EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

sábado, 28 de marzo de 2015

"AL VER LO QUE HABÍA HECHO, MUCHOS CREYERON EN ÉL"

El Evangelio de hoy: Jn 11,45-47
Lectura del santo evangelio según san Juan:
En aquél tiempo, muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él. Pero algunos acudieron a los fariseos y les contaron lo que había hecho Jesús. 
Los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron el Sanedrín y dijeron: «¿Qué hacemos? Este hombre hace muchos signos. Si lo dejamos seguir, todos creerán en él, y vendrán los romanos y nos destruirán el lugar santo y la nación.» 
Uno de ellos, Caifás, que era sumo sacerdote aquel año, les dijo: «Ustedes no entienden ni palabra; no comprenden que les conviene que uno muera por el pueblo, y que no perezca la nación entera.» 
Esto no lo dijo por propio impulso, sino que, por ser sumo sacerdote aquel año, habló proféticamente, anunciando que Jesús iba a morir por la nación; y no sólo por la nación, sino también para reunir a los hijos de Dios dispersos. Y aquel día decidieron darle muerte. Por eso Jesús ya no andaba públicamente con los judíos, sino que se retiró a la región vecina al desierto, a una ciudad llamada Efraín, y pasaba allí el tiempo con los discípulos. Se acercaba la Pascua de los judíos, y muchos de aquella región subían a Jerusalén, antes de la Pascua, para purificarse.
Buscaban a Jesús y, estando en el templo, se preguntaban: «¿Qué les parece? ¿No vendrá a la fiesta?» 
Los sumos sacerdotes y fariseos habían mandado que el que se enterase de dónde estaba les avisara para prenderlo.
Palabra del Señor

Reflexión
El marco de referencia del texto evangélico de Juan es Betania, donde Jesús encuentra a Marta y María acongojadas por la muerte de su hermano Lázaro, a quien el Señor vuelve a la vida. Ese mismo acontecimiento indica las posturas encontradas ante Jesús, quien es aceptado y rechazado. La oposición creciente a su persona y su mensaje amenazan su vida. El significado de la muerte del Señor por amor y fidelidad está desarrollado en estos días últimos de la cuaresma.

Hemos hecho un recorrido casi de cuarenta días, que darán paso al Triduo Pascual el jueves santo. La vida, pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo es un acontecimiento que permanece no solo en la memoria de sus seguidores, sino también en la realidad del mundo, marcado por los binomios pecado-gracia, muerte-vida, fracaso-triunfo. 

Los acontecimientos de vida que generará la entrega del Señor por amor obliga a tomar partido, porque el hecho narrado toca la realidad de nuestro mundo actual, con sus marcas de pecado, muerte y fracaso. Un mundo ansioso de vida, gracia y plenitud. Desde el proyecto de Jesús, al que se oponen los poderes de este mundo, corresponde a sus seguidores continuar la obra que él ha comenzado. No hay vuelta atrás. Ya no podemos seguir rezando y esperando para que el Señor cambie las cosas. 

Nos corresponde creer en él y trabajar con paciencia y perseverancia en nuestra realidad, considerando que si todavía hay muchos que deben ser bajados de la cruz, deben haber más que estén dispuestos a asumir la causa de Jesús, que es la causa de la vida, de la fraternidad, de la entrega generosa para reconstruir este mundo roto.

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