EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

sábado, 19 de enero de 2013

"SÍGUEME"


“El Evangelio de Hoy”: Marcos 2,13-17

Lectura del santo evangelio según san Marcos:

En aquel tiempo, Jesús salió de nuevo a la orilla del lago; la gente acudía a él, y les enseñaba. Al pasar, vio a Leví, el de Alfeo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: "Sígueme." Se levantó y lo siguió. Estando Jesús a la mesa en su casa, de entre los muchos que lo seguían un grupo de publicanos y pecadores se sentaron con Jesús y sus discípulos. Algunos escribas fariseos, al ver que comía con publicanos y pecadores, les dijeron a los discípulos: "¡De modo que come con publicanos y pecadores!" Jesús lo oyó y les dijo: "No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores." Palabra del Señor.

Reflexión

¿En cual renglón nos situamos nosotros? ¿Somos justos o pecadores? A nosotros ¿Qué nos pide Jesús hoy? Creo que  tenemos que estar claros, 2000 años después de Jesús de que él nos  llama a seguir sus pasos, a que nuestra vida se convierta en la memoria misma de Jesús. Tanto si nos consideramos justos como si nos consideramos pecadores, Jesús nos invita a lo mismo, a seguirle. Seguir a Jesús significa creer en él, vivir como él, adoptar su estilo y su modo de vida. Esto se dice con cierta facilidad, lo difícil es hacer el proceso de abrirnos a su llamado y decirle sí, con nuestra práctica cotidiana, con nuestra apertura a los demás, con nuestra compasión y cariño por quienes nos rodean sin prejuicios ni condenas precipitadas.
 
Como Leví o Mateo, hoy existen muchas personas públicamente rechazadas por sus opciones de vida distintas a las nuestras y por sus acciones contrarias al Evangelio y los valores del Reino. Existen muchos abusadores de los más pequeños, de los empobrecidos y los sin voz. Muchos corruptos en todos los niveles de vida, en todas las instituciones, incluyéndonos nosotros la Iglesia. Pues tenemos que decir, con Jesús, que es para nosotros hoy el llamado que Jesús lanza en el Evangelio de Hoy: no he venido a llamar a los justos sino a los corruptos, a los viciosos, a los violadores y abusadores… Pero Jesús no nos llama para legitimar su práctica, no nos llama a continuar destruyendo la vida propia y ajena sino a seguirle a él, el dador de vida, el dispuesto hasta a morir por dar vida en abundancia. Acojamos su llamado con alegría y decidámonos con fe a hacer el proceso sano de conversión para el seguimiento de Jesús.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario