no podía salir nada bueno. Desde los pobres y marginados llega la palabra de amor universal del Dios de Jesús. Con da testimonio de que el tiempo se ha cumplido, que ha llegado el día del Señor. El Reino de Dios se hace presente en la persona de Jesús quien hace ver y sentir la presencia de Dios cumpliendo sus promesas a favor de su pueblo. Ser cristianos demanda estar atentos al obrar de Dios en medio de la historia, transformando las situaciones contrarias a su voluntad y pidiendo compromiso por la justicia y el derecho. Ahí se juega la dimensión profética de toda vida cristiana.

Jesús anuncia a un Dios Padre bueno y cercano de su pueblo y hace surgir seguidores capaces de encarnar la fraternidad y la solidaridad que hacen posible el respeto por todas las dimensiones de la persona humana, sin descuidar la alegría y la esperanza del pueblo en medio de sus sufrimientos y sus dificultades. Acoger el Reino de Dio s anunciado por Jesús reclama un comportamiento, de ahí su llamado a la conversión que es un requisito urgente en todo tiempo para poder operar los cambios y encarnar el mensaje de Jesús. Apertura hacia Dios y acogida de los hermanos y hermanas. Los primeros discípulos de Jesús escucharon la Buena Nueva y fueron llamados a asociarse a la tarea de anunciar el Reino. El Evangelio marcó sus vidas y debe también marcar la nuestra.