EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

lunes, 31 de octubre de 2016

INVITAR A QUIENES NADIE INVITA

“El Evangelio de Hoy”: Lc 14,12-14 

Lectura del santo evangelio según san Lucas:

En aquel tiempo, dijo Jesús a uno de los principales fariseos que lo había invitado: "Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado. Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; dichoso tú, porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos." Palabra del Señor. 

REFLEXIÓN


¿Qué podemos hacer para resistirnos a la tentación de reaccionar como la mayoría de los seres humanos que actúan buscando ventajas y beneficios? La verdad es que no es nada fácil. Regularmente nos dejamos arrastrar por las tendencias sociales y buscamos, solamente, la amistad de quienes nos pueden tener en cuenta a la hora de un apuro. A lo que Jesús nos invita en Él Evangelio de Hoy es a renunciar a creernos los más importantes, compartir con quienes no nos pueden corresponder, ayudar a los que muchas veces ignoramos antes que a los que preferimos, sentar en la mesa de la vida a quienes hemos arrojado lejos de la sociedad, no aparentar, servir con gratuidad. Viviendo estas actitudes estaremos obedeciendo a Jesús y ganando en alegría y esperanza. Pidamos al Señor, iniciando esta semana laboral,  que nos permita dejarnos ayudar por la Palabra de Dios y reaccionar cristianamente en nuestras relaciones con los demás.

domingo, 30 de octubre de 2016

ASÍ EVANGELIZA JESÚS

“El Evangelio de Hoy”: Lc 19, 1-10

Lectura del santo evangelio según san Lucas.

En aquel tiempo, entró Jesús en Jericó y atravesaba la ciudad. Un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de distinguir quién era Jesús, pero la gente se lo impedía, porque era bajo de estatura. Corrió más adelante y se subió a una higuera, para verlo, porque tenía que pasar por allí. Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y dijo: - Zaqueo, baja enseguida, porque hoy tengo que alojarme en tu casa. Él bajó enseguida, y lo recibió muy contento. Al ver esto, todos murmuraban diciendo: - Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador. Pero Zaqueo se puso en pie, y dijo al Señor: - Mira, la mitad de mis bienes, Señor, se la doy a los pobres; y si de alguno me he aprovechado, le restituiré cuatro veces más. Jesús le contestó: - Hoy ha sido la salvación de esta casa; también éste es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

Jesús nos enseña la manera de llevar la Buena Noticia de Dios. Él evangelizó con un estilo inconfundible. A Zaqueo todos lo juzgan sin piedad: es un pecador. Para Jesús es sencillamente una persona que anda «perdida». Precisamente por eso lo busca con su mirada, le llama por su nombre y le ofrece su amistad personal: Baja en seguida porque hoy tengo que hospedarme en tu casa. Come en su casa, le escucha, dialogan. Acogido, respetado y comprendido por Jesús, aquel hombre decide reorientar su vida. La actuación de Jesús es sorprendente. Nadie veía en él al representante de la Ley, sino al profeta compasivo que acogía a todos con el amor entrañable del mismo Dios. La preocupación de Jesús no era la moral sino el sufrimiento concreto de cada persona. Jesús se muestra  Misericordioso. Aunque muchas personas no le hicieran caso Seguía sembrando la Buena Noticia con la misma actitud de Dios que envía la lluvia y hace salir su sol sobre todos sus hijos: buenos y malos.

Ya no somos ni podremos ser una Iglesia poderosa, segura y autoritaria, que pretenda imponerse a todos. Somos una Iglesia más sencilla, vulnerable y débil. No tenemos que preocupamos de defender nuestro prestigio y poder. Se nos invita a ser más humanos y a sintonizar mejor con los que sufren. Esa es una buena condición para anunciar el Evangelio de Jesús. Tenemos que aprender de Jesús a conjugar tres verbos decisivos: acoger escuchar y acompañar. Descubriremos que el Evangelio lo comunican los creyentes en cuya vida resplandece el amor compasivo de Dios. Sin esto, todo lo demás es inútil. Como Zaqueo, tenemos hoy la oportunidad de plantearnos quién es Jesús para nosotros, cómo nos influye y que transformaciones genera en nuestras vidas. Cambiemos…

sábado, 29 de octubre de 2016

LOS PRIMEROS SERÁN LOS ÚLTIMOS

“El Evangelio de Hoy”: Lc 14, 1. 7-11

Lectura del santo evangelio según san Lucas:

En aquel tiempo, entró Jesús un sábado en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos le estaban espiando. Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les propuso este ejemplo: "Cuando te conviden a una boda, no te sientes en puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y vendrá el que os convidó a ti y al otro, y te dirá: "Cédele el puesto a éste". Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto. Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga: "Amigo, sube más arriba". Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido". Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

¿Qué tiene que ver este texto del Evangelio con la vida y la organización social de nuestro tiempo? Mucho. Si nos fijamos en el comportamiento de la humanidad, la tendencia es a buscar los ser los primeros, a estar delante, a ser los primeros… esto forma parte espontánea de las luchas cotidianas de la gente. Muchas personas se organizan, política, social y hasta religiosamente buscando acceder a puestos de trabajo, de poder o de mando. A veces no sabemos en quién confiar por dudar de lo que buscan los otros con sus actuaciones. Nosotros, muchas veces pensamos que el puesto hace al hombre y por eso hoy Jesús nos recuerda que así no se mueve el Reino de Dios.

