EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

sábado, 23 de junio de 2018

NO PREOCUPARNOS DE MÁS


“El Evangelio de Hoy”: Mt 6,24-34

Lectura del santo evangelio según san Mateo:

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Nadie puede estar al servicio de dos amos. Porque despreciará a uno y querrá al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No pueden servir a Dios y al dinero. Por eso os digo: No estén agobiados por la vida, pensando qué van a comer o beber, ni por el cuerpo, pensando con qué se van a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Miren a los pájaros: ni siembran, ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, su Padre celestial los alimenta. ¿No valen ustedes más que ellos?
¿Quién de ustedes, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida? ¿Por qué se agobian por el vestido? Fíjense cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. Y les digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. Pues, si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por ustedes, gente de poca fe? No anden agobiados, pensando qué van a comer, o qué van a beber, o con qué se van a vestir. Los gentiles se afanan por esas cosas. Ya sabe su Padre del cielo que tienen necesidad de todo eso. Sobre todo busquen el reino de Dios y su justicia; lo demás se les dará por añadidura. Por tanto, no se agobien por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le bastan sus disgustos." Palabra del Señor.

Reflexión

Creo que el secreto está en no dar más importancia de la cuenta a uno de los elementos de nuestra vida. Nosotros los seres humanos somos complejos, necesitamos realizar distintas áreas de nuestras vidas. No podemos esclavizarnos Agobiándonos más de la cuenta por satisfacer una necesidad. La radicalidad de Jesús en la expresión “No pueden estar al servicio de Dios y del dinero”, causa espanto hasta hoy, pues toda nuestra lógica sistémica rinde culto al mercado, al dinero, al aumento de las exportaciones, al rigor fiscal, sin que la preocupación primera sea hacer visible el Reino de Dios para los sin tierra, sin techo, sin escuela, sin salud, sin agua y sin identidad.

No es fácil elegir entre lo que es bueno para todos y lo que es bueno para el bolsillo y los intereses personales de pocos. Antes que el Reino de Dios están las “añadiduras” del tener, el poder, el imponer y el dominar. La crítica se dirige sobre todo a aquellos que, por preocuparse por los bienes materiales, no experimentan la gratuidad, la fraternidad y el sueño de un mundo con los valores del Reino. Oremos hoy pidiéndole a Jesús que nos conceda poder ser personas normales y equilibradas que pueden servirse de todos los elementos de nuestro mundo, con medida y con conciencia, sabiendo que no estamos solos en este mundo, tenemos hermanas y hermanos. 

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