EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

jueves, 31 de julio de 2014

SABER ESCOGER LOS VALORES DEL REINO DE DIOS

 “El Evangelio de Hoy”: Mt 13, 47-53

Lectura del santo evangelio según san Mateo:

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: "El reino de los cielos se parece también a la red que echan en el mar y recoge toda clase de peces: cuando está llena, la arrastran a la orilla, se sientan, y reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran.
Lo mismo sucederá al final del tiempo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los echarán al horno encendido. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.
¿Entendéis bien todo esto?" Ellos le contestaron: "Sí."
Él les dijo: "Ya veis, un escriba que entiende del reino de los cielos es como un padre de familia que va sacando del arca lo bueno y lo antiguo."
Cuando Jesús acabó estas parábolas, partió de allíPalabra del Señor.


REFLEXIÓN

Para terminar su sermón de las parábolas, el evangelio de Mateo nos deja hoy una parábola síntesis. Ésta retoma el tema del discernimiento. El don del Reino nos llama a saber discernir lo que es mejor de acuerdo a la voluntad de Dios. Frente a la propuesta del Reino las personas nos dividimos entre quienes lo acogen con alegría y aquellos que lo rechazan. No hay términos medios. Se necesita inteligencia y decisión para acertar en la elección. Quien sabe discernir y encuentra el tesoro del Reino, buscará realizar en su vida la voluntad de amor que el Reino revela. Es capaz de comprender realmente las enseñanzas de Jesús y escoger entre lo nuevo y lo antiguo, aquello que mejor responde a la enseñanza de Jesús. El Evangelista San Mateo, él que era un escriba, es un ejemplo de quienes escuchan el llamado de Jesús y sabe discernir y aceptar seguirlo, viviendo los valores del Antiguo y del Nuevo Testamentos.  

miércoles, 30 de julio de 2014

APOSTARLO TODO POR EL REINO DE DIOS

“El Evangelio de Hoy”: Mt 13, 44-46

Lectura del santo evangelio según san Mateo:

En aquel tiempo dijo Jesús a la gente: "El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra, lo vuelve a esconder, y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo. El reino de los cielos se parece también a un comerciante en perlas finas, que, al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

Estas dos pequeñas parábolas nos señalan el valor absoluto del Reino de Dios. Tanto el tesoro como la parla expresan lo que el Reino debe ser para nosotros los seguidores de Jesús: lo más importante. Todo lo demás se deja a un lado, se relativiza. El Reino no se encuentra a través de alguna estrategia personal sino que es un don gratuito de Dios y a nosotros nos corresponde valorarlo, “venderlo todo” por él y asumirlo. Otra cosa, arriesgar todo, dejarlo todo a un lado por el Reino no se hace por obligación sino con una gran alegría de finalmente haber dado con lo que más anhelamos y valoramos. Esto es lo que da sentido a nuestra vida. Desde ahí, todo se organiza en función de este Reino de justicia y de amor que hace posible la fraternidad. El reino de Dios nos convierte en misioneros alegres al servicio de los demás. ¿Qué es lo que para ti tiene más valor hoy?

martes, 29 de julio de 2014

SANTA MARTA: Si, Señor: yo creo que eres el Mesías.

“El Evangelio de Hoy”: Jn 11,19-27

Lectura del santo evangelio según san Juan:

En aquel tiempo, muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María, para darles el pésame por su hermano. Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedaba en casa. Y dijo Marta a Jesús: "Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá." Jesús le dijo: "Tu hermano resucitará." Marta respondió: "Sé que resucitará en la resurrección del último día." Jesús le dice: "Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?" Ella le contestó: "Sí, Señor: yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

En "El Evangelio de Hoy" leemos la narración del encuentro y diálogo entre Jesús y Marta con ocasión de la muerte de Lázaro el hermano de Marta y María.  Es que hoy celebramos la fiesta de Marta, una fiel discípula de Jesús. La casa de Marta, María y Lázaro significó para Jesús y para su movimiento, un centro de apoyo sicológico, un espacio para los itinerantes del movimiento de Jesús en las casas, un inicio de la Iglesia primitiva fundada en las casas. En las casas se vivía el proyecto del resucitado y servían como soporte económico para los que iban y venían anunciando la Buena Noticia aportada por Jesús.

Marta sale al encuentro de Jesús para llorar e interceder por su hermano muerto. Cree en la resurrección prometida por Jesús, entiende que Jesús es el Dios de la vida. Es la primera que, al igual que Pedro, profesa su fe en Jesús como el Mesías enviado de Dios a salvar el mundo. Marta se destaca por su defensa y cuidado práctico de la vida: Pide a Jesús que haga algo por su hermano Lázaro, y, se esfuerza sin descanso sirviendo a quienes pasan por su casa en sus tareas misioneras, como es el caso de Jesús y sus discípulos. Junto a la fiesta de Santa Marta celebremos hoy la de todos y todas los que se dedican a acoger a los demás con un espíritu renovado de servicio y de apoyo.

lunes, 28 de julio de 2014

El Reino de Dios

 “El Evangelio de Hoy”: Mt 13, 31-35

Lectura del santo evangelio según san Mateo:

En aquel tiempo, Jesús propuso esta otra parábola a la gente: "El Reino de los cielos se parece a un grano de mostaza que uno siembra en su huerta; aunque es la más pequeña de las semillas, cuando crece es más alta que las hortalizas; se hace un arbusto más alto que las hortalizas, y vienen los pájaros a anidar en sus ramas".
Les dijo otra parábola: "El Reino de los cielos se parece a la levadura; una mujer la amasa con tres medidas de harina, y basta para que todo fermente". Jesús expuso todo esto a la gente en parábolas, y sin parábolas no les exponía nada. Así se cumplió el oráculo del profeta: "Abriré mi boca diciendo parábolas; anunciaré lo secreto desde la fundación del mundo". Palabra del Señor.

