“El Evangelio de Hoy”: Mt 16, 24-28
Lectura del
santo Evangelio según san Mateo
En aquel
tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: El que quiera venirse conmigo, que se
niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Si uno quiere salvar su
vida, la perderá; pero el que la pierda por mí la encontrará. ¿De qué le sirve
a un hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? ¿O qué podrá dar para
recuperarla?
Porque el Hijo
del hombre vendrá entre sus ángeles, con la gloria de su Padre, y entonces
pagará a cada uno según su conducta. Les aseguro que algunos de los aquí
presentes no morirán sin antes haber visto llegar al Hijo del hombre con
majestad." Palabra del Señor.
Reflexión
¿Qué precio
pagará el hombre por su vida? Esta pregunta tiene un alcance amplio y
determinante, adquiere un significado especial. La cultura actual nos incita a
cambiar nuestra vida por diversión, por fama, por una posición social, incluso
por un mejor salario; pero, aunque estas metas conserven algo positivo, no
resuelven el enigma fundamental que cada ser humano debe resolver: ¿Qué sentido
tiene mi vida? Ya sabemos que las riquezas no dan sentido a la vida. Entonces,
¿cómo podremos rescatar el valor de nuestra vida?
La propuesta es
simple: sólo siguiendo a Jesús podremos encontrar la respuesta. Perder la vida
dando vida a nuestro alrededor. La vida solo vale puesta al servicio de Dios,
al servicio de la comunidad. Por grande que sean nuestros problemas y
dificultades, por fuertes que sean las pruebas que la vida nos presente,
sentiremos la presencia fiel de Jesús a nuestro lado y eso nos llenará de
esperanza y nos hará vivir llenos de confianza en la realización de la promesa
de salvación de Dios. La paga del que sigue a Jesús discerniendo y realizando
su voluntad es la paz.
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