Lectura del santo evangelio según san
Lucas:
En aquel tiempo dijo Jesús a sus
discípulos: "Comprendan que, si supiera el dueño de casa a qué hora viene
el ladrón, no le dejaría abrir un boquete. Lo mismo ustedes, estén preparados,
porque a la hora que menos piensen viene el Hijo del hombre". Pedro
preguntó: "Señor, ¿has dicho esa parábola por nosotros o por todos?"
El Señor le respondió: "¿Quién es el administrador fiel y solícito a quien
el amo ha puesto al frente de su servidumbre para que les reparta la ración a
sus horas? Dichoso el criado a quien su amo al llegar encuentre portándose así.
Les aseguro que lo pondrá al frente de todos sus bienes. Pero si el empleado
piensa: "Mi amo tarda al llegar", y empieza a pegarle a los mozos y a
las muchachas, a comer y deber y emborracharse, llegará el amo de ese criado el
día y la hora que menos lo espera y lo despedirá, condenándolo a la pena de los
que no son fieles. El criado que sabe lo que su amo quiere, y no está dispuesto
a ponerlo por obra, recibirá muchos azotes; el que no lo sabe, pero hace algo
digno de castigo, recibirá pocos. Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá; al
que mucho se le confió, más se le exigirá". Palabra del Señor.
Reflexión
El reconocimiento del amor que Dios nos
tiene es vital para poder adherirnos a Jesús y su proyecto de salvación y a su
causa que es la causa de los pobres. Sabiéndonos amados, acompañados,
sostenidos por el mismo Dios de Jesús, estaremos dispuestos a entregar nuestra
vida radicalmente por él, al estilo de Jesús. Jesús nos muestra a un Dios Padre
que está siempre a nuestro lado para servirnos y así nos invita a acompañar a
nuestro prójimo sirviéndoles en todo lo que
podamos. Para eso el Señor nos da la vida y la mantiene.
Nuestro texto del Evangelio de Hoy
retoma las enseñanzas de Jesús para mostrarnos como la diligencia, la
eficiencia y la buena administración están en función de la misión, de las
buenas relaciones fraternales y, sobre todo, de la fe en el retorno futuro del
Señor. Por esta razón, la iglesia no se pensaba únicamente a partir de sus
necesidades o de las urgencias del contexto, sino fundamentalmente a partir de
su fe en el encuentro futuro con el Señor que se vivía en el día a día del
servicio, del amor universal y de la solidaridad. De ahí el llamado continuo a
la vigilancia y a la práctica de la fe.
El encuentro futuro con el Señor está
descrito en términos de servicio a nuestro favor: “Dichoso el criado a quien su amo al llegar encuentre portándose así. Les
aseguro que lo pondrá al frente de todos sus bienes”. En otro texto nos va
a decir que el Señor al llegar les invitarás a sentarse en la mesa y se pondrá
él mismo a servirle. Lo importante es estar viviendo hoy lo que creemos pues
esa vida en la fe nos asegura el entusiasmo y la alegría. Vivir nuestra fe
significa ponernos al servicio de nuestros hermanos y hermanas, desarrollar
nuestra vocación humana y cristiana. ¿Cuáles son las debilidades que tenemos hoy las comunidades
cristianas y que debemos empeñarnos sanamente en fortalecer como Iglesia y
personalmente?
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