REFLEXIÓN


Para Jesús lo más importante es anunciar el Reino de Dios. Siempre utiliza las parábolas para intentar hacer comprender de lo que se trata. Podemos decir que la vida de Jesús es una gran parábola. Mientras que nuestra lógica es de valorar lo grandioso, lo milagroso y externo a nuestra naturaleza humana, Dios rompe el esquema de este mundo que pretende remplazar los valores de lo humilde y lo sencillo por la ambición del poder y del tener. Por eso Jesús habla del poquito de levadura y de la semillita de mostaza. Dios actúa desde lo pequeño, pero cargado de la energía del Espíritu, que sembrado en la tierra de la vida y de la historia, produce fruto cada día. Así, en Jesús que no fue un emperador ni un rey a la usanza del mundo, Dios muestra la grandeza de su Reino de amor, de fraternidad y de paz. Sigamos trabajando por el Reino, encarnando en nuestra vida sus valores. 

viernes, 25 de julio de 2014

"El trigo y la cizaña"

Evangelio de hoy Mt 13,24-30

Lectura del santo evangelio según san Mateo:
En aquel tiempo, Jesús propuso otra parábola a la gente: «El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero, mientras la gente dormía, su enemigo fue y sembró cizaña en medio del trigo y se marchó. Cuando empezaba a verdear y se formaba la espiga apareció también la cizaña. Entonces fueron los criados a decirle al amo: "Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde sale la cizaña?" Él les dijo: "Un enemigo lo ha hecho." Los criados le preguntaron: "¿Quieres que vayamos a arrancarla?" Pero él les respondió: "No, que, al arrancar la cizaña, podríais arrancar también el trigo. Dejadlos crecer juntos hasta la siega y, cuando llegue la siega, diré a los segadores: Arrancad primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo almacenadlo en mi granero.»
Palabra del Señor

Reflexión
Somos testigos de tanta "buena semilla" sembrada en el campo, pero también de la  presencia de la cizaña. En nosotros mismos parece que moran ambas realidades. Debemos alegrarnos que el bien germina por doquier a pesar de la  presencia de la "mala hierba". Sin embargo, ocurre frecuente que nuestra mirada está puesta -hasta con incertidumbre- en la presencia de la cizaña que parece en camino de ahogar la buena semilla.
Esta parábola nos pone ante la realidad del bien y del mal. Pero no como dos principios que dominen, pues el bien florece ante nuestros ojos y sostiene la realidad de la vida ante la evidencia del mal.
Aquí lo primero es confiar y alegrarse por la buena semilla y no centrarse en la cizaña que quisiéramos arrancar. Para vivir esta cara amable y optimista de la vida necesitamos mucha paciencia, perseverancia y discernimiento. Saber obrar el bien y usar correctamente las cosas. Valorar nuestra capacidad para forjar un mundo mejor, ante la amenaza de la cizaña que aparece a diario en todas sus manifestaciones.

Santiago Apóstol

 “El Evangelio de Hoy”: Mt 20,20-28

Lectura del santo evangelio según san Mateo:

En aquel tiempo, se acercó a Jesús la madre de los Zebedeos con sus hijos y se postró para hacerle una petición. Él le preguntó: "¿Qué deseas?" Ella contestó: "Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda." Pero Jesús replicó: "No sabéis lo que pedís. ¿Sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber?" Contestaron: "Lo somos." Él les dijo: "Mi cáliz lo beberéis; pero el puesto a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre."
Los otros diez, que lo habían oído, se indignaron contra los dos hermanos. Pero Jesús, reuniéndolos, les dijo: "Saben que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre ustedes: el que quiera ser grande entre ustedes, que sea su servidor, y el que quiera ser primero entre ustedes, que sea su esclavo. Igual que el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

Hoy celebramos la fiesta del apóstol Santiago. El evangelio nos presenta a Jesús y sus discípulos en camino hacia Jerusalén. Seguro que Jesús va pensando en lo que le espera pues sabe que lo buscan para matarlo. Pero la madre de Santiago y de Juan que le pide a Jesús que le de los primeros puestos en su reino a sus hijos. Los seguidores de Jesús se muestran con ansias de poder, de prestigio, de protagonismo. Y la envidia rondando en la mente de los que no pueden escalar esos honores. Es el esquema del mesianismo de la toma de poder para oprimir a los demás. Así que tenemos dos mentalidades diferentes en el evangelio de hoy. Para los discípulos, en su mente, Jerusalén es la ciudad del poder, del templo que representa la religión formal. Para Jesús es la ciudad donde se mata a los profetas.