Una persona que sigue la enseñanza de Jesús y apuesta por su propuesta de sociedad que es el Reino de Dios, sabe valorar la participación social como medio de colaboración y servicio, sin absolutizar un puesto. “Los primeros serán los últimos”, según Jesús. Nuestra vida debe ser un esfuerzo por hacer presente en el día a día, los signos del Reino de Dios. Quien quiere entrar en él ha de hacerse pequeño, no tener pretensiones. La verdadera grandeza es la que tenemos ante Dios. Nuestros deseos de grandeza y de dominio deben transformarse en propósitos de un humilde servicio. Así que sigamos abriendo nuestra vida al deseo de Jesús de humanizar las relaciones entre las personas y dejémonos transformar por su amor, amando a nuestros hermanos y hermanas.

jueves, 27 de octubre de 2016

TENGO QUE CAMINAR

“El Evangelio de Hoy”: Lc 13,31-35

Lectura del santo evangelio según san Lucas: 

En aquella ocasión, se acercaron unos fariseos a decirle: "Márchate de aquí, porque Herodes quiere matarte." Él contestó: "Vallan a decirle a ese zorro: "Hoy y mañana seguiré curando y echando demonios; pasado mañana llego a mi término." Pero hoy y mañana y pasado tengo que caminar, porque no cabe que un profeta muera fuera de Jerusalén. ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la clueca reúne a sus pollitos bajo las alas! Pero no han querido. Su casa se le quedará vacía. Les digo que no me volverán a ver hasta el día que exclamen: "Bendito el que viene en nombre del Señor." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

A Jesús se lo advirtieron muchísimas veces, si no te cuidas te van a matar. Pero Jesús en vez de cuidarse, de callarse unos meses, de irse a pueblecitos más alejados hasta que se calmara un poco el asunto, continuó como si nada, acercándose a Jerusalén. Por decirlo así, Jesús se acercó al peligro, Él se lo buscó. Al denunciar los poderes, al liberar los oprimidos por “demonios” y al sanar los enfermos; está anunciando la presencia del Reino de Dios, despertando la esperanza de los necesitados. A través de la imagen de la gallina que arropa a sus polluelos, desvela la realidad de violencia, persecución y muerte que circunda a Jerusalén.

Jesús se muestra profundamente sensible e indignado frente a los sufrimientos de su pueblo impotente y desprotegido en una sociedad violenta e insegura, como las nuestras hoy. La realidad de hoy nos exige vivir una actitud profética al estilo de Jesús, denunciadora de los hechos de violencia y muerte que acontecen a diario en nuestros campos y ciudades. Nuestra manera de vivir la fe y la vida integral ha de ser una propuesta, en sí misma, de amor, paz y justicia. Una actitud profética que revele la bendición de Dios. Eso es la vida Jesús. No vino a ser servido, no vino a cuidarse, a defenderse ni a salvarse, vino a salvarnos.

miércoles, 26 de octubre de 2016

ENTRAR

“El Evangelio de Hoy”: Lc 13, 22-30

Lectura del santo evangelio según san Lucas: 

En aquel tiempo, Jesús, de camino hacia Jerusalén, recorría ciudades y aldeas enseñando. Uno le preguntó: "Señor, ¿serán pocos los que se salven?" Jesús les dijo: "Esfuércense en entrar por la puerta estrecha. Les digo que muchos intentarán entrar y no podrán. Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, se quedarán fuera y llamarán a la puerta, diciendo: "Señor, ábrenos"; y él les replicará: "No sé quiénes son." Entonces comenzarán a decir: "Hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas." Pero él les replicará: "No sé quiénes son. Aléjense de mí, malvados." Entonces será el llanto y el rechinar de dientes, cuando vean a Abrahán, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y ustedes se vean echados fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios. Miren: hay últimos que serán primeros y primeros que serán últimos." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

Continuamos nuestra reflexión sobre el Reino de Dios y su acceso, guiados por los textos evangélicos que la liturgia nos presenta durante estos días. Jesús deja claro que la entrada y participación en el Reino de Dios se vive desde el presente y para siempre. No caben las demoras pues es una realidad inaugurada y nadie la detiene, aunque no veamos el ritmo de su crecimiento y arraigo. Los criterios de participación en la Salvación o en el Reino parecen distintos a los que las prácticas religiosas de las distintas confesiones han asumido. De hecho no se trata de una práctica religiosa sino de una práctica de fe y de confianza en Dios, y, de una relación sana y sincera con nuestros hermanos y hermanas.

La puerta estrecha es la que vive Jesús en relación con sus discípulos y con las personas con las que se encontraba, una relación de acogida, de servicio, un anuncio constante de la esperanza activa que favorece siempre al otro o a la otra. De manera que no podemos argüir religiones, ni prácticas eclesiales. No nos salvamos a nosotros mismos, nos salva Dios y para eso debemos poner nuestra confianza en él y compartir lo que somos y tenemos sin miedo a quedarnos sin nada, pues siempre nos quedará Él, con su Reino eterno. Gracias Señor…

martes, 25 de octubre de 2016

LEVADURA SILENTE

“El Evangelio de Hoy”: Lc 13, 18-21

Lectura del santo evangelio según san Lucas: 

En aquel tiempo, decía Jesús: "¿A qué se parece el reino de Dios? ¿A qué lo compararé? Se parece a un grano de mostaza que un hombre toma y siembra en su huerto; crece, se hace un arbusto y los pájaros anidan en sus ramas." Y añadió: "¿A qué compararé el reino de Dios? Se parece a la levadura que una mujer toma y mete en tres medidas de harina, hasta que todo fermenta." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN


El Evangelio de Hoy nos presenta la realidad del Reino de Dios con elementos sencillos y cotidianos como una semillita pequeña que un agricultor planta y que da origen a un arbusto capaz de hacer anidar las aves en él; y de la levadura que permite a una mujer fabricar panes con poca cantidad. La complicación nos viene porque estamos mal acostumbrados a  esperar signos extraordinarios de la presencia de Dios. Dios nos llega en lo sencillo de cada día: trabajar el  campo, cocinar el pan. ¿Cómo vamos a ver que Dios actúa salvándonos si lo buscamos en las nubes, mientras que él está entre nosotros? Otra invitación a mirar bien a nuestro alrededor y encontrar motivos de esperanza. Dios se sirve de lo cotidiano para manifestarse y hacer crecer su Reino. Vivamos conscientes de la presencia de Jesús en lo cotidiano. 

