Lectura del santo evangelio según san Lucas:
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
"Cuando vean a Jerusalén sitiada por ejércitos, sepan que está cerca su
destrucción. Entonces los que estén en Judea, que huyan a la sierra; los que
estén en la ciudad, que se alejen; los que estén en el campo, que no entren en
la ciudad; porque serán días de venganza en que se cumplirá todo lo que está
escrito. ¡Ay de las que estén encinta o criando en aquellos días! Porque habrá
angustia tremenda en esta tierra y un castigo para este pueblo.
Caerán a filo de espada, los llevarán cautivos a
todas las naciones, Jerusalén será pisoteada por los gentiles, hasta que a los
gentiles les llegue su hora. Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas,
y en la tierra angustia de las gentes, enloquecidas por el estruendo del mar y
el oleaje. Los hombres quedarán sin aliento por el miedo y la ansiedad ante lo
que se le viene encima al mundo, pues las potencias del cielo temblarán.
Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube con gran poder y gloria.
Cuando empiece a suceder esto, levántense, alcen la cabeza; se acerca su
liberación". Palabra del Señor.
Reflexión
Jesús prevé la destrucción de Jerusalén como una
tragedia para sus habitantes, pero como una oportunidad para sus seguidores. A
diferencia de otros grupos religiosos, que estaban atados al territorio, a las
ciudades, a las edificaciones y a las instituciones, el cristianismo es capaz
de recrearse en cada lugar y cultura. No depende de una raza o de unos
edificios, sino que viaja como palabra de vida en el corazón de los creyentes.
Mientras las potencias mundanas se turnan para imponer sus políticas o estilos
de vida, el cristianismo busca que quienes lo acogen sepan traducirlo en gestos
cotidianos y no sólo en documentos, consignas o programas.
Mientras que los tiempos de crisis significan el
final de una época, de una cultura, de una nación, por el contrario, la crisis
es el elemento en el que el cristianismo se fortalece, a partir de una oferta
de crecimiento personal, grupal y social. Jesús llama a sus seguidores para que
levanten la cabeza y se sientan libres y liberados ante la inminencia del final
del territorio de Judá. El cambio no es el fin, sino el comienzo de un nuevo
camino. – ¿Cómo podemos responder a las voces que anuncian el final del
cristianismo?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario