EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

jueves, 25 de julio de 2013

FIESTA DE SANTIAGO APÓSTOL


 “El Evangelio de Hoy”: Mateo 20,20-28
Lectura del santo evangelio según san Mateo:

 
En aquel tiempo, se acercó a Jesús la madre de los Zebedeos con sus hijos y se postró para hacerle una petición. Él le preguntó: "¿Qué deseas?" Ella contestó: "Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda." Pero Jesús replicó: "No saben lo que piden. ¿Son capaces de beber el cáliz que yo he de beber?" Contestaron: "Lo somos." Él les dijo: "Mi cáliz lo beberán; pero el puesto a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre."
Los otros diez, que lo habían oído, se indignaron contra los dos hermanos. Pero Jesús, reuniéndolos, les dijo: "Saben que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre ustedes: el que quiera ser grande entre ustedes, que sea su servidor, y el que quiera ser primero entre ustedes, que sea su esclavo. Igual que el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos." Palabra del Señor.
 
Reflexión
 
25 de julio es la fiesta de Santiago Apóstol. Santiago de Los caballeros en República Dominicana y todos los Santiagos de América y de Europa están de fiesta. El accidente de un tren de alta velocidad ocurrido ayer cerca de Santiago de Compostela en España, aporta una nota particular de dolor y tristeza. Confiamos los involucrados en este accidente, muertos, heridos y sus familiares, a la misericordia amorosa de Dios. Mi papá cumpliría hoy 92 años, pero ya hace 31 que vivió su pascua. Lo recuerdo con mucho agradecimiento y alegría.
 
En el Evangelio de Hoy encontramos primeramente la petición a Jesús de parte de la madre de los Zebedeos para que sus hijos se sienten uno a la derecha y el otro a la izquierda en el Reino. Luego tenemos la  reacción de  los demás discípulos contra los dos hermanos y la respuesta de Jesús frente a todos los discípulos. Notamos, inmediatamente, que esta petición es contraria al programa que Jesús les había ido trazando a sus discípulos mientras se dirigían a Jerusalén; los discípulos no comprenden el elemento de la cruz, el servicio y la entrega total por el Reino.
 
Jesús no le responde a la madre de Santiago y Juan, sino a sus discípulos: ellos están llamados a compartir la suerte de su Maestro, tienen que asumir un proyecto que supera las coyunturas, tienen que asumir una visión más larga que la de los demás para poder resistir la tentación de abandonar su misión ante el primer problema que aparezca.
 
El modelo de autoridad planteado por Jesús quiere ayudar a sus seguidores a comprender que no se trata de poder de dominación sino de servicio a los hermanos. El poder corrompe, el servicio da vida y alegra. La comunidad cristiana ha de vivir unas relaciones armoniosas de servicio y solidaridad. Sabemos que Santiago fue el primero de los apóstoles en morir martirizado entre los años 42-43 en una cruz como Jesús siguiendo sus pasos. Seguir a Jesús no es nada fácil. Estamos llamados, como Iglesia y como creyentes de hoy, a aprender de Jesús que no vino a ser servido sino a servir y dar su vida por nosotros y por toda la humanidad.

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