EVANGELIO DEL DOMINGO
"Velen, porque no saben el momento". San Marcos, 51-62.

lunes, 22 de octubre de 2012

ACUMULAR RIQUEZAS ANTE DIOS

“El Evangelio de Hoy”: Lucas 12, 13-21

Lectura del santo evangelio según san Lucas:

En aquel tiempo, dijo uno del público a Jesús: "Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia." Él le contestó: "Hombre, ¿quién me ha nombrado juez o árbitro entre ustedes?"                
Y dijo a la gente: "Miren: guárdense de toda clase de codicia. Pues, aunque uno -ande sobrado, su vida no depende de sus bienes."                                                          
Y les propuso una parábola: "Un hombre rico tuvo una gran cosecha. Y empezó a echar cálculos: "¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha." Y se dijo: "Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el grano y el resto de mi cosecha. Y entonces me diré a mí mismo: Hombre, tienes bienes acumulados para muchos años; túmbate, come, bebe y date buena vida."                      
Pero Dios le dijo: "Necio, esta noche te van a exigir la vida. Lo que has acumulado, ¿de quién será?" Así será el que amasa riquezas para sí y no es rico ante Dios." Palabra del Señor.

Reflexión
El Evangelio de Hoy no tiene como objetivo meternos miedo. Se trata de recordarnos que nuestra  vida debe ser bien aprovechada para desarrollar buenas actitudes fraternas. Dios nos ha creado y nos ha regalado para siempre la libertad absoluta. No podemos dejarnos robar la libertad que Dios nos ha conferido amorosamente. La libertad no solamente nos  la roban los tiranos, los gobiernos o los jefes, también puede ser ocupada por actitudes, por los bienes materiales y por intereses particulares distintos.
 
¿Qué significa acumular riquezas ante Dios?  Creo que es vivir  de manera que cultivemos nuestra condición humana, que seamos más humanos, más dignos y hagamos de nuestra vida un servicio a la vida y a los que nos rodean, particularmente a quienes más nos necesitan. Nuestra seguridad no consiste en tener todo calculado, ni en tener vienes acumulados. La seguridad nos viene de la confianza que depositamos en Dios que nos permite compartir lo que somos y tenemos sin miedo ni tacañerías.
 
En el Evangelio de Hoy  Jesús nos invita a desafiar los parámetros seguridades mundanas con el cultivo de la espiritualidad como auténtica fuente de seguridad y felicidad. Para él, la vida es más que la suma de los procesos biológicos, económicos y sociales. La vida es un don y, como tal, debe ser a su vez donada en abundancia, ya que la vida, como bien principal, no se puede retener, pero sí se puede entregar. La herencia que Jesús nos ha dejado es precisamente ese espíritu de vida, amor y felicidad. Pidámosle a Jesús que nos ayude a poder valorar realmente la vida y a compartirla alegremente en el día a día de nuestra existencia.

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