lunes, 24 de octubre de 2016

HACER EL BIEN

“El Evangelio de Hoy”: Lc 13, 10-17

Lectura del santo evangelio según san Lucas:

Un sábado, enseñaba Jesús en una sinagoga. Había una mujer que desde hacía dieciocho años estaba enferma por causa de un espíritu, y andaba encorvada, sin poderse enderezar. Al verla, Jesús la llamó y le dijo: "Mujer, quedas libre de tu enfermedad". Le impuso las manos, y enseguida se puso derecha. Y glorificaba a Dios. Pero el jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús había curado en sábado, dijo a la gente: "Seis días tienen para trabajar: vengan esos días a que les curen, y no los sábados". Pero el Señor, dirigiéndose a él, dijo: "Hipócritas: cualquiera de ustedes, ¿no desata del pesebre al buey o al burro, y lo lleva a abrevar, aunque sea sábado? Y a está, que es hija de Abrahán, y que Satanás ha tenido atada dieciocho años, ¿no había que soltarla en sábado?". A estas palabras, sus enemigos quedaron abochornados, y toda la gente se alegraba de los milagros que hacía. Palabra del Señor

REFLEXIÓN

El Evangelio de hoy nos recuerda la  máxima de obrar el bien en todo tiempo y lugar, identificando las acciones buenas con la misma obra de Dios realizada en la creación. Obrar el bien sin reparo de preceptos religiosos, sociales o culturales es sinónimo de realizar la voluntad de Dios, experimentado como Padre Misericordioso. A esta manera de pensar de Jesús se oponen sus adversarios, que le recuerdan los preceptos sabáticos, considerados como la máxima expresión de religiosidad. Jesús les responde reivindicando la legitimidad de su acción al hacer prevalecer la obra de Dios por encima de consideraciones religiosas.

¿Y nosotros hoy, Cuál es nuestra posición? La comunidad cristiana tiene hoy el reto de reivindicar esa misma intencionalidad de Jesús al poner el bien común y el bien de la humanidad en general por encima de intereses individualistas o de élites de poder. Somos llamados a vivir lo que creemos y así colaborar con el crecimiento del Reino de  Dios.

sábado, 22 de octubre de 2016

CONVERSIÓN Y SALVACIÓN

“El Evangelio de Hoy”: Lc 13, 1-9

Lectura del santo evangelio según san Lucas:

En aquella ocasión, se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos cuya sangre vertió Pilatos con la de los sacrificios que ofrecían. Jesús les contestó: "¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos, porque acabaron así? Les digo que no; y, si no se convierten, todos perecerán lo mismo. Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé, ¿piensan que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? les  digo que no; y, si no os convierten, todos perecerán de la misma manera."
Y les dijo esta parábola: "Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: "Ya ves: tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a ocupar terreno en balde?" Pero el viñador contestó: "Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto. Si no, la cortas." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN


El evangelio de hoy nos llama a interpretar la vida de manera positiva y responsable. Ya sabemos que Dios no castiga a nadie por su pecado. Las enfermedades no vienen de Dios, son parte de la vida y hay que cuidarse de ellas, prevenirlas y curarlas. Frente a nuestro pecado, la actitud a asumir no es el miedo a la posibilidad de terminar castigado por Dios, la actitud cristiana es la conversión, el cambio de vida y la reparación del mal causado de acuerdo a nuestras posibilidades. Dar frutos de vida y posibilitar con nuestros compromisos comunitarios, que otros también aporten buenos frutos de cambio. Así que reactivemos nuestra fe en el Dios de Jesús, y,  como él, dispongámonos a transformar la realidad con nuestra acción. 

viernes, 21 de octubre de 2016

LA VERDADERA SABIDURÍA

“El Evangelio de Hoy”: Lc 12, 54-59

Lectura del santo evangelio según san Lucas:

En aquel tiempo, decía Jesús a la gente: "Cuando ven subir una nube por el poniente, dicen en seguida: "Chaparrón tenemos", y así sucede. Cuando sopla el sur dicen: "Va a hacer bochorno", y lo hace. Hipócritas: si saben interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no saben interpretar el tiempo presente? ¿Cómo no saben juzgar ustedes mismos lo que se debe hacer?
Cuando te diriges al tribunal con el que te pone pleito, haz lo posible por llegar a un acuerdo con él, mientras van de camino; no sea que te arrastre ante el juez, y el juez te entregue al guardia, y el guardia te meta en la cárcel. Te digo que no saldrás de allí hasta que no pagues el último céntimo."  Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

¿Qué es lo que sabemos y qué es lo que nos hace falta saber? Jesús intenta ayudarnos a centrarnos en lo importante. De nada sirve saber cositas sobre el estado del tiempo. Lo importante es saber descubrir en el día a día, la manifestación, la presencia de Dios actuando para salvarnos. Dios presente en Jesús mejorando la vida y acompañándola. Contamos con la palabra de Jesús en sus evangelios, seríamos sabios si viviéramos lo que leemos y escucháramos su mensaje de vida.

