EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

jueves, 31 de enero de 2013

LA LUZ

“El Evangelio de Hoy”: Marcos 4,21-25

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo, dijo Jesús a la muchedumbre: "¿Se trae el candil para meterlo debajo del celemín o debajo de la cama, o para ponerlo en el candelero? Si se esconde algo, es para que se descubra; si algo se hace a ocultas, es para que salga a la luz. El que tenga oídos para oír, que oiga." Les dijo también: "Atención a lo que están oyendo: la medida que usen la usarán con ustedes, y con creces. Porque al que tiene se le dará, y al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene." Palabra del Señor.

Reflexión

El Evangelio de Hoy nos impulsa a hablar y meditar sobre el tema de la luz. La luz es sinónimo de confort, de bienestar en el buen sentido de la palabra. Es claridad, libertad para ver y reaccionar. La luz nos permite ver en la oscuridad, no tropezar en el camino o encontrar las cosas que buscamos. Podríamos decir que la luz es esencial a la vida del ser humano. Jesús utiliza este elemento de la vida cotidiana para señalar la importancia de la transparencia en la vida. El ambiente religioso de los tiempos de Jesús era oscuro y opaco por la corrupción, la violencia y la opresión por parte de los dirigentes religiosos y políticos.
 
Hoy somos llamados a aprovechar toda la experiencia acumulada en la historia de la humanidad, y ponerla al servicio de las comunidades. A actuar como quien ve y deja ver a los demás. Dejémonos iluminar para superar personalmente y como pueblo todo lo que impide la realización humana, la felicidad y la salvación. No lo dudemos ni un instante, somos luz para iluminar. Aprovechemos la ayuda de la luz que nos proporcionan quienes nos rodean.

miércoles, 30 de enero de 2013

EL SEMBRADOR, EL TERRENO Y LA COSECHA

“El Evangelio de Hoy”: Marcos 4,1-20

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo, Jesús se puso a enseñar otra vez junto al lago. Acudió un gentío tan enorme que tuvo que subirse a una barca; se sentó, y el gentío se quedó en la orilla. Les enseñó mucho rato con parábolas, como él solía enseñar: "Escuchen: Salió el sembrador a sembrar; al sembrar, algo cayó al borde del camino, vinieron los pájaros y se lo comieron. Otro poco cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra; como la tierra no era profunda, brotó en seguida; pero, en cuanto salió el sol, se abrasó y, por falta de raíz, se secó. Otro poco cayó entre zarzas; las zarzas crecieron, lo ahogaron, y no dio grano. El resto cayó en tierra buena: nació, creció y dio grano; y la cosecha fue del treinta o del sesenta o del ciento por uno." Y añadió: "El que tenga oídos para oír, que oiga."
Cuando se quedó solo, los que estaban alrededor y los Doce le preguntaban el sentido de las parábolas. Él les dijo: "A ustedes se les han comunicado los secretos del reino de Dios; en cambio, a los de fuera todo se les presenta en parábolas, para que "por más que miren, no vean, por más que oigan, no entiendan, no sea que se conviertan y los perdonen."
Y añadió: "¿No entienden esta parábola? ¿Pues, cómo van a entender las demás? El sembrador siembra la palabra. Hay unos que están al borde del camino donde se siembra la palabra; pero, en cuanto la escuchan, viene Satanás y se lleva la palabra sembrada en ellos. Hay otros que reciben la simiente como terreno pedregoso; al escucharla, la acogen con alegría, pero no tienen raíces, son inconstantes y, cuando viene una dificultad o persecución por la palabra, en seguida sucumben. Hay otros que reciben la simiente entre zarzas; éstos son los que escuchan la palabra, pero los afanes de la vida, la seducción de las riquezas y el deseo de todo lo demás los invaden, ahogan la palabra, y se queda estéril. Los otros son los que reciben la simiente en tierra buena; escuchan la palabra, la aceptan y dan una cosecha del treinta o del sesenta o del ciento por uno."  Palabra del señor.
 
Reflexión

Jesús es el sembrador. Él trae la buena semilla y la siembra en nosotros. La cosecha dependerá de nosotros quienes somos la tierra donde él la siembra. Nos ha dado la oportunidad de manera justa a todos y todas, todos tenemos el potencial necesario para dar buena cosecha. Entra aquí el asunto de la libertad humana. Nunca seremos obligados, nunca nos será arrancada nuestra libertad, pues eso es lo que nos define como personas. Dios nos deja libres para que elijamos qué tipo de vida asumir. Pero no nos deja solo, su palabra nos vive recordando su voluntad. Las mismas realidades de nuestra historia nos van presentando el deseo de Dios que puede resumirse en vida y paz. El corazón del ser humano puede representar los estados de aridez, sequedad, superficialidad, emotividad o profundidad y solidez del terreno sembrado. Dios nos inspire a recibir con ilusión su palabra y a buscar los medios de vivirla dando buenas cosechas.

martes, 29 de enero de 2013

LA MADRE Y LOS HERMANOS DE JESÚS


 “El Evangelio de Hoy”: Marcos 3,31-35

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo, llegaron la madre y los hermanos de Jesús y desde fuera lo mandaron llamar. La gente que tenía sentada alrededor le dijo: "Mira, tu madre y tus hermanos están fuera y te buscan." Les contestó: "¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?" Y, paseando la mirada por el corro, dijo: "Éstos son mi madre y mis hermanos. El que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre." Palabra del Señor.

Reflexión
Una cosa es clara, para Jesús la prioridad de la voluntad de Dios por encima de todo. Su familia la forman todos y todas los y las que de una manera sincera buscan lo que Dios quiere y hacen esfuerzos por vivirlo. No podemos embullarnos con discusiones estériles sobre la posibilidad de que Jesús tuviera más hermanos o que si María haya tenido más hijos. Para los cristianos y cristianas esto no tiene trascendencia. Lo que si trasciende es hacer la voluntad de Dios. Escuchar su Palabra y practicarla. El evangelista dice que los parientes están fuera. Los parientes están fuera, pero están invitados “a pasar”, es decir, a acoger el mensaje de Jesús y asumir la causa del Reino de Dios. Todos son invitados y nadie queda excluido, pues el Reino de Dios es oferta para todos. Pero la condición es hacer la voluntad de Dios. Aquí no valen privilegios de ninguna especie. Demos gracias a Dios que nos permite ser de los suyos sin imponernos nada. Sigamos escuchando su invitación al Reino y sigamos a Jesús.

lunes, 28 de enero de 2013

UNA FAMILIA DIVIDIDA NO PUEDE SUBSISTIR


“El Evangelio de Hoy”: Marcos 3,22-30

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo, los escribas que habían bajado de Jerusalén decían: "Tiene dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del jefe de los demonios." Él los invitó a acercarse y les puso estas parábolas: "¿Cómo va a echar Satanás a Satanás? Un reino en guerra civil no puede subsistir; una familia dividida no puede subsistir. Si Satanás se rebela contra sí mismo, para hacerse la guerra, no puede subsistir, está perdido. Nadie puede meterse en casa de un hombre forzudo para arramblar con su ajuar, si primero no lo ata; entonces podrá arramblar con la casa. Créanme, todo se les podrá perdonar a los hombres: los pecados y cualquier blasfemia que digan; pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su pecado para siempre." Se refería a los que decían que tenía dentro un espíritu inmundo. Palabra del Señor.

Reflexión

El Evangelio de Hoy nos presenta a Jesús dirigiéndose a los escribas que lo acusan de hacer el bien con el poder del mal. Esta manera de acusar constituye una negación de la acción del Espíritu Santo, que actúa a favor de los pobres, los excluidos, los marginados, es el peor pecado que se pueda cometer. Jesús realiza signos de esperanza pero sus contrarios ven en estas acciones el poder del maligno. Estas actitudes pueden ser acogidas también por nosotros cuando queremos descalificar el trabajo de los otros. Ahora recuerdo que este recurso es utilizado por personas e instituciones cuando quieren tirar por el suelo el compromiso de los otros a favor de los más empobrecidos, acusándolos de comunistas, subversivos, terroristas. Lo que la gente necesita es que se le tienda una mano, cuando está pasando por una necesidad. Esa es la fraternidad cristiana. Quien no cree en la acción de Dios a favor de su pueblo no podrá ser perdonado pues no cree en eso, está cerrado a Dios, se niega a recibir su amor.

domingo, 27 de enero de 2013

PROFETA


“El Evangelio de Hoy”: Lucas 1, 1-4; 4, 14-21

Lectura del santo evangelio según san Lucas:

En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea con la fuerza del Espíritu; y su fama se extendió por toda la comarca. Enseñaba en las sinagogas y todos lo alababan.
Fue a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el libro del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido.
Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos la vista.
Para dar libertad a los oprimidos; para anunciar el año de gracia del Señor.”
Y, enrollando el libro, lo devolvió al que le ayudaba y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él. Y él se puso a decirles: “Hoy se cumple esta Escritura que acaban de oír.” Palabra del Señor.

Reflexión Invitada: PROFETA      
JOSÉ ANTONIO PAGOLA
Después de leer el texto, Jesús lo comenta con una sola frase: “Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír”. Según Lucas, la gente “tenía los ojos fijos en él”. La atención de todos pasa del texto leído a la persona de Jesús. ¿Qué es lo que nosotros podemos descubrir hoy si fijamos nuestros ojos en él?
 
Movido por el Espíritu de Dios. La vida entera de Jesús está impulsada, conducida y orientada por el aliento, la fuerza y el amor de Dios. Creer en la divinidad de Jesús no es confesar teóricamente una fórmula dogmática elaborada por los concilios. Es ir descubriendo de manera concreta en sus palabras y sus gestos, su ternura y su fuego, el Misterio último de la vida que los creyentes llamamos “Dios”.
 
Profeta de Dios. Jesús no ha sido ungido con aceite de oliva como se ungía a los reyes para transmitirles el poder de gobierno o a los sumos sacerdotes para investirlos de poder sacro. Ha sido “ungido” por el Espíritu de Dios. No viene a gobernar ni a regir. Es profeta de Dios dedicado a liberar la vida. Solo le podremos seguir si aprendemos a vivir con su espíritu profético.
 
Buena Noticia para los pobres. Su actuación es Buena Noticia para la clase social más marginada y desvalida: los más necesitados de oír algo bueno; los humillados y olvidados por todos. Nos empezamos parecer a Jesús cuando nuestra vida, nuestra actuación y amor solidario puede ser captado por los pobres como algo bueno.
 
Dedicado a liberar. Vive entregado a liberar al ser humano de toda clase de esclavitudes. La gente lo siente como liberador de sufrimientos, opresiones y abusos; los ciegos lo ven como luz que libera del sinsentido y la desesperanza; los pecadores lo reciben como gracia y perdón. Seguimos a Jesús cuando nos va liberando de todo lo que nos esclaviza, empequeñece o deshumaniza. Entonces creemos en él como Salvador que nos encamina hacia la Vida definitiva.

sábado, 26 de enero de 2013

JESÚS NOS ENVÍA

“El Evangelio de Hoy”: Lucas 10,1-9

Lectura del santo evangelio según san Lucas.

En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: "La mies es abundante y los obreros pocos; rueguen, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Pónganse en camino! Miren que los mando como corderos en medio de lobos. No lleven talega, ni alforja, ni sandalias; y no se detengan a saludar a nadie por el camino. Cuando entren en una casa, digan primero: "Paz a esta casa." Y, si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos su paz; si no volverá a ustedes. Quédense en la misma casa, coman y beban de lo que tengan, por que el obrero merece su salario. No anden cambiando de casa. Si entran en un pueblo y les reciben bien, coman lo que les pongan, curen a los enfermos que haya, y digan: "Está cerca de ustedes el reino de Dios." Palabra del Señor.

Reflexión
Hoy celebramos la fiesta de los santos Timoteo y Tito, dos obispos  de los orígenes del cristianismo, colaboradores de San Pablo. Como casi todos los que se comprometían en ese tiempo, puede ser que hayan muerto mártires por su fe. Las características del envío misionero que Jesús hace a sus discípulos son muy particulares. Implica ir “ligeros de equipaje”. Se trata de despojarse de todo lo que sobra e impide que el mensaje evangélico sea creíble. La misión implica sencillez. Jesús quiere discípulos misioneros que puedan moverse libremente en todos los espacios, sin anquilosarse en métodos, costumbres, lugares, personas e instituciones. ¿Cuál es nuestra manera de anunciar el evangelio hoy, como Iglesia, como comunidades y nosotros, particularmente? Hoy somos llamados a ser libres, a depender solo de Dios, a amar y hacer todo lo que queramos como Jesús.

viernes, 25 de enero de 2013

CONVERSIÓN QUE ALEGRA LA VIDA


 “El Evangelio de Hoy”: Marcos 16,15-18

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo: "Vayan al mundo entero y proclamen el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará; el que se resista a creer será condenado. A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos."  Palabra del Señor.

Reflexión
La Iglesia celebra hoy la fiesta de la conversión de San Pablo. Recordemos que Pablo era un creyente judío radical al servicio de su sistema religioso. Es por eso muy marcado su paso de perseguidor de cristianos a perseguido por seguir a Cristo. Lo más normal era que Pablo defendiera su religión judía pues el grupo de los cristianos eran un puñado de personas vistas como una secta equivocada, frente a la religión oficial. Por tanto, la persecución a los cristianos responde a la firme convicción de estar haciendo la voluntad de Dios. Según la costumbre de la época era necesario corregir severamente a aquellos que se alejaran de la letra de la ley. Por eso el encuentro con Jesús, apoyado por el testimonio radical de los cristianos, le derrumba de sus convicciones y lo deja como ciego. Tiene que comenzar de nuevo. Luego de la conversión será igualmente coherente con lo que cree, y así vive hasta el punto de asumir cárcel, persecuciones y martirio. Por eso la tradición lo ha considerado como pilar de la fe cristiana. Dios nos permita ser fieles al evangelio amando y sirviendo a los hermanos y hermanas.

jueves, 24 de enero de 2013

RESUMEN DE TRANSICIÓN

“El Evangelio de Hoy”: Marcos 3,7-12

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo, Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del lago, y lo siguió una muchedumbre de Galilea. Al enterarse de las cosas que hacía, acudía mucha gente de Judea, de Jerusalén y de Idumea, de la Transjordania, de las cercanías de Tiro y Sidón. Encargó a sus discípulos que le tuviesen preparada una lancha, no lo fuera a estrujar el gentío. Como había curado a muchos, todos los que sufrían de algo se le echaban encima para tocarlo. Cuando lo veían, hasta los espíritus inmundos se postraban ante él, gritando: "Tú eres el Hijo de Dios." Pero él les prohibía severamente que lo diesen a conocer. Palabra del Señor.

Reflexión

El relato del Evangelio de Hoy es una síntesis de la actividad misionera de Jesús. San Marcos resume en algunas líneas los acontecimientos que hemos venido leyendo la última semana. Anuncia el desarrollo que seguirá en su misión y el ambiente reinante en medio de todos esos acontecimientos. A partir de los conflictos vividos con las autoridades políticas y religiosas Jesús se retira a la orilla del lago de Galilea. Pero si en los textos anteriores lo encontramos sólo caminando e invitando a seguirlo a sus primeros discípulos, ahora Jesús está rodeado de una muchedumbre venida de una variedad de naciones y pueblos, de cerca y de lejos. No vienen para escuchar el discurso liberador de la Buena Noticia de Jesús sino buscando sanación.
 
Son tantos y tantas los que le siguen que Jesús teme por su integridad y se aparta un poco en una lancha para hablarles desde el lago. Aunque lo parezca, no podemos decir que Jesús sienta que finalmente está logrando su objetivo de despertar la fe de estas personas. Este resumen nos está anunciando un cambio de estrategia de Jesús quien en lo adelante, sabiendo la trama de los fariseos y los herodianos para hacerlo morir, se dedicará a la formación de sus discípulos y discípulas y a la enseñanza de la muchedumbre sobre el sentido de su misión.
 
