EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

viernes, 17 de marzo de 2017

LA PIEDRA ANGULAR

“El Evangelio de Hoy”: Mt 21,33-43.45-46

Lectura del santo evangelio según san Mateo:

En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: "Escuchen otra parábola: Había un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar, construyó la casa del guarda, la arrendó a unos labradores y se marchó de viaje. Llegado el tiempo de la vendimia, envió sus criados a los labradores, para percibir los frutos que le correspondían. Pero los labradores, agarrando a los criados, apalearon a uno, mataron a otro, y a otro lo apedrearon. Envió de nuevo otros criados, más que la primera vez, e hicieron con ellos lo mismo. Por último les mandó a su hijo, diciéndose: "Tendrán respeto a mi hijo." Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron: "Éste es el heredero: vengan, lo matamos y nos quedamos con su herencia." Y, agarrándolo, lo empujaron fuera de la viña y lo mataron. Y ahora, cuando vuelva el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?"
Le contestaron: "Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a otros labradores, que le entreguen los frutos a sus tiempos." Y Jesús les dice: "¿No han leído nunca en la Escritura: "La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente"? Por eso les digo que se les quitará a ustedes el reino de Dios y se dará a un pueblo que produzca sus frutos." Los sumos sacerdotes y los fariseos, al oír sus parábolas, comprendieron que hablaba de ellos. Y, aunque buscaban echarle mano, temieron a la gente, que lo tenía por profeta. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

El Evangelio de Hoy alude al rechazo de los dirigentes de Israel a la predicación de Jesús. ¿Qué papel jugamos nosotros en el establecimiento de la justicia y el derecho? Establecer la justicia y el derecho es una de las grandes exigencias de Dios en el Antiguo Testamento. Pero esa viña plantada por Dios no dio los frutos deseados: la justicia y el derecho para todos y todas. Al contrario, se mata al justo y se convive con la corrupción y el libertinaje.

La comunidad cristiana esta llamada a vivir y promover los valores de la justicia y la paz. Si no fuera fiel a esta misión profética, como parece no estarlo siendo, estaría bajo la advertencia de Jesús: “A ustedes les quitarán el Reino de Dios y se lo darán a un pueblo que produzca sus frutos”. Se nos invita a valorar la oferta de Dios. Él nos ofrece gratuitamente su Reino, su amor, su perdón. Hagamos lo mismo con la gente que nos rodea: ofrezcámosle vida, fraternidad y justicia. 

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