El Reino de Dios se ha iniciado, ¿qué es lo que nos enseña Jesús con su vida y sus señales? ¿Cuál es nuestra interpretación? Somos llamados a resolver nuestros problemas a través del diálogo fraterno, antes que irnos a la justicia ordinaria, la cual puede aprovecharse de nosotros y entonces perdemos lo más por lo menos. Señor enséñanos a dialogar, enséñanos a amar. Que el padre Julio Chevalier, nuestro fundador, quien murió un día como hoy, nos inspire a encontrar remedios a los males de nuestro tiempo en el Corazón de Jesús.

jueves, 20 de octubre de 2016

EL FUEGO DEL AMOR

“El Evangelio de Hoy”: Lc 12, 49-53

Lectura del santo evangelio según san Lucas:

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "He venido a prender fuego en el mundo, ¡y ojalá estuviera ya ardiendo! Tengo que pasar por un bautismo, ¡y qué angustia hasta que se cumpla! ¿Piensan que he venido a traer al mundo paz? No, sino división. En adelante, una familia de cinco estará dividida: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

La misión de Jesús no se logra sin división, sin cortar con una religión y una tradición estéril que solo vive la formalidad de la ley sin ocuparse de la dignidad de la gente. Por eso es que Jesús habla de fuego y de división. Él quiere ver las personas optando por la vida, por la convivencia, por la justicia y la fraternidad. Pero sabe que no es evidente ir contra corriente. El amor, la cercanía, la acogida y todas las acciones de Jesús despiertan admiración  y enfado… esta es la división y el fuego que viene a prender y mientras más crece mejor pues significa que más personas se inscriben del lado de la defensa de la vida.

No podemos olvidar, sin embargo, que Jesús invita a quienes creen en él a mantenerse unidos. La unidad no es uniformidad, es tener como orientación su propia manera de reaccionar frente a la realidad.  Así que hoy podemos preguntarnos ¿Qué es lo que nos separa de los demás en cuanto cristianos,  y,  qué es lo que me une a Jesús y a mis hermanos? Qué nuestro fuego sea el deseo ardiente de servir, de remediar, de perdonar, de  ayudar los otros resolver sus problemas. Eso mismo será la causa de división… Hemos de vivir esta santa  tensión que Jesús encarnó, haciendo la voluntad de su Padre y Nuestro Padre.

miércoles, 19 de octubre de 2016

MUCHO SE NOS EXIGIRÁ

“El Evangelio de Hoy”: Lc 12, 39-48

Lectura del santo evangelio según san Lucas:

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Comprendan que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, no le dejaría abrir un boquete. Lo mismo ustedes, estén preparados, porque a la hora que menos piensan viene el Hijo del hombre." Pedro le preguntó: "Señor, ¿has dicho esa parábola por nosotros o por todos?" El Señor le respondió: "¿Quién es el administrador fiel y solícito a quien el amo ha puesto al frente de su servidumbre para que les reparta la ración a sus horas? Dichoso el criado a quien su amo, al llegar, lo encuentre portándose así. Les aseguro que lo pondrá al frente de todos sus bienes. Pero si el empleado piensa: "Mi amo tarda al llegar", y empieza a pegarles a los mozos y a las muchachas, a comer y deber y emborracharse, llegará el amo de ese criado el día y la hora que menos lo espera y lo despedirá, condenándolo a la pena de los que no son fieles. El criado que sabe lo que su amo quiere y no está dispuesto a ponerlo por obra recibirá muchos azotes; el que no lo sabe, pero hace algo digno de castigo, recibirá pocos. Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá; al que mucho se le confió, más se le exigirá."  Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

¿Nosotros o los otros? Estamos acostumbrados a aplicar la palabra de Dios leída o escuchada a los demás. Fácilmente le encontramos una aplicación, casi siempre negativa a personas concretas de las que nos rodean.  Pedro se inquieta al escuchar a Jesús y le pregunta: “Señor, ¿has dicho esa parábola por nosotros o por todos? No estamos a la altura de juzgar a los demás sino de dejarnos enriquecer por el Evangelio. La llamada de Jesús es a mantenernos vigilantes, preparados para la responder cristianamente a las provocaciones de la vida, obrando conforme a su voluntad.

La fe consiste en vivir en esperanza y ya todo lo que esperamos para después. Si esperamos la salvación, entonces intentamos por todos los medios vivir esa salvación aunque sea en pequeño. Nuestra responsabilidad consiste en vivir lo que creemos y esperamos, aquí y ahora. Somos privilegiados al conocer el amor y la voluntad de vida del Señor, por eso se nos exigirá más. Nuestra riqueza, nuestro Bien es la fe. Vivámosla llenos de confianza y de alegría en medio de las dificultades encontradas en el camino. Jesús nos acompaña, nos anima y nos sostiene.

martes, 18 de octubre de 2016

FIESTA DE SAN LUCAS

“El Evangelio de Hoy”: Lc 10, 1-9

Lectura del santo evangelio según san Lucas:

En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: "La mies es abundante y los obreros pocos; rueguen, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Pónganse en camino! Miren que les mando como corderos en medio de lobos. No lleven talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengan a saludar a nadie por el camino.
Cuando entren en una casa, digan primero: "Paz en esta casa". Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos su paz; si no, volverá a ustedes. Quédense en la misma casa, coman y beban de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No anden cambiando de casa. Si entran en un pueblo y les reciben bien, coman lo que les pongan, curen a los enfermos que haya, y digan está cerca de ustedes el Reino de Dios." Palabra del Señor.


REFLEXIÓN

Celebramos la fiesta del Evangelista San Lucas. Dicen que Lucas era Médico de profesión y que además de su evangelio, también escribió los Hechos de los Apóstoles. En sus escritos se resaltan los hechos que causan alegría, entusiasmo por la llegada del Reino. En su evangelio y en los Hechos  de  los Apóstoles podemos descubrir una positiva preferencia por los pobres y  los grupos marginados como la mujer y los desamparados. Tenía una sensibilidad muy cercana con las personas enfermas, dada su profesión de médico. Poseía gran talento para escribir, como puede comprobarse en sus dos obras: el Evangelio y los Hechos de los Apóstoles. Su procedencia griega le hacía tener un vasto conocimiento de su cultura, evidenciado en la obra de los Hechos.