La fiesta de hoy nos hace comprender el cambio, la ruptura, el bautismo de sangre de estos testigos que experimentaron la novedad del Resucitado y se convirtieron en sus mensajeros hasta sufrir ellos también el martirio. Su fe fue evolucionando hasta pasar de buscar puestos y prestigio a darla vida siguiendo a Jesús su maestro. Estamos llamados a pensar en nuestra manera de vivir la fe como Iglesia. ¿Qué buscamos nosotros? ¿Cuáles son los indicios de que avanzamos en nuestro itinerario de fe.

jueves, 24 de julio de 2014

¿POR QUÉ LES HABLAS EN PARÁBOLAS?

 “El Evangelio de Hoy”: Mt 13, 10-17

Lectura del santo evangelio según san Mateo:

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los discípulos y le preguntaron: ¿Por qué les hablas en parábolas?"
Él les contestó: A ustedes se les ha concedido conocer los secretos del reino de los cielos y a ellos no. Porque al que tiene se le dará y tendrá de sobra, y al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene. Por eso les hablo en parábolas, porque miran sin ver y escuchan sin oír ni entender. Así se cumplirá en ellos la profecía de Isaías:
"Oirán con los oídos sin entender; mirarán con los ojos sin ver; porque está embotado el corazón de este pueblo, son duros de oído, han cerrado los ojos; para no ver con los ojos, ni oír con los oídos, ni entender con el corazón, ni convertirse para que yo les cure."
¡Dichosos sus ojos, porque ven, y sus oídos, porque oyen! Les aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que ven ustedes y no lo vieron, y oír lo que oyen y no lo oyeron." Palabra del Señor.


REFLEXIÓN


Continuamos la lectura del capítulo 13 de San Mateo. En esta parte del texto, Jesús responde a la inquietud de sus discípulos explicando el sentido esencial de la parábola. Son pocas las parábolas explicadas en los evangelios. ¿Por qué les hablas en parábolas?" En las parábolas la gente pobre entiende las comparaciones de la cotidianidad, de la experiencia, de lo pequeño de cada día. Semillas, levaduras, sal, comidas, campos, tesoros escondidos, redes, pescas. Jesús les va a decir que en esas cosas de la vida está el dinamismo más precioso de la historia, el dinamismo del reinado de Dios. Para las autoridades religiosas, es incomprensible que el Reino de Dios pueda compararse y explicarse desde lo cotidiano. Miran pero no ven, oyen pero no escuchan.  Sin embargo los pobres abren el corazón a las parábolas y se alegran de que Dios esté actuando así. La Iglesia (y cada uno de nosotros) será signo del Reino de Dios si acoge la Palabra en forma coherente y pone en práctica el evangelio que predica.

miércoles, 23 de julio de 2014

EL QUE TENGA OIDOS QUE OIGA

 “El Evangelio de Hoy”: Mateo 13, 1-9

Lectura del santo evangelio según san Mateo:

Aquel día, salió Jesús de casa y se sentó junto al lago. Y acudió a él tanta gente que tuvo que subirse a una barca; se sentó, y la gente se quedó de pie en la orilla.
Les habló mucho rato en parábolas: Salió el sembrador a sembrar. Al sembrar, un poco cayó al borde del camino; vinieron los pájaros y se lo comieron.
Otro poco cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra, y, como la tierra no era profunda, brotó de seguida; pero, en cuanto salió el sol, se abrasó y por falta de raíz se secó.
Otro poco cayó entre zarzas, que crecieron y lo ahogaron.
El resto cayó en tierra buena y dio grano: unos, ciento; otros, sesenta; otros, treinta.
El que tenga oídos que oiga." Palabra del Señor.


REFLEXIÓN

El evangelio de hoy constituye el inicio de otro de los 5 grandes discursos del evangelio según San Mateo. Al igual que en el sermón de la montaña Jesús se sienta, pero esta vez a la orilla del lago. Jesús se sienta como un maestro experto en la asignatura del Reino de los cielos para enseñar su propia experiencia del Dios Padre que está presente en la historia para construir su Reino de amor. En el capítulo 12 Mateo nos habla del rechazo a la misión de Jesús, en este capítulo 13 iremos leyendo su explicación del por qué el Reino puede ser discutido o ignorado por algunos y aceptado por otros.

Jesús le habla a la multitud. Su enseñanza no constituye ningún misterio, se dirige a todos y todas. Pero deja saber que para acceder a su enseñanza se requieren ciertas condiciones. Se presentan cuatro casos, en los tres primeros la palabra no es acogida; el último, en cambio, nos habla de un buen y variado resultado, de ciento, sesenta y treinta por cientos. Los fracasos de la semilla están en relación con quienes se niegan a escuchar la Palabra, los duros de corazón. Pero no todo es fracaso, la Palabra es también acogida y da fruto. Pidámosle al Señor que nos ilumine con su espíritu de sabiduría para que podamos abrir nuestro corazón a Jesús y a su mensaje de amor y fraternidad. Haznos, Señor tierra fértil que recibe la semilla del Reino con alegría.

lunes, 21 de julio de 2014

MARÍA MAGDALENA

 “El Evangelio de Hoy”: Juan 20,1.11-18
Lectura del santo evangelio según san Juan.

El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. Fuera, junto al sepulcro, estaba María, llorando. Mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados, uno a la cabecera y otro a los pies, donde había estado el cuerpo de Jesús. Ellos le preguntan: "Mujer, ¿por qué lloras?" Ella les contesta: "Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto." Dicho esto, da media vuelta y ve a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús. Jesús le dice: "Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas? Ella, tomándolo por el hortelano, le contesta: "Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo lo recogeré." Jesús le dice: "¡María!" Ella se vuelve y le dice: "¡Rabboni!", que significa: "¡Maestro!" Jesús le dice: "Suéltame, que todavía no he subido al Padre. Anda, ve a mis hermanos y diles: "Subo al Padre mío y Padre de ustedes, al Dios mío y Dios de ustedes." María Magdalena fue y anunció a los discípulos: "He visto al Señor y ha dicho esto." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

Celebramos hoy la fiesta de Santa María Magdalena: apóstol de los apóstoles y con ella celebramos la presencia de las mujeres en el Movimiento de Jesús y en la Iglesia de todos los tiempos. María Magdalena sigue un camino espiritual en búsqueda de Jesús hasta encontrarlo y convertirse en su discípula. Nada ni nadie la detiene en su determinación de buscar a Jesús. Viaja con él desde la Galilea hasta Jerusalén. Le acompaña en su pasión con otras mujeres. Ni la muerte, ni el sepulcro le rompe su itinerario de fe. Cree que es imposible que este Jesús termine en el sepulcro. Por eso va temprano al sepulcro buscando posiblemente al muerto, pero le apareció el que vive para siempre. Según el Evangelio  María Magdalena reconoce al resucitado al pronunciar su nombre y allí consolida su vocación misionera con el encargo de anunciarlo vivo en los mismos caminos de Galilea donde lo encontraban siempre. Aprovechemos la fiesta de María Magdalena para pedirle a Jesús que nos permita descubrirlo vivo y contento entre nuestros hermanos.

NO SE LE DARÁ OTRO SIGNO


"El Evangelio de Hoy": Mateo 12, 38-42



Lectura del santo evangelio según san Mateo:

En aquel tiempo, algunos de los escribas y fariseos dijeron a Jesús: Maestro, queremos ver un signo tuyo."

Él les contestó: -Esta generación perversa y adúltera exige un signo; pero no se le dará más signo que el de Jonás. Tres días y tres noches estuvo Jonás en el vientre del cetáceo; pues tres días y tres noches estará el Hijo del hombre en el seno de la tierra.

Cuando juzguen a esta generación, los hombres de Nínive se alzarán y harán que la condenen, porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás.

Cuando juzguen a esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que la condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra, para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón." Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN


La vida de Jesús es una invitación constante al cambio de actitud de sus seguidores, un llamado a la conversión: “Conviértanse que el reino de Dios está cerca”. Estamos acostumbrados a hablar de signos y milagros como grandes y espectaculares acontecimientos que violan todas las leyes de la naturaleza humana y actúan, como por arte de magia sobre la realidad. Jesús ha realizado infinidad de señales y de signos milagrosos del Reino. Sus signos nos hablan del amor que Dios nos tiene y de su infinita misericordia. Sólo si reconocemos este amor de Dios seremos capaces de confiar en él y de cambiar todo lo que nos impide vivir en la alegría y en la paz. Al igual que la gente sencilla de Galilea estamos invitados a reconocer las señales que Jesús nos ofrece de la salvación de Dios. Dejemos nuestros esquemas e intereses a un lado y confiemos en la oferta de Jesús. Vivamos el mandamiento del amor que nos hace tratar a los demás como hermanos y hermanas. Entonces no acusaremos ni juzgaremos sino que perdonaremos y aceptaremos a los otros como Dios nos perdona y anima.

sábado, 19 de julio de 2014

"ÉL LOS CURÓ A TODOS..."

Evangelio de hoy: Mt 12,14-21

Lectura del santo evangelio según san Mateo
En aquel tiempo, los fariseos planearon el modo de acabar con Jesús. Pero Jesús se enteró, se marchó de allí, y muchos le siguieron. Él los curó a todos, mandándoles que no lo descubrieran. Así se cumplió lo que dijo el profeta Isaías: «Mirad a mi siervo, mi elegido, mi amado, mi predilecto. Sobre él he puesto mi espíritu para que anuncie el derecho a las naciones. No porfiará, no gritará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, el pábilo vacilante no lo apagará, hasta implantar el derecho; en su nombre esperarán las naciones.»
Palabra del Señor

Reflexión
Para quienes pretenden que Jesús tenía un guión según el cual caminaría a propósito en busca de la muerte, lamentamos tener que desmentirlos. Y una muestra muy clara es el Evangelio de hoy. Los fariseos, dignos representantes de la religión y admirados por mucha gente del pueblo por su "religiosidad", planean el modo de acabar con Jesús. Sus argumentaciones y posturas legalistas contrastan con la libertad de Jesús, que viene a liberar la religión, o mejor, a liberarnos de las expresiones religiosas que no están al servicio de la persona, al servicio de la vida. La actuación de Jesús a favor de los pecadores, de los marginados, de los insatisfechos, genera señales claras de vida que son señales del Reino de Dios.
Jesús cura a todos. Pero no quiere titulares, no busca manipular ni ganar fama a costa de las necesidades de la gente. Está al servicio de la vida, y en la tradición profética, su actuación liberadora va a "implantar el derecho".  Jesús no desea la muerte para sí -se marchó de allí- y mucho menos la muerte de los demás -vino a dar vida y vida en abundancia-, Él quiere que se implante la justicia y el derecho, que reine la paz y el amor en todas las naciones. 
¿Nuestra fe la vivimos en un sentido relacional? ¿Somos de acción compasiva a favor de los más vulnerables de la sociedad? ¿Promovemos o apoyamos desde nuestra fe en Jesús iniciativas para que no haya odio ni guerra? ¿Oramos a favor de la paz entre las naciones? ¿Disfrutamos una religión a nuestra medida o Jesús es la medida de la religión como expresión de nuestra confianza en Él?

viernes, 18 de julio de 2014

QUIERO MISERICORDIA Y NO SACRIFICIO

“El Evangelio de Hoy”: Mt 12, 1-8

Lectura del santo evangelio según san Mateo:



Un sábado de aquéllos, Jesús atravesaba un sembrado; los discípulos, que tenían hambre, empezaron a arrancar espigas y a comérselas. Los fariseos, al verlo, le dijeron: "Mira, tus discípulos están haciendo una cosa que no está permitida en sábado". Les replicó: "¿No han leído lo que hizo David cuando él y sus hombres sintieron hambre. Entró en la casa de Dios y comieron de los panes presentados, cosa que no les estaba permitida ni a él ni a sus compañeros, sino sólo a los sacerdotes. ¿Y no han leído en la ley que los sacerdotes pueden violar el sábado en el templo sin incurrir en culpa? Pues les digo que aquí hay uno que es más que el templo. Si comprendieran lo que significa "quiero misericordia y no sacrificio", no condenarían a los que no tienen culpa. Porque el Hijo del hombre es señor del sábado". Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

El tema del “Evangelio de Hoy” no es nuevo. El evangelista San Mateo nos introduce en el conflicto sobre la práctica del sábado. Jesús anuncia un rostro de Dios que es la alegría de los humildes de corazón. Jesús quiere llevar el sábado a su proyecto original. El significado del sábado, del descanso, y para nosotros, del DOMINGO día en que Jesús resucitó, es permitir a la persona tomar conciencia de lo que ella es y de evaluar lo que hace. Es para vivir la memoria de su historia personal y comunitaria. El día del descanso es para agradecer a Dios celebrando la acción de gracias por su presencia salvífica. Solo así evitara la humanidad cosificarse y perder su dignidad. Es así como el día de descanso se convierte en día del Señor.
Para Jesús primero es la vida y la felicidad de los hijos e hijas de Dios, no las riquezas ni la acumulación de bienes materiales. Jesús interpreta la Biblia desde la experiencia del éxodo y de la alianza, los fariseos desde las normas de culto. Para Jesús primero es la vida, saciar el hambre, procurar la salud y luego el culto y sus tradiciones. El culto es la celebración de los gestos liberadores de Dios, que sacó al pueblo de la opresión para que gozara  de la Creación. Nuestras prácticas religiosas tienen que mostrar nuestra fe en el Dios de Jesús quien nos acompaña brindándonos su amor, su ternura y su misericordia hasta la realización plena de su Reino. Gracias Señor por no dejarnos solos, ilumínanos y acláranos.

jueves, 17 de julio de 2014

APRENDAN DE MI

 “El Evangelio de Hoy”: Mt 11, 28-30

Lectura del santo evangelio según san Mateo:
En aquel tiempo, Jesús exclamó: "Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán su descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera". Palabra del Señor.
REFLEXION
Desde hace tiempo venimos escuchando la invitación de Jesús a aprender de él, a alimentarnos de su vida y de todos los detalles enfatizados por su práctica. ¿Qué estamos esperando para vivir de acuerdo a nuestra fe en Jesús? Como seguidores de Jesús tenemos que asumir los valores del Evangelio que son siempre actuales y transformadores. Es asumiendo este Evangelio que se construye el Reino de Dios. Jesús nos enseña a vivir en contra corriente en una sociedad que de acomoda a ritmos de vida inhumanos e indignos. Seremos sabios y felices cuando seamos capaces de vivir la enseñanza de Jesús. Jesús coloca a los pequeños como expertos del Reino y los sabios de este mundo tienen que escuchar en la cátedra de esos pobres y sencillos que son capaces de confiar en el proyecto salvífico de Dios. El amor libre y gratuito de Dios está al comienzo de toda su acción. Desde este amor seremos capaces de comprender su llamado y de solidarizarnos con los necesitados. Veremos que así el yugo de Jesús es suave porque tiene su raíz en el amor. Aprendamos hoy de él y sintamos su alivio y sostén diario.