La acusación que pesa sobre Jesús es basada en su pretendido señorío sobre el sábado, su poder para perdonar pecados y su blasfemias, resaltadas por los malos espíritus que gritan tú eres el Hijo de Dios. Consciente de la composición de la muchedumbre y  del odio que le tienen los jefes religiosos se dedicará, en lo adelante, a estructurar el grupo de sus discípulos y a instruirlos en lo que deberá constituir su misión.

miércoles, 23 de enero de 2013

LA LEY DEL AMOR

“El Evangelio de Hoy”: Marcos 3,1-6

Lectura del Santo Evangelio según San Marcos:

En aquel tiempo, entró Jesús otra vez en la sinagoga, y había allí un hombre con parálisis en un brazo. Estaban al acecho, para ver si curaba en sábado y acusarlo. Jesús le dijo al que tenía la parálisis: "Levántate y ponte ahí en medio." Y a ellos les preguntó: "¿Qué está permitido en sábado?, ¿hacer lo bueno o lo malo?, ¿salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir?" Se quedaron callados. Echando en torno una mirada de ira, y dolido de su obstinación, le dijo al hombre: "Extiende el brazo." Lo extendió y quedó restablecido. En cuanto salieron de la sinagoga, los fariseos se pusieron a planear con los herodianos el modo de acabar con él. Palabra del Señor.

Reflexión

El Evangelio de Hoy nos sigue mostrando a Jesús entrando en conflicto te con el poder religioso y político de su tiempo. La causa de estos encontronazos sigue siendo la misma: la opción de Jesús por los necesitados, empobrecidos y excluidos aun por encima o en contra de la ley y de las instituciones religiosas. El hombre de la mano paralizada simboliza la “parálisis” de las sinagogas que no promueve a las personas ni las impulsa hacia la salud, la alegría y la realización como personas y comunidades. La sinagoga es el lugar de la oración y de la instrucción de los Rabinos al pueblo.

Cuando a las leyes, normas y ritos les damos más importancia que a las personas estamos perdiendo el sentido de la vida y olvidando la práctica y la enseñanza de Jesús. El día de reposo, sábado para los judíos y domingo para los cristianos, es para servir a la vida, hacer memoria de lo que somos y retomar fuerzas para seguir adelante en medio de las dificultades y las realizaciones. Es para vivir nuestra relación con Dios y con nuestros hermanos, renovando la alegría y la esperanza. No olvidemos nunca que la mejor manera de servirle a Dios es asistiendo a nuestros hermanos y procurando mejor vida para todos y todas. Amén.

martes, 22 de enero de 2013

AL SERVICIO DE LA VIDA

“El Evangelio de Hoy”: Marcos 2,23-28
 
Lectura del santo evangelio según san Marcos:
Un sábado, atravesaba el Señor un sembrado; mientras andaban, los discípulos iban arrancando espigas. Los fariseos le dijeron: "Oye, ¿por qué hacen en sábado lo que no está permitido?" Él les respondió: "¿No han leído nunca lo que hizo David, cuando él y sus hombres se vieron faltos y con hambre? Entró en la casa de Dios, en tiempo del sumo sacerdote Abiatar, comió de los panes presentados, que sólo pueden comer los sacerdotes, y les dio también a sus compañeros." Y añadió: "El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado; así que el Hijo del hombre es señor también del sábado." Palabra del Señor.
 
Reflexión
Los fariseos son un grupo de practicantes, formales, radicales de su religión, están atentos a que la ley se cumpla al pie de la letra. Es tal su apego a la ley que el carácter liberador que ésta tuvo en sus orígenes se ha convertido en un yugo opresor, que esclaviza y mata el espíritu. Jesús, por el contrario, se muestra como el ser humano libre frente a la ley, las tradiciones e instituciones religiosas. Para Jesús está sumamente claro que la ley tiene la función de garantizar la vida, la dignidad y la libertad del ser humano. Por eso asegura Jesús que "El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado; así que el Hijo del hombre es señor también del sábado." La ley y las instituciones deben estar al servicio del ser humano. Somos llamados a estar atentos para que nuestras comunidades ni nosotros cada cual se vean afectados por las normas y la organización integral de nuestra religión. Todo debe ayudarnos dignamente a glorificar a Dios. Y recordamos a San Ireneo quien nos aseguró que “la gloria de Dios es nuestra vida”.

lunes, 21 de enero de 2013

LA PENITENCIA DE LOS CRISTIANOS

“El Evangelio de Hoy”: Marcos 2,18-22

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo, los discípulos de Juan y los fariseos estaban de ayuno. Vinieron unos y le preguntaron a Jesús: "Los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan. ¿Por qué los tuyos no?" Jesús les contestó: "¿Es que pueden ayunar los amigos del novio, mientras el novio está con ellos? Mientras tienen al novio con ellos, no pueden ayunar. Llegará un día en que se lleven al novio; aquel día sí que ayunarán. Nadie le echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado; porque la pieza tira del manto, lo nuevo de lo viejo, y deja un roto peor. Nadie echa vino nuevo en odres viejos; porque revienta los odres, y se pierden el vino y los odres; a vino nuevo, odres nuevos." Palabra del Señor.

Reflexión
Jesús nos ha prometido estar con nosotros todos los días hasta el fin del mundo. Acompañados de él vivimos la experiencia del amor. Amor que se vuelve práctico y que inventa nuevas maneras de servicio y de vida fraterna. Esa es la práctica que Jesús nos ha dejado para agradar a Dios produciendo vida entre quienes nos rodean y nosotros. Cualquier otra práctica, por piadosa y antigua que sea es secundaria, lo primero es el amor, es el seguimiento de Jesús. El ayuno que Jesús nos ha enseñado es la cercanía al otro y a la otra, el perdón, la misericordia, la atención amorosa que transforma y hace presente su Reino. Nuestra penitencia debe estar orientada por la de Jesús: negarnos a mentir, negarnos a seguir las corrientes sociales injustas, estar siempre a favor de la vida aunque eso nos cueste la nuestra y protestar (y ahí puede entrar el ayuno), contra todo lo que maltrata, disminuye y quita vida.