San Lucas plantea la vida cristiana como un seguimiento de Jesús. Un camino que lleva de Galilea a Jerusalén y de Jerusalén hasta la eternidad. Gran misionero, siempre en camino, guiado por el Espíritu Santo. Así plantea en sus escritos la vida cristiana. El envío de los setenta y dos simboliza la perspectiva ecuménica que sigue Lucas, para quien el cristianismo sobrepasa las barreras geográficas de Israel y los límites de Jerusalén. La frase “La mies es abundante y los obreros pocos”, dimensiona su perspectiva de evangelización inclusiva y universal. La misión de los doce discípulos, los setenta y dos, el viaje de Jesús a Jerusalén, de Pedro al mundo griego y de Pablo a Roma revela el lugar central de la evangelización en la Iglesia. Celebremos con alegría y con los pies en la tierra, la fiesta de San Lucas. Dejémonos contagiar por su sensibilidad y su inquieta prisa por evangelizar el mundo entero.

lunes, 17 de octubre de 2016

TODA CLASE DE AVARICIA

“El Evangelio de Hoy”: Lc 12,13-21

Lectura del santo Evangelio según san Lucas

En aquel tiempo, dijo uno del público a Jesús: "Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia." Él le contestó: "Hombre, ¿quién me ha nombrado juez o árbitro entre ustedes?" Y dijo a la gente: "Miren: guárdense de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes."
Y les propuso una parábola: "Un hombre rico tuvo una gran cosecha. Y empezó a echar cálculos: "¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha." Y se dijo: "Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el grano y el resto de mi cosecha. Y entonces me diré a mí mismo: Hombre, tienes bienes acumulados para muchos años; túmbate, come, bebe y date buena vida." Pero Dios le dijo: "Necio, esta noche te van a exigir la vida. Lo que has acumulado, ¿de quién será?" Así será el que amasa riquezas para sí y no es rico ante Dios." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

La voluntad de Dios es que  los humanos seamos dignos, no que seamos ricos. La dignidad se encamina por el lado de lo necesario y la riqueza se orienta hacia el bien estar.  No es posible que todos los seres humanos lleguen a ser ricos, pero si es posible, que todos seamos dignos y tengamos lo necesario para vivir cómodamente. Lo que hace falta es la justicia que nos lleve a respetar a los demás, a trabajar de manera normal y desterrar de nuestras vidas todo lo que me lleve a dar la espalda a los demás.  

El evangelio de hoy está marcado por un claro lenguaje económico: herencia, codicia, riqueza, bienes, tierras, cosecha, graneros, trigo, acumulación, tesoros.  ¿Cuáles son nuestras actitudes frente a los bienes? Ya Jesús lo ha dicho, “la vida no depende de los bienes, la vida  depende de Dios. Jesús nos recomienda cuidarnos de la codicia, la acumulación para sí y la necedad. Sabemos que nos bienes son necesarios para la vida en la sociedad en la que vivimos. Es fundamental tener algo para poder desenvolvernos en el día a día de nuestra vida.  Aspirar a tener los bienes necesarios para una vida digna es un anhelo profundamente humano. Lo escandaloso es que orientemos nuestra vida a la acumulación de riqueza, al poder y al placer, olvidándonos de nuestros hermanos y hermanas. 

miércoles, 12 de octubre de 2016

AY DE USTEDES

“El Evangelio de Hoy”: Lc 11,42-46

Lectura del santo evangelio según san Lucas:

En aquel tiempo, dijo el Señor: "¡Ay de vosotros, fariseos, que pagáis el diezmo de la hierbabuena, de la ruda y de toda clase de legumbres, mientras pasáis por alto el derecho y el amor de Dios! Esto habría que practicar, sin descuidar aquello. ¡Ay de vosotros, fariseos, que os encantan los asientos de honor en las sinagogas y las reverencias por la calle! ¡Ay de vosotros, que sois como tumbas sin señal, que la gente pisa sin saberlo!" Un maestro de la Ley intervino y le dijo: "Maestro, diciendo eso nos ofendes también a nosotros." Jesús replicó: "¡Ay de vosotros también, maestros de la Ley que abrumáis a la gente con cargas insoportables, mientras vosotros no las tocáis ni con un dedo!" Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

Una vez más Jesús nos invita a poner por encima de todo a las personas. Jesús nos habla de la primacía del amor y la justicia, de la misericordia y la simplicidad acogedora que nos hará transparentes y cercanos de los demás en vez de exigentes y prepotentes. Jesús nos advierte contra lo que puede llevarnos a la soledad y a la muerte  El cumplimiento del impuesto de la hierbabuena, la ruda y las verduras, que simbolizan la práctica de los fariseos para quedar bien con las autoridades religiosas, contrasta con el descuido de la justicia y del amor de Dios, que es lo verdaderamente valioso que hay que observar y cuidar.


La situación que vivimos hoy no dista mucho del ambiente social, político y religioso en tiempos de Jesús. Nuestros países están agobiados con impuestos y leyes insoportables, mientras que la mayoría de quienes las promulgan y promueven nadan en mares de corrupción y de impunidad. En cuanto a las iglesias y las religiones, abundan los creyentes y los líderes que acentúan bien los ritos externos, las formalidades de la religiosidad pero no vivimos la alegría de los valores vividos y enseñados por Jesús. Tenemos mucho camino por andar, dejémonos guiar por Jesús. Encomendamos al señor a todos los pueblos naciones y culturas del mundo.

martes, 11 de octubre de 2016

TRANSPARENCIA

“El Evangelio de Hoy”: Lc 11, 37-41

Lectura del santo evangelio según san Lucas: 

