EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

sábado, 3 de junio de 2017

TÚ SÍGUEME

“El Evangelio de Hoy”: Jn 21,20-25

Lectura del santo evangelio según san Juan:

En aquel tiempo, Pedro, volviéndose, vio que los seguía el discípulo a quien Jesús tanto amaba, el mismo que en la cena se había apoyado en su pecho y le había preguntado: "Señor, ¿quién es el que te va a entregar?" Al verlo, Pedro dice a Jesús: "Señor, y éste ¿qué?" Jesús le contesta: "Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué? Tú sígueme." Entonces se empezó a correr entre los hermanos el rumor de que ese discípulo no moriría. Pero no le dijo Jesús que no moriría, sino: "Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué?"
Éste es el discípulo que da testimonio de todo esto y lo ha escrito; y nosotros sabemos que su testimonio es verdadero. Muchas otras cosas hizo Jesús. Si se escribieran una por una, pienso que los libros no cabrían ni en todo el mundo. Palabra del Señor.

Reflexión

El “discípulo amado” tiene una gran importancia dentro del evangelio de san Juan, especialmente por su gran cercanía a Jesús y por su fidelidad al proyecto de vida iniciado por él. Este testimonio de fidelidad, dado por el discípulo amado, confronta profundamente la fe y la vocación de Pedro, pues sabe que ha fracasado y que, por lo mismo, se ha alejado considerablemente del camino propuesto por el Maestro; sin embargo, ahora que Jesús lo ha invitado nuevamente a seguirle y que conoce cuál es su misión (Cfr. 21,19), decide hacerlo de una manera más firme y radical siguiendo aquel discípulo que acompañó a Jesús hasta la cruz.

Pedro pregunta por él (“Señor, y éste, ¿qué?”), porque siente que este discípulo es modelo de seguimiento, cree que siguiéndolo a él podrá seguir a Jesús. Tal comprensión es errónea, por ello Jesús reafirma su llamado (“Tu sígueme”), ya que para seguirlo no son necesarios los intermediarios, por más fieles y cercanos que sean a Jesús. Todos los discípulos están referidos a él, es a él a quien siguen, él es la razón de su entrega y de su amor, y no otra persona. – Nuestra experiencia de fe, ¿está realmente fundamentada en las actitudes y comportamientos de Jesús? ¿Seguimos a Jesús o seguimos a otros creyentes? 

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