domingo, 20 de enero de 2013

UN GESTO POCO RELIGIOSO


“El Evangelio de Hoy”: Juan 2, 1-11

Lectura del santo evangelio según san Juan:

En aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda.
Faltó el vino, y la madre de Jesús le dijo: "No les queda vino."  Jesús le contestó: "Mujer, déjame, todavía no ha llegado mi hora."  Su madre dijo a los sirvientes: "Hagan lo que él diga."  Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una. Jesús les dijo: "Llenen las tinajas de agua."  Y las llenaron hasta arriba. Entonces les mandó: "Saquen ahora y llévenselo al mayordomo." Ellos se lo llevaron. El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llamó al novio y le dijo: "Todo el mundo pone primero el vino bueno y cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta ahora."  Así, en Caná de Galilea Jesús comenzó sus signos, manifestó su gloria, y creció la fe de sus discípulos en él. Palabra del Señor.

 
Reflexión invitada: UN GESTO POCO RELIGIOSO  
JOSÉ ANTONIO PAGOLA

“Había una boda en Galilea”. Así comienza este relato en el que se nos dice algo inesperado y sorprendente. La primera intervención pública de Jesús, el Enviado de Dios, no tiene nada de religioso. No acontece en un lugar sagrado. Jesús inaugura su actividad profética “salvando” una fiesta de bodas que podía haber terminado muy mal.

En aquellas aldeas pobres de Galilea, la fiesta de las bodas era la más apreciada por todos. Durante varios días, familiares y amigos acompañaban a los novios comiendo y bebiendo con ellos, bailando danzas festivas y cantando canciones de amor.

El evangelio de Juan nos dice que fue en medio de una de estas bodas donde Jesús hizo su “primer signo”, el signo que nos ofrece la clave para entender toda su actuación y el sentido profundo de su misión salvadora.

El evangelista Juan no habla de “milagros”. A los gestos sorprendentes que realiza Jesús los llama siempre “signos”. No quiere que sus lectores se queden en lo que puede haber de prodigioso en su actuación. Nos invita a que descubramos su significado más profundo. Para ello nos ofrece algunas pistas de carácter simbólico. Veamos solo una.

La madre de Jesús, atenta a los detalles de la fiesta, se da cuente de que “no les queda vino” y se lo indica a su hijo. Tal vez los novios, de condición humilde, se han visto desbordados por los invitados. María está preocupada. La fiesta está en peligro. ¿Cómo puede terminar una boda sin vino? Ella confía en Jesús.

Entre los campesinos de Galilea el vino era un símbolo muy conocido de la alegría y del amor. Lo sabían todos. Si en la vida falta la alegría y falta el amor, ¿en qué puede terminar la convivencia? María no se equivoca. Jesús interviene para salvar la fiesta proporcionando vino abundante y de excelente calidad.

Este gesto de Jesús nos ayuda a captar la orientación de su vida entera y el contenido fundamental de su proyecto del reino de Dios. Mientras los dirigentes religiosos y los maestros de la ley se preocupan de la religión, Jesús se dedica a hacer más humana y llevadera la vida de la gente.

Los evangelios presentan a Jesús concentrado, no en la religión sino en la vida. No es solo para personas religiosas y piadosas. Es también para quienes se han quedado decepcionados por la religión, pero sienten necesidad de vivir de manera más digna y dichosa. ¿Por qué? Porque Jesús contagia fe en un Dios en el que se puede confiar y con el que se puede vivir con alegría, y porque atrae hacia una vida más generosa, movida por un amor solidario.

sábado, 19 de enero de 2013

"SÍGUEME"


“El Evangelio de Hoy”: Marcos 2,13-17

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo, Jesús salió de nuevo a la orilla del lago; la gente acudía a él, y les enseñaba. Al pasar, vio a Leví, el de Alfeo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: "Sígueme." Se levantó y lo siguió. Estando Jesús a la mesa en su casa, de entre los muchos que lo seguían un grupo de publicanos y pecadores se sentaron con Jesús y sus discípulos. Algunos escribas fariseos, al ver que comía con publicanos y pecadores, les dijeron a los discípulos: "¡De modo que come con publicanos y pecadores!" Jesús lo oyó y les dijo: "No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores." Palabra del Señor.

Reflexión

¿En cual renglón nos situamos nosotros? ¿Somos justos o pecadores? A nosotros ¿Qué nos pide Jesús hoy? Creo que  tenemos que estar claros, 2000 años después de Jesús de que él nos  llama a seguir sus pasos, a que nuestra vida se convierta en la memoria misma de Jesús. Tanto si nos consideramos justos como si nos consideramos pecadores, Jesús nos invita a lo mismo, a seguirle. Seguir a Jesús significa creer en él, vivir como él, adoptar su estilo y su modo de vida. Esto se dice con cierta facilidad, lo difícil es hacer el proceso de abrirnos a su llamado y decirle sí, con nuestra práctica cotidiana, con nuestra apertura a los demás, con nuestra compasión y cariño por quienes nos rodean sin prejuicios ni condenas precipitadas.
 