En aquel tiempo, cuando Jesús terminó de hablar, un fariseo lo invitó a comer a su casa. Él entró y se puso a la mesa. Como el fariseo se sorprendió al ver que no se lavaba las manos antes de comer, el Señor le dijo: "Ustedes, los fariseos, limpian por fuera la copa y el plato, mientras por dentro rebosan de robos y maldades. ¡Necios! El que hizo lo de fuera, ¿no hizo también lo de dentro? Den limosna de lo de dentro, y lo tendrán limpio todo." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

El texto del Evangelio de Hoy es un enfrentamiento directo y sin rodeo contra esta manera de vivir la relación con Dios y los hermanos y hermanas. A pesar de haber sido invitado, con lo que eso supone de cortesía y delicadeza, Jesús sabe que los fariseos lo observaban para encontrarle faltas y poder criticarlo. Jesús está empeñado en anunciar una forma de vivir la fe que contribuya al crecimiento humano, a la dignificación de las personas y de toda la creación de Dios. Por eso es capaz de hablar y hacer señalamientos radicales para impactar directamente en la práctica de sus anfitriones. Jesús no cumplió con la regla de lavarse las manos, pero los fariseos son ladrones, insensatos y maliciosos, aun teniendo las manos limpias y cumpliendo con lo formal de la ley.


La denuncia es tremendamente radical y temeraria, desestabilizadora del sistema de pureza legal y social, que centraba su atención en las cosas insignificantes y olvidaba los grandes males sociales. Nosotros también vivimos nuestra fe bajo un código eclesial y comunitario no siempre centrado en las personas y sus necesidades. No olvidemos, por nada del mundo, que la gloria de Dios es la vida de las personas (San Ireneo). No nos conformemos con dar cositas en limosnas para acallar nuestras conciencias, vayamos al fondo de la cuestión: vivamos la solidaridad y la justicia como muestra de fraternidad y de apego a la vida de Jesús. Vivamos de corazón y así estaremos “limpios” por dentro y por fuera.

lunes, 10 de octubre de 2016

JESUS ES MÁS

“El Evangelio de Hoy”: Lc 11, 29-32

Lectura del santo evangelio según san Lucas:

En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús, y él se puso a decirles: "Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación. Cuando sean juzgados los hombres de esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que los condenen; porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón. Cuando sea juzgada esta generación, los hombres de Nínive se alzarán y harán que los condenen; porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás."  Palabra del Señor.

REFLEXIÓN


¿Cuáles son los episodios de la Historia de la Salvación narrada por la Biblia que más te impactan? La Sagradas Escrituras se nos ha dado para ayudarnos en nuestra marcha hacia la realización en Dios. Si no nos afecta positivamente, no es aceptada como Buena Noticia. En el Evangelio de Hoy Jesús advierte que su generación es apática, indiferente e incrédula ante la Buena Nueva que se anuncia. Decide enfrentarla, llamarla por su nombre y ponerla en el lugar adecuado. No duda, pues, en descubrir su maldad y perversidad. Como en otros pasajes, Jesús hace memoria de la actitud que tienen personas extranjeras como la reina del sur o la población ninivita, atraídas por la sabiduría de Salomón y por la predicación de Jonás mientras que los que se dicen elegidos y pueblo de Dios solo viven una tradición rutinaria sin buscar ni reconocer la acción de Dios. La sabiduría de Salomón y la predicación de Jonás quedan superadas por Jesús. La escucha y la conversión representan las actitudes de quien quiera ponerse en el camino hacia Jerusalén. No es cuestión de grandes prodigios o milagros, sino de reconocer la acción salvadora de Dios en Jesús de Nazaret. ¿Qué hacemos nosotros hoy como testigos del amor de Dios? Somos llamados a dejarnos transformar, dejarnos convertir de menos en más, a ser sensibles a la palabra de Dios.

sábado, 8 de octubre de 2016

PADRE NUESTRO

 “El Evangelio de Hoy”: Lc 11, 1-4

Lectura del santo evangelio según san Lucas:

Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: "Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos".
El les dijo: "Cuando oréis, decid: "Padre, santificado sea tu nombre, venga tu Reino, danos cada día nuestro pan del mañana, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe algo, y no nos dejes caer en la tentación". Palabra del Señor.

REFLEXIÓN


El evangelio de Hoy nos recuerda la dimensión orante de la vida cristiana, actitud de confianza en el Dios Padre bondadoso siempre atento a nuestras súplicas. Al notar que Jesús ora en todo tiempo y de una manera constante y confiada, sus discípulos le piden que le enseñe ese modo de orar. Jesús le enseña el Padre Nuestro. San Lucas lo transmite en una fórmula más breve en comparación con San Mateo. Una invocación inicial: Padre, más cinco peticiones fundamentales. Lo que hay que pedir en la oración es que venga el Reino de Dios y se haga realidad para nosotros con todas sus consecuencias: el pan cotidiano, el perdón, y la victoria en la tentación. El Padre Nuestro es norma y guía de toda la oración cristiana. Cuando lo que pedimos no entra dentro de esas peticiones es que no estamos orando al Padre, ni lo hacemos como Jesús.

viernes, 7 de octubre de 2016

LA PARTE MEJOR

“El Evangelio de Hoy”: Lc 10, 38-42

Lectura del santo evangelio según san Lucas:

En aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Ésta tenía una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra.
Y Marta se multiplicaba para dar abasto con el servicio; hasta que se paró y dijo: "Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola con el servicio? Dile que me eche una mano."
Pero el Señor le contestó: "Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas; sólo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor, y no se la quitarán." Palabra del Señor.