sábado, 12 de julio de 2014

"No tengan miedo a los que matan el cuerpo"

El Evangelio de hoy: Mt 10, 24-33:
Lectura del santo evangelio según san Mateo

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: «Un discípulo no es más que su maestro, ni un esclavo más que su amo; ya le basta al discípulo con ser como su maestro, y al esclavo como su amo. Si al dueño de la casa lo han llamado Belzebú, ¡cuánto más a los criados! No les tengan miedo, porque nada hay cubierto que no llegue a descubrirse; nada hay escondido que no llegue a saberse. Lo que les digo de noche díganlo en pleno día, y lo que escuchen al oído, pregónenlo desde la azotea. No tengan miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. No, teman al que puede destruir con el fuego alma y cuerpo. ¿No se venden un par de gorriones por unos cuartos? Y, sin embargo, ni uno solo cae al suelo sin que lo disponga su Padre. Pues ustedes hasta los cabellos de la cabeza tienen contados. Por eso, no tengan miedo; no hay comparación entre ustedes y los gorriones. Si uno se pone de mi parte ante los hombres, yo también me pondré de su parte ante mi Padre del cielo. Y si uno me niega ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre del cielo.»
Palabra del Señor

Reflexión
Por experiencia propia todos podemos hablar del miedo. Y de los miedos que nos acompañan desde la niñez o de los temores que van surgiendo en el camino. Decir que nunca hemos sentido miedo es negar una experiencia humana que atraviesa nuestras vidas. La experiencia de la fe es pasar del miedo a la confianza: el mismo Jesús resucitado da la paz a los discípulos y los invita a no tener miedo; es decir, a no dejar que se ponga por encima de la fe, de nuestra capacidad de actuar, de caminar en la esperanza.
Jesús previene a la comunidad de todo lo que entorpece y paraliza la vida cristiana. Él venció la muerte, el pecado y el fracaso, así que no debemos dejar que se imponga el miedo ante las circunstancias de la vida, por confusas o amenazadoras que sean. A partir de la misma realidad de Jesús muerto y resucitado, nosotros comprendemos hacia dónde nos conduce el Señor, que nos acompaña y nos impulsa a la acción evangelizadora, a la construcción de una comunidad fraterna.

viernes, 11 de julio de 2014

"El espíritu del Padre hablará en Ustedes"

Evangelio de hoy: Mt 10, 16-23
Lectura del santo evangelio según san Mateo
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: «Miren que los mando como ovejas entre lobos; por eso, sean sagaces como serpientes y sencillos como palomas. Pero no se fien de la gente, porque los entregarán a los tribunales, los azotarán en las sinagogas y los harán comparecer ante gobernadores y reyes, por mi causa; así darán testimonio ante ellos y ante los gentiles. Cuando los arresten, no se preocupen de lo que van a decir o de cómo lo dirán: en su momento se les sugerirá lo que tienen que decir; no serán ustedes los que hablen, el Espíritu de su Padre hablará por ustedes. Los hermanos entregarán a sus hermanos para que los maten, los padres a los hijos; se rebelarán los hijos contra sus padres, y los matarán. Todos los odiarán por mi nombre; el que persevere hasta el final se salvará. Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra. Porque les aseguro que no terminaran con las ciudades de Israel antes de que vuelva el Hijo del hombre.»
Palabra del Señor

Reflexión
El llamado de Jesús al discipulado está acompañado de una misión específica que sus seguidores estamos llamados a realizar siguiendo sus instrucciones. Somos invitados a ser discípulos al estilo de Jesús; no realizamos nuestra misión de cualquier manera, no somos cualquier cosa. Las instrucciones de Jesús apuntan al ideal del Reino de Dios, pero están formuladas con realismo. No somos gente ingenua que de repente nos quedamos atrapados en situaciones que nos desbordan. Amamos el mundo y sabemos que el Espíritu habita en él. Jesús nos quiere en el mundo, aunque no pertenecemos al "mundo". Vivimos nuestra mundanidad sin ser "mundanos". Somos conscientes de los riesgos que implica la fidelidad al Evangelio, de la oposición de los poderes de este mundo al mensaje de amor y justicia que debe marcar nuestro anuncio y nuestro testimonio vital.
Jesús anuncia oposición, persecución y odio por su causa, así que no debemos temer. Doloroso que seamos señalados por nuestro antitestimonio. Muchos hombres y mujeres, a través de la historia, han escuchado la voz del Señor y han sabido entregar su vida -unos heroicamente y otros en el esfuerzo cotidiano- para que se manifieste la bondad de Dios que abarca a todos. ¿Estamos conscientes de las implicaciones de anunciar el Evangelio hoy? ¿Estamos dispuestos a consagrar nuestra vida al proyecto de Jesús? ¿Nos produce alegría y entusiasmo la propuesta de Jesús para seguirle?

miércoles, 9 de julio de 2014

"Den gratuitamente lo que gratis han recibido"