Como Leví o Mateo, hoy existen muchas personas públicamente rechazadas por sus opciones de vida distintas a las nuestras y por sus acciones contrarias al Evangelio y los valores del Reino. Existen muchos abusadores de los más pequeños, de los empobrecidos y los sin voz. Muchos corruptos en todos los niveles de vida, en todas las instituciones, incluyéndonos nosotros la Iglesia. Pues tenemos que decir, con Jesús, que es para nosotros hoy el llamado que Jesús lanza en el Evangelio de Hoy: no he venido a llamar a los justos sino a los corruptos, a los viciosos, a los violadores y abusadores… Pero Jesús no nos llama para legitimar su práctica, no nos llama a continuar destruyendo la vida propia y ajena sino a seguirle a él, el dador de vida, el dispuesto hasta a morir por dar vida en abundancia. Acojamos su llamado con alegría y decidámonos con fe a hacer el proceso sano de conversión para el seguimiento de Jesús.

viernes, 18 de enero de 2013

CONFIANZA, FE Y LIBERACIÓN


 “El Evangelio de Hoy”: Marcos 2,1-12

Lectura del santo Evangelio según san marcos:

Cuando a los pocos días volvió Jesús a Cafarnaún, se supo que estaba en casa. Acudieron tantos que no quedaba sitio ni a la puerta. Él les proponía la palabra. Llegaron cuatro llevando un paralítico y, como no podían meterlo, por el gentío, levantaron unas tejas encima de donde estaba Jesús, abrieron un boquete y descolgaron la camilla con el paralítico. Viendo Jesús la fe que tenían, le dijo al paralítico: "Hijo, tus pecados quedan perdonados."
Unos escribas, que estaban allí sentados, pensaban para sus adentros: "¿Por qué habla éste así? Blasfema. ¿Quién puede perdonar pecados, fuera de Dios?" Jesús se dio cuenta de lo que pensaban y les dijo: "¿Por qué piensan eso? ¿Qué es más fácil: decirle al paralítico "tus pecados quedan perdonados" o decirle "levántate, coge la camilla y echa a andar"? Pues, para que vean que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados..." Entonces le dijo al paralítico: "Contigo hablo: Levántate, coge tu camilla y vete a tu casa." Se levantó inmediatamente, cogió la camilla y salió a la vista de todos. Se quedaron atónitos y daban gloria a Dios, diciendo: "Nunca hemos visto una cosa igual."  Palabra del Señor.

Reflexión

El Evangelio de Hoy nos presenta a un paralítico y cuatro amigos que manifiestan una absoluta confianza en Jesús y un gesto de solidaridad, pues no puede haber auténtica fe si ésta no se hace visible en la práctica solidaria. Jesús sana y perdona. Sana de la parálisis que impide caminar, ser autónomo y libre. Perdona, porque es necesario liberar también la interioridad y la conciencia de toda atadura y de toda esclavitud. Esta actitud de Jesús desencadena el rechazo de las autoridades religiosas: escribas, fariseos, herodianos. La praxis de Jesús no tiene cabida en la mentalidad estrecha de los poderosos. Estos juzgan y condenan a Jesús porque les cuestiona y les derrumba sus esquemas mentales, los cuales no aportan nada a favor de la gente y sus necesidades.

¿Cuáles son las parálisis que nos tienen postrados hoy como personas y como pueblo? Actualmente sufrimos de muchas parálisis provocadas por las ideologías dominantes, que impiden que el pueblo pobre y sencillo piense, actúe y transforme su realidad alcanzando autonomía y libertad. Nuestra tarea como evangelizadores es contribuir a la concientización y educación crítica de nuestros hermanos para que puedan “caminar libremente por la historia”.  Nuestras acciones y actitudes deben ser efectivas y afectivas de manera que quienes nos tratan puedan darse cuenta de una manera distinta de vivir la fe al servicio del bien para todos y todas.

jueves, 17 de enero de 2013

SERVIR A LA DIGNIDAD


“El Evangelio de Hoy”: Marcos 1,40-45

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo, se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas: "Si quieres, puedes limpiarme." Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó, diciendo: "Quiero: queda limpio." La lepra se le quitó inmediatamente, y quedó limpio. Él lo despidió, encargándole severamente: "No se lo digas a nadie; pero, para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés." Pero, cuando se fue, empezó a divulgar el hecho con grandes ponderaciones, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en descampado; y aun así acudían a él de todas partes. Palabra del Señor.

Reflexión

La purificación de este leproso se opera gracia  a su confianza puesta en Jesús. La lepra era considerada en tiempos de Jesús como una enfermedad terrible. El leproso tenía que andar por las afueras de la ciudad o de la aldea. Los leprosos formaban parte del grupo de los excluidos, impuros y pecadores extremos de aquella cultura. El leproso de este pasaje rompe todas las convenciones y prohibiciones del momento. Se acerca a Jesús y le solicita la limpieza. Jesús no rechaza la cercanía y el contacto físico de este hombre. Lo escucha, lo acepta y lo acoge. Pero, sobre todo, lo toca, a pesar de que el contacto físico iba en contra de las convenciones religiosas vigentes.
 
Si el leproso se atreve a arriesgarse violando la ley y entrando en contacto con Jesús, Jesús hará lo mismo tocando al enfermo. Al devolverle la salud, Jesús le está recuperando su dignidad de hijo de Dios. Siguiendo la ley, lo manda a presentar la ofrenda estipulada para estos casos. Jesús demuestra que la persona está por encima de la ley y que es necesario devolverle el sentido salvífico a la misma ley. No la trasgrede, pero la supera a favor de la persona humana excluida y marginada.
 