 REFLEXIÓN

La vida diaria nos presenta muchas dificultades a la hora de discernir la mejor manera de realizar nuestra historia personal y comunitaria. La  vida de familia, el trabajo agobiante que nos permite ganar el pan cotidiano, las relaciones con los demás, los obstáculos a todos los niveles que hay que enfrentar. No resulta fácil priorizar a qué atender primero ni cómo hacerlo. El Evangelio de Hoy nos presenta a Jesús en casa de Marta, María y Lázaro, tres hermanos que se hicieron íntimos amigos de Jesús y donde Jesús gustaba ir a descansar, próximo a Jerusalén. La lectura nos sitúa en el nivel de la vida y las relaciones cotidianas de dos hermanas que actúan con Jesús de modo diferente. A Marta le absorben los quehaceres domésticos de la casa, como puede sucederle a muchos hombres y mujeres hoy en nuestras comunidades y en nuestras parroquias. En cambio, María asume el camino de discípula, que, poniéndose a los pies de Jesús, expresa su deseo de seguirle y de escuchar su palabra. María hizo la mejor elección.

Jesús no subvalora la labor de Marta. Con Jesús incluso habría que recriminar a quienes no valoran el trabajo arduo y abnegado de las mujeres en la dirección de sus hogares y a quienes consideran su trabajo como inferior y de menor valor al de otras personas. Pero queda de manifiesto que, como cristianos, el discipulado es como una carta de navegación que debe orientar por el buen camino todo lo que hagamos o digamos. No es cuestión de preguntarnos, como muchos lo han hecho hasta hoy, ¿Qué hay que hacer primero? Es cuestión de hacerlo todo informados, inspirados, animados por Jesús. Tengamos en cuenta sus palabras, sus actitudes y sus gestos. Vivamos nuestra vida al estilo y modo de Jesús. Que Nuestra Señora del Rosario, cuya fiesta celebramos hoy, nos inspire a escuchar a Jesús y a responderle con generosidad.

jueves, 6 de octubre de 2016

ORACIÓN CONSCIENTE

“El Evangelio de Hoy”: Lc 11, 5-13

Lectura del santo evangelio según san Lucas:

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Si alguno de vosotros tiene un amigo, y viene durante la medianoche para decirle: "Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle." Y, desde dentro, el otro le responde: "No me molestes; la puerta está cerrada; mis niños y yo estamos acostados; no puedo levantarme para dártelos." Si el otro insiste llamando, yo les digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por la importunidad se levantará y le dará cuanto necesite.
Pues así os digo a ustedes: Pidan y se les dará, busquen y hallarán, llamen y se les abrirá; porque quien pide recibe, quien busca halla, y al que llama se le abre. ¿Qué padre entre ustedes, cuando el hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pez, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Si ustedes, pues, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¿cuánto más sus Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo piden?" Palabra del Señor.


REFLEXIÓN

“Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”. Esta fue la última oración de Jesús. Expresión de confianza total y abandono en las manos del Padre. No olvidamos, sin embargo, que momentos antes Jesús había orado diciendo: “Dios mío Dios mío, porqué me has abandonado”. Confianza y abandono pero consciente y activo frente a la realidad que vive. El Evangelio de Hoy continúa profundizando la reflexión sobre la oración. En nuestra vida normal las peticiones se conceden o por amistad o por obligación, con agrado de hacerlo o a regañadientes como el padre de los niños.

Jesús indica una característica importante de la oración. Ella debe ser asidua, sin desfallecer no porque Dios requiera ser convencido, sino porque así mostramos con libertad nuestra confianza única en el Padre. Las imágenes del pan, el pescado y el huevo contrastan con las de la piedra, la culebra y el escorpión. El amor del padre biológico, aún en sus límites y estrecheces, sabe dar lo mejor a sus hijos e hijas. ¡Cuanto más el Padre del cielo dará lo que necesitamos para vivir! Llama la atención que las peticiones están conectadas con los alimentos materiales, que simbolizan también el alimento espiritual que concede el Espíritu Santo.

El Evangelio propone una oración cristiana con criterios reales, vitales y espirituales, mediante los cuales podamos responder acertadamente a las necesidades vitales de nuestros hermanos y hermanas. El don de Dios desborda por la gratuidad de su amor y la abundancia de su comunicación lo que apenas nos atrevemos a pedir. Abramos nuestra vida a esta enseñanza de Jesús, crezcamos en la fe. Somos llamados a actuar como quienes todo lo esperan de Dios, pero con una esperanza activa: pidan, busquen, toquen puertas… accionemos… “…Venga a nosotros tu Reino…”

miércoles, 5 de octubre de 2016

LA ORACIÓN DE JESÚS

“El Evangelio de Hoy”: Lc 11,1-4

Lectura del santo evangelio según san Lucas:

Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: "Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos," Él les dijo: "Cuando oren digan: "Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada día nuestro pan del mañana, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe algo, y no nos dejes caer en la tentación." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

Creo que lo primero que debemos preguntarnos, para la reflexión de hoy, es ¿Qué valor tiene la oración para nosotros? ¿Sentimos necesidad de orar? ¿Qué hemos aprendido sobre la oración y orando? Los primeros discípulos de Jesús sintieron la necesidad de aprender de él a orar. Seguro que ellos tenían una práctica de oración pero querían apropiarse la oración de Jesús, la encontraban consistente, confiada, familiar, afectiva, efectiva y confiada. Los discípulos habían visto muchas veces a Jesús que se apartaba a orar. La oración implica un aprendizaje y una actitud de disposición, para que no se quede ni en una mera repetición de palabras ni distante de la vida cotidiana.

