EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

viernes, 24 de mayo de 2013

"LOS CREÓ HOMBRE Y MUJER"


 “El Evangelio de Hoy”: Marcos 10,1-12
Lectura del santo evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo, Jesús se marchó a Judea y a Transjordania; otra vez se le fue reuniendo gente por el camino, y según costumbre les enseñaba. Se acercaron unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a prueba: "¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su mujer?" Él les replicó: "¿Qué les ha mandado Moisés?" Contestaron: "Moisés permitió divorciarse, dándole a la mujer un acta de repudio." Jesús les dijo: "Por su terquedad dejó escrito Moisés este precepto. Al principio de la creación Dios "los creó hombre y mujer. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne." De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre."
En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo. Él les dijo: "Si uno se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio." Palabra del Señor.

Reflexión

El Evangelio de Hoy nos presenta un tema trascendente que no ha sido tomado muy en serio, hasta el momento y que causa, todavía, mucho sufrimiento y dolor en los matrimonios y sus descendientes. “¿Le es lícito al varón divorciarse de su mujer?”. Según la ley de Moisés, el marido podía romper el contrato matrimonial y expulsar de casa a su esposa. La mujer, por el contrario, sometida en todo al varón, no podía hacer lo mismo. Hoy sabemos que tanto el hombre como la mujer pueden legalmente encaminar una demanda de divorcio.
 
Jesús no entra en las discusiones de los fariseos. Invita a descubrir el proyecto original de Dios, que está por encima de leyes y normas. A veces nos quedamos en discusiones estériles basadas en prácticas que ya son deshumanizantes y tradiciones que desfavorecen a sectores concretos de la humanidad. Al principio no fue igual, Dios “los ha creado varón y mujer”. Los dos han sido creados en igualdad. Dios no ha creado al varón con poder sobre la mujer. No ha creado a la mujer sometida al varón. Entre varones y mujeres no ha de haber dominación por parte de nadie.
 
La mujer no ha de aceptar vivir sometida al varón. Es Dios mismo quien los atrae a vivir unidos por un amor libre y gratuito. Jesús concluye de manera rotunda: “Lo que Dios ha unido, que no lo separe el varón”. Hoy tenemos que continuar la lucha contra la desigualdad que inició Jesús hace dos mil años. El control,  el  sometimiento y la imposición del hombre sobre la mujer es deshumanizante e indigno. No solo en el matrimonio sino en cualquier institución civil o religiosa. No es posible abrir caminos al reino de Dios y su justicia sin luchar activamente contra el dominio de unos sobre otros.

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