Hoy somos nosotros quienes estamos llamados a valorar la persona y a darle servicio dignificante e integrador en nuestra sociedad marginadora.  Al valorar al ser humano priorizaremos los elementos de la vida que favorezcan su salud, su educación, su participación en los  diferentes niveles de vida social y cuidaremos su integridad física y espiritual. Como Jesús que aporta la esperanza con sus signos de vida, de salud y de compasión nosotros estamos siendo interpelados a aportar nuestra cuota de esfuerzo consciente a favor de la vida del necesitado. Podemos, actuemos. Busquemos a los leprosos de hoy, los enfermos, desesperanzados, tristes, marginados y hagámosle saber que para nosotros ellos cuentan. Seamos sensibles a las realidades de nuestros hermanos y hermanas.

miércoles, 16 de enero de 2013

¿QUÉ APORTA JESÚS? HOY NOS TOCA A NOSOTROS


 “El Evangelio de Hoy”: Marcos 1,29-39

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y se lo dijeron. Jesús se acercó, la cogió de la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles. Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos los enfermos y endemoniados. La población entera se agolpaba a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios; y como los demonios lo conocían, no les permitía hablar.
Se levantó de madrugada, se marchó al descampado y allí se puso a orar. Simón y sus compañeros fueron y, al encontrarlo, le dijeron: "Todo el mundo te busca." Él les respondió: "Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí; que para eso he salido." Así recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando los demonios. Palabra del Señor.

Reflexión
El Evangelio de hoy nos muestra, en resumen, cómo estaban compuestos los días de Jesús en su misión de anunciar la llegada del Reino de Dios. Se trata de hacer el bien mostrando que eso es lo que Dios quiere para su pueblo, pero sin dejarse utilizar ni mal interpretar por las muchedumbre que en llevados de sus múltiples necesidades, andaban como locos detrás de Jesús buscando solución fácil a sus problemas.
 
Los gestos realizados por Jesús: curando a los enfermos, como la suegra de Pedro, y a otros muchos enfermos, liberando a los oprimidos por diversos males que el Evangelio llama endemoniados, su cercanía a la gente simple y común de su pueblo, es una revelación de la voluntad de Dios de aportar la libertad, la esperanza, el entusiasmo a su pueblo. Lejos de hablar de pecados y de infiernos y purgatorios, Jesús habla delo bueno que es Dios y lo muestra con su propia actividad, invitando a todos y a todas a hacer lo mismo departe de Dios. Esta es la mejor manera de invitar a la conversión, al cambio de vida, como respuesta al amor con que Dios nos trata.
 
Los males de hoy no son menos que los que aquejaban a la gente en tiempos de Jesús. También hoy, cuando encontramos la presencia de alguien que realiza signos esperanzadores contra las enfermedades, sobre todo, vemos cómo la gente se desborda en asistencia y se vuelve piadosa y “creyente” (misas de sanación y liberación, por ejemplo) Frente a una realidad difícil, donde el acceso a la medicina y a los médicos se ha vuelto caro, el anuncio de sanaciones y liberaciones llama poderosamente a la atención.
 
No olvidemos que los seguidores de Jesús estamos llamados a continuar su misión, a aportar vida, esperanza, ilusión. Nada de esto puede darse de manera mágica, es necesario compartir la vida sirviendo y amando de manera desinteresada y ese será nuestro milagro. Por eso decía el padre Julio chevalier, el fundador de Los Misioneros del Sagrado Corazón, que en el corazón de Jesús encontramos el remedio para los males de nuestro tiempo. Un corazón sensible ante el sufrimiento y capaz de atender y valorar de manera sencilla a todo el que encuentra a su paso, cambiando su vida positivamente. Manos a la obra!

martes, 15 de enero de 2013

LA AUTORIDAD DE JESÚS ES EL AMOR


 “El Evangelio de Hoy”: Marcos 1,21-28
Lectura del santo evangelio según San Marcos.

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos entraron en Cafarnaún, y cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su doctrina, porque no enseñaba como los escribas, sino con autoridad. Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar: "¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios." Jesús lo increpó: "Cállate y sal de él." El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió. Todos se preguntaron estupefactos: "¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen." Su fama se extendió en seguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea. Palabra del Señor.

Reflexión
Este evangelio nos presenta a Jesús desarrollando su misión lejos de los centros del poder de aquella época, en medio de un pueblo tenido como sospechoso, situado en la periferia, Galilea era considerado un pueblo fronterizo con el paganismo,  Jesús habla en medio de pescadores, marginados de la práctica religiosa.  Su primera acción es enfrentarse con un endemoniado, considerado impuro por el fundamentalismo religioso judío, que lo convertía al mismo tiempo en una persona marginada, excluida y rechazada por la sociedad. Jesús está en medio de esta gente para anunciarle el amor con que Dios les ama y les llama.

Para los Escribas, la autoridad se centra en la ley. Por eso Jesús enseña de manera nueva, enseña con autoridad, con amor, de cara a las personas y en su favor. Esta es su autoridad, su quehacer a favor de los más necesitados. La autoridad que exhibe Jesús reside en la fuerza de su Palabra, respaldada por una vida coherente y trasparente. Por eso los “demonios”, los poderosos, los dominadores le temen y le rechazan desde el comienzo. Su autoridad desvela la mentalidad descompuesta, manipuladora, de los dirigentes religiosos del pueblo.

Y nuestra autoridad, Podríamos preguntarnos nosotros, ¿En qué se fundamenta nuestra autoridad? ¿En las palabras, en las normas, en los ritos, en las ceremonias, en las costumbres? ¿O en una vida auténtica que se traduce en praxis de solidaridad, justicia y fraternidad, en medio de nuestro mundo “endemoniado” por la violencia, la corrupción y la opresión? Pidámosle a Jesús que nos permita la gracia de su Espíritu para poder vivir coherentemente nuestra fe, siendo realmente autoridad del bien, de la verdad, de la colaboración mutua.

lunes, 14 de enero de 2013

CONVERTIRSE, CREER Y SEGUIR A JESÚS


“El Evangelio de Hoy”: Marcos 1,14-20

Lectura del santo Evangelio según san Marcos:

Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía: "Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: conviértanse y crean en el Evangelio."
Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando el copo en el lago. Jesús les dijo: "Vengan conmigo y los haré pescadores de hombres." Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco más adelante vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon con él. Palabra del Señor.

Reflexión

"Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: conviértanse y crean en el Evangelio." ¿Qué significa convertirse y creer en el Evangelio? Convertirse significa comenzar a vivir de acuerdo con la propuesta de Jesús. Lo primero es la fraternidad. Jesús nos ha revelado nuestro ser hijos e hijas de Dios. Convertirse será es ver, tratar y defender a los demás como a nuestros hermanos y hermanas. El Evangelio es eso lo que nos revela de la persona de Jesús, que él siempre estaba al lado de sus hermanos y hermanas para procurarle una vida más digna, justa y fraterna. Convertirse será siempre cambiar para adaptar nuestra vida al Evangelio.
Estamos iniciando el Tiempo Ordinario, dentro del Año Litúrgico, después de haber vivido intensamente el Adviento y la Navidad. Todas estas vivencias y grandes  celebraciones no nos pueden dejar igual que antes, han de llevarnos a un compromiso alegre por el Reino.  La conversión está estrechamente ligada a la vocación. Quien se convierte asume como proyecto de vida el seguimiento de Jesús. Podríamos afirmar con seguridad que seguir a Jesús es lo mismo que convertirse a él. El importante es Jesús y lo conocemos y acercamos a él a través de la lectura atenta de los evangelios, los cuales nos revelan la voluntad de Dios, ayudándonos a concretizar nuestra práctica cristiana.
Conviértanse y crean en el Evangelio”.  La conversión implica asumir el estilo de vida, la praxis social y religiosa de Jesús con todas sus consecuencias. Así parece indicarlo este pasaje del evangelio Marcos. En pocas líneas recoge el arresto de Juan Bautista, la predicación de Jesús, su invitación a la conversión y el llamado a los primeros discípulos. Mucho material junto. Queda claro que la intencionalidad del evangelista es establecer una unidad indisoluble entre conversión, vocación y Reino de Dios. La vocación es una respuesta de fe al llamado de Dios a colaborar en la construcción de su Reino. No tengamos miedo a involucrarnos en esta tarea de Jesús, aunque tengamos que vivir en contracorriente, Él no nos deja solos, guiará nuestros pasos.

domingo, 13 de enero de 2013

INICIAR LA REACCIÓN


“El Evangelio de Hoy”: Lucas 3, 15-16. 21-22

Lectura del santo evangelio según san Lucas:
En aquel tiempo, el pueblo estaba en expectación, y todos se preguntaban si no sería Juan el Mesías; él tomó la palabra y dijo a todos: "Yo les bautizo con agua; pero viene el que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él les bautizará con Espíritu Santo y fuego."
En un bautismo general, Jesús también se bautizó. Y, mientras oraba, se abrió el cielo, bajó el Espíritu Santo sobre él en forma de paloma, y vino una voz del cielo: "Tú eres mi Hijo, el amado, el predilecto." Palabra del Señor.

Reflexión invitada: INICIAR LA REACCIÓN   
JOSÉ ANTONIO PAGOLA

El Bautista no permite que la gente lo confunda con el Mesías. Conoce sus límites y los reconoce. Hay alguien más fuerte y decisivo que él. El único al que el pueblo ha de acoger. La razón es clara. El Bautista les ofrece un bautismo de agua. Solo Jesús, el Mesías, los “bautizará con el Espíritu Santo y con fuego”.
 
A juicio de no pocos observadores, nuestro mayor problema como Iglesia es hoy “la mediocridad espiritual”. La Iglesia no posee el vigor espiritual que necesita para enfrentarse a los retos del momento actual. Cada vez es más patente. Necesitamos ser bautizados por Jesús con su fuego y su Espíritu.
 
Estos últimos años ha ido creciendo la desconfianza en la fuerza del Espíritu, y el miedo a todo lo que pueda llevarnos a una renovación. Se insiste mucho en la continuidad para conservar el pasado, pero no nos preocupamos de escuchar las llamadas del Espíritu para preparar el futuro. Poco a poco nos estamos quedando ciegos para leer los “signos de los tiempos”.
 
Se da primacía a certezas y creencias para robustecer la fe y lograr una mayor cohesión eclesial frente a la sociedad moderna, pero con frecuencia no se cultiva la adhesión viva a Jesús. ¿Se nos ha olvidado que él es más fuerte que todos nosotros? La doctrina religiosa, expuesta casi siempre con categoría premodernas, no toca los corazones ni convierte nuestras vidas.
 
Abandonado el aliento renovador del Concilio, se ha ido apagando la alegría en sectores importantes del pueblo cristiano, para dar paso a la resignación. De manera callada pero palpable va creciendo el desafecto y la separación entre la institución eclesial y no pocos creyentes.
 
Es urgente crear cuanto antes un clima más amable y cordial. Cualquiera no podrá despertar en el pueblo sencillo la ilusión perdida. Necesitamos volver a las raíces de nuestra fe. Ponernos en contacto con el Evangelio. Alimentarnos de las palabras de Jesús que son “espíritu y vida”.
 
A nosotros se nos pide iniciar ya la reacción. Lo mejor que podemos dejar en herencia a las futuras generaciones es un amor nuevo a Jesús y una fe más centrada en su persona y su proyecto. Lo demás es más secundario. Si viven desde el Espíritu de Jesús, encontrarán caminos nuevos.