La oración supone entrar en diálogo y comunión con Dios, pero no en las nubes, sino en la realidad concreta donde puede acontecer la llegada de su Reino. La oración nos impulsa a vivir en comunión con los hermanos y tomamos conciencia del valor de nuestras necesidades vitales. Involucramos a Dios en la gestión de satisfacer nuestras necesidades: “danos cada día el pan de mañana”. Reconocemos que tenemos hermanos que al igual que  nosotros necesitan vivir dignamente y pedimos perdón por nuestro egoísmo o falta de compartir, por nuestros acaparamientos. Así que hoy tenemos otra ocasión para pedir a Jesús, junto a sus primeros discípulos, “Señor, enséñanos a orar”.

martes, 4 de octubre de 2016

ESCOGER LA PARTE MEJOR

“El Evangelio de Hoy”: Lc 10, 38-42

Lectura del santo evangelio según san Lucas:

En aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Ésta tenía una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra. Y Marta se multiplicaba para dar abasto con el servicio; hasta que se paró y dijo: "Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola con el servicio? Dile que me eche una mano." Pero el Señor le contestó: "Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas; sólo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor, y no se la quitarán." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

La vida diaria nos presenta muchas dificultades a la hora de discernir la mejor manera de realizar nuestra historia personal y comunitaria. La  vida de familia, el trabajo agobiante que nos permite ganar el pan cotidiano, las relaciones con los demás, los obstáculos a todos los niveles que hay que enfrentar. No resulta fácil priorizar a qué atender primero ni cómo hacerlo. El Evangelio de Hoy nos presenta a Jesús en casa de Marta, María y Lázaro, tres hermanos que se hicieron íntimos amigos de Jesús y donde Jesús gustaba ir a descansar, próximo a Jerusalén. La lectura nos sitúa en el nivel de la vida y las relaciones cotidianas de dos hermanas que actúan con Jesús de modo diferente. A Marta le absorben los quehaceres domésticos de la casa, como puede sucederle a muchos hombres y mujeres hoy en nuestras comunidades y en nuestras parroquias. En cambio, María asume el camino de discípula, que, poniéndose a los pies de Jesús, expresa su deseo de seguirle y de escuchar su palabra.

María hizo la mejor elección. Jesús no subvalora la labor de Marta. Con Jesús incluso habría que recriminar a quienes no valoran el trabajo arduo y abnegado de las mujeres en la dirección de sus hogares y a quienes consideran su trabajo como inferior y de menor valor al de otras personas. Pero queda de manifiesto que, como cristianos, el discipulado es como una carta de navegación que debe orientar por el buen camino todo lo que hagamos o digamos. No es cuestión de preguntarnos, como muchos lo han hecho hasta hoy, ¿Qué hay que hacer primero? Es cuestión de hacerlo todo informados, inspirados, animados por Jesús. Tengamos en cuenta sus palabras, sus actitudes y sus gestos. Vivamos nuestra vida al estilo y modo de Jesús. Pidamos al Señor que nos de la humildad, pobreza y sencillez de san Francisco de Asís para entender su voluntad y vivirla en armonía con la naturaleza.

lunes, 3 de octubre de 2016

Y AL PRÓJIMO COMO A TI MISMO

“El Evangelio de Hoy”: Lc 10, 25-37

Lectura del santo evangelio según san Lucas:

En aquel tiempo, se presentó un maestro de la Ley y le preguntó a Jesús para ponerlo a prueba: "Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?" Él le dijo: "¿Qué está escrito en la Ley? ¿Qué lees en ella?" Él contestó: "Amarás al Señor, tu, Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas y con todo tu ser. Y al prójimo como a ti mismo." Él le dijo: "Bien dicho. Haz esto y tendrás la vida." Pero el maestro de la Ley queriendo justificarse, preguntó a Jesús: "¿Y quién es mi prójimo?" Jesús le dijo: "Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos bandidos, que lo desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon, dejándolo medio muerto. Por casualidad, un sacerdote bajaba por aquel camino y, al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. Y lo mismo hizo un levita que llegó a aquel sitio: al verlo dio un rodeo y pasó de largo.
Pero un samaritano que iba de viaje, llegó a donde estaba él y, al verlo, le dio lástima, se le acercó, le vendó las heridas, echándoles aceite y vino, y, montándolo en su propia cabalgadura, lo llevó en una posada y lo cuidó. Al día siguiente, sacó dos denarios y, dándoselos al posadero, le dijo: "Cuida de él, y lo que gastes de más yo te lo pagaré a la vuelta." ¿Cuál de estos tres te parece que se portó como prójimo del que cayó en manos de los bandidos?" Él contestó: "El que practicó la misericordia con él." Jesús le dijo: "Anda, haz tu lo mismo." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

Si todavía no sabemos quién es nuestro prójimo, hoy tenemos una nueva oportunidad de preguntárnoslo a nosotros mismos. ¿Con quienes vivimos? Qué significan para nosotros las personas que  nos rodean? ‘Hasta qué punto vivo el sentido de pertenencia familiar y comunitario? No hay duda de que los demás son esenciales a la hora de crecer en confianza frente a Dios y a nuestro futuro en Él. ¿Cuáles sentimientos despierta en nosotros esta parte del Evangelio?  Nuestras actitudes, nuestras acciones o nuestra indiferencia frente a los necesitados de ayuda, muestran nuestra calidad humana y cristiana, hablan de nuestra fe y anuncian nuestra esperanza. ¿Qué nos impide tomar el tiempo de detenernos frente a los demás, conocer su situación e involucrarnos en la búsqueda de remedios a sus males?

Solamente el samaritano, el que no pertenecía al Pueblo de Dios, el impío y sospechoso natural, se compadece del herido, del miserable e infeliz tirado por tierra medio muerto. Jesús nos habla mucho, en los evangelios, de la compasión, de la misericordia como expresiones concretas del amor y nos dice que así actúa  Dios para con nosotros. Lo opuesto a la compasión y a la misericordia es la indiferencia, el desprecio y el abandono de los demás a su suerte o desgracia. El Evangelio de Hoy nos vuelve a enseñar la necesidad de vivir nuestra fe en espíritu y verdad, a concretizarla en la manera de relacionarnos con los otros. Siguiendo a Jesús, no pasemos de largo frente a nuestros hermanos y hermanas, ellos son nuestro prójimo.