Evangelio de hoy: Mt 10, 7-15
Lectura del santo evangelio según san Mateo

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: «Vayan y proclamen que el reino de los cielos está cerca. Curen enfermos, resuciten muertos, limpien leprosos, echen demonios. Lo que han recibido gratis, denlo gratis. No lleven en la faja oro, plata ni calderilla; ni tampoco alforja para el camino, ni túnica de repuesto, ni sandalias, ni bastón; bien merece el obrero su sustento. Cuando entren en un pueblo o aldea, averiguen quién hay allí de confianza y quédense en su casa hasta que se vayan. Al entrar en una casa saluden; si la casa se lo merece, la paz que le desean vendrá a ella. Si no se lo merece, la paz volverá a ustedes. Si alguno no los recibe o no los escucha, al salir de su casa o del pueblo, sacudan el polvo de los pies. Les aseguro que el día del juicio les será más llevadero a Sodoma y Gomorra que a aquel pueblo.»
Palabra del Señor

Reflexión
Resuena la voz del Señor con un envío que quedará grabado en el corazón de los discípulos: "Vayan y proclamen". Este mandato explícito y urgente no acepta excusas ni retardos; requiere una respuesta de disponibilidad y generosidad para asumir las consecuencias del llamado. El discipulado madura en la conciencia de ser comunidad para la misión. Los apóstoles son enviados a las ovejas extraviadas de Israel y entre ellas realizarán la misión según propone Jesús: la tarea de curar, resucitar, limpiar, echar demonios... Propuesta para que la fe tenga siempre como motivación el servicio a la vida: defenderla, amarla, cuidarla. Para que nuestra fe sea operativa en el modo de rescatar la vida en el entramado de una sociedad con signos de muerte, de espíritus inmundos que incitan al egoísmo, a las divisiones y odios, a los desenfrenos, a las guerras y conflictos, a las injusticias sociales.
Esta misión la han recibido gratis del Señor. Nadie puede apropiársela o lucrarse de ella. Para su realización, tenemos que actuar con humildad y sencillez, ser mensajeros de paz y testimonios de una vida auténtica que expresa signos  salvíficos de lo que anuncia, anticipando el futuro que se proclama como triunfo del bien ante los males de nuestro mundo.

martes, 8 de julio de 2014

"Vayan y proclamen que el reino de Dios está cerca"

Evangelio de hoy: Mt. 10, 1-17
Lectura del santo evangelio según san Mateo

En aquel tiempo, Jesús llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y dolencia. Éstos son los nombres de los doce apóstoles: el primero, Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés; Santiago el Zebedeo, y su hermano Juan; Felipe y Bartolomé, Tomás y Mateo, el publicano; Santiago el Alfeo, y Tadeo; Simón el Celote, y Judas Iscariote, el que lo entregó.
A estos doce los envió Jesús con estas instrucciones: «No vayáis a tierra de gentiles, ni entréis en las ciudades de Samaria, sino id a las ovejas descarriadas de Israel. Id y proclamad que el reino de los cielos está cerca.»
Palabra de Dios

Reflexión
La convocatoria de Jesús  a los primeros discípulos tiene un sabor vocacional, comunitario, misionero. No es un reclutamiento de los mejores, de los más prestigiosos o de los más aptos. Si miramos la composición del grupo se aleja mucho de la lógica de selección que promovemos. Llama el Maestro a los discípulos con un número simbólico -Doce- que luego se ampliará para la gente de toda raza, pueblo y nación. Y aparecen con nombres concretos en una realidad y un tiempo concretos.
Y los envió con las instrucciones de proclamar que el reino de los cielos está cerca. Esta vocación es un don y una tarea. Los discípulos son apóstoles a quienes sostiene el misterio del amor de Dios manifestado en su hijo. No llama para ser solitarios o francotiradores; llama para formar la comunidad, con los talentos que aporta cada uno. Es una comunidad para la misión. El Espíritu irá suscitando la diversidad de dones y carismas para construir la comunidad fraterna, solidaria, festiva, universal.
La tarea es bien específica: Ir y proclamar que el reino de los cielos está cerca. No se trata de anunciar el fin del mundo, sino el comienzo de una realidad nueva. No se trata de un poder para imponerse, sino de una autoridad para hacer el bien, para convocar, para proseguir el estilo del maestro que dice lo que hace. El reino de Dios en nuestros corazones, con los valores y la práctica de Jesús. Reino que va comenzando algo nuevo, que está en nosotros, marcando nuestras relaciones interpersonales y sociales.

lunes, 7 de julio de 2014

"La mies es abundante, los obreros pocos"

El Evangelio de Hoy: san Mateo (9,32-38)

En aquel tiempo, presentaron a Jesús un endemoniado mudo. Echó al demonio, y el mudo habló. La gente decía admirada: «Nunca se ha visto en Israel cosa igual.» 
En cambio, los fariseos decían: «Éste echa los demonios con el poder del jefe de los demonios.» 
Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, anunciando el Evangelio del reino y curando todas las enfermedades y todas las dolencias. Al ver a las gentes, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, como ovejas que no tienen pastor. 
Entonces dijo a sus discípulos: «La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies.»

Reflexión

Mateo acostumbra presentar los auditorios de Jesús: la gente del pueblo, las autoridades religiosas y los discípulos. Y las reacciones de los tres, ante su actividad misionera siempre a favor de la vida, del respeto de la persona y la acogida compasiva ante el dolor humano.
En esta ocasión el endemoniado mudo es liberado del demonio y recupera su capacidad de hablar. La actividad salvífica de Jesús echa fuera todo lo que impide a la persona convivir, relacionarse, ser auténticamente persona. Mateo contrasta la reacción positiva de la gente y la afirmación negativa de los fariseos, que acusan a Jesús de actuar con el poder del jefe de los demonios.
El relato nos conduce a una experiencia mayor de la persona de Jesús, quien sigue anunciando el Evangelio del reino y curando enfermedades y dolencias, todo ello porque es aquel que se compadece y se duele del abandono y la marginación de su gente -extenuada y abandonada-, que van como ovejas que no tienen pastor. Jesús entra en contacto con la realidad humana, plagada de espíritus inmundos de injusticias, egoísmos, guerras, exclusiones y hace presente el espíritu de misericordia, solidaridad, cercanía y atención por las necesidades reales de la gente. Y propone a sus discípulos que la ocupación por el reino también se haga oración, para que hayan más hombres y mujeres dedicados a escuchar, sanar, acoger, perdonar, liberar, para que se extienda la savia de la vida que hace presente el Reino de Dios.


jueves, 3 de julio de 2014

SANTO TOMÁS: "SEÑOR MÍO Y DIOS MÍO"


“El Evangelio de Hoy”: Jn 20,24-29
Lectura del santo evangelio según san Juan:
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían: "Hemos visto al Señor." Pero él les contestó: "Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo."

A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: "Paz a ustedes." Luego dijo a Tomás: "Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente." Contestó Tomás: "¡Señor mío y Dios mío!" Jesús le dijo: "¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

Los seguidores de Jesús y creyentes en general no estamos llamados repetir afirmaciones y dogmas sin más sino a poder llegar a confesar, en un momento dado, nuestra fe sincera en Jesús, después de  un proceso serio de búsqueda y seguimiento.  La vida de Jesús se había manifestado de una manera atrayente ante sus discípulos, pues habían visto su manera de vivir y se habían decidido por ella. El carisma de Jesús los había encantado y seducido.

También nosotros y nosotras hemos experimentado este gozo de seguir Jesús. Sin embargo, cuando escuchamos la lectura sobre la incredulidad de Tomás nos incomodamos con su actitud, dudosa. Pero resulta que muchas veces, quizás sin darnos cuenta, somos “Tomás” en nuestras expresiones de fe. Entonces, este personaje se nos torna como nuestro retrato. Jesús ni excluye a Tomás ni nos excluye a nosotros. Nos acompaña pacientemente en nuestro camino de fe hasta que podamos definitivamente creer y vivir nuestras respuestas de fe en medio de nuestras comunidades.  Somos urgidos hoy a vivir con sinceridad nuestra fe en Jesús y a no cerrarnos en nuestras decisiones para poder decir como Tomás Señor mío y Dios mío, en el momento preciso.

miércoles, 2 de julio de 2014

JESÚS EL LIBERADOR

“El Evangelio de Hoy”: Mt 8, 28-34
Lectura del santo evangelio según san Mateo:

 

En aquel tiempo llegó Jesús a la otra orilla, a la región de los gerasenos. Desde el cementerio, dos endemoniados salieron a su encuentro; eran tan furiosos que nadie se atrevía a transitar por aquel camino. Y le dijeron a gritos: "¿Qué quieres de nosotros, Hijo de Dios? ¿Has venido a atormentarnos antes de tiempo?"

Una gran piara de cerdos a distancia estaba hozando. Los demonios le rogaron: "Si nos echas, mándanos a la piara". Jesús les dijo: "vayan". Salieron y se metieron en los cerdos. Y la piara entera se abalanzó acantilado abajo y se ahogó en el agua. Los porquerizos huyeron al pueblo y lo contaron todo, incluyendo lo de los endemoniados. Entonces el pueblo entero salió a donde estaba Jesús y, al verlo, le rogaron que se marchara de su país. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

En una sociedad maltratada por la fuerza demoníaca del imperio romano no es fácil creer en la Buena Noticia. En el Evangelio de hoy podemos sentir la situación por la que está  pasando la gente al leer las descripciones y los símbolos utilizados por el evangelista para hablar de los endemoniados, de la piara de cerdos y del lago y la gente. Las autoridades mantienen oprimida a la población y no le permite vivir en paz. Los endemoniados provienen de sepulcros, de no vida, quizás la situación en que se encontraban muchas personas, excluidas y marginadas socialmente.

Llama la atención que nombren a Jesús como Hijo de Dios, que ha venido antes de tiempo a atormentarles. La realidad de la gente es tan lamentable que ni siquiera son capaces de distinguir la bondad y cercanía de Jesús que libera y sana. Desconfían de todo al creer que ya nada les salvará de la indignidad en la que están inmersos. Jesús aprovecha el momento para seguir anunciando lo nuevo, su presencia aporta la vida y la dignidad a las personas. Aunque la gente quedara con miedo, Jesús le anuncia la posibilidad de liberarse del yugo opresor